Editorial Alaire

Teresa, me cuenta que tuvo un par de hijos.
Si , así, un par de hijos me dice,
como un par de cojones o de güevos como dicen los chicos.
Y a mí se me derrumba como un par de misterios
el alma y los minutos si me fijo en sus ojos azulísimos.
-Los tiene un policía y una enfermera ¿Eso está bien no?
son guapos.
-Sí (le digo) eso está bien.
-Voy a contárselo a ese señor que se llama Félix porque esta bien ¿No?
- Vale cuéntaselo a Félix, Félix sabe escuchar.
Esta muy bien Teresa, muy bien, tus niños son muy guapos.


Teresa tiene un retraso mental importante. A veces se “rebota” y no es para menos y tiene que ser ingresada por trastornos del comportamiento.
Fue violada con su consentimiento a los 17 años. Tuvo dos hijos que fueron adoptados y pertenece a una familia numerosísima con varios casos de enfermedad mental.
Es un ser excepcional al que le gusta la Fanta de naranja.

Aunque ya me dijiste en otro comentario que ibas a seguir haciendo poemas de los de antes, de los de siempre, yo te animo a continuar este tipo de poema feísta, desenfadado, irónico y conversacional. Veo a una Amparo más compleja, más alegre y, sobre todo, distinta de los demás poetas (detrás del otro poema andan cinco mil).

Me pareces una poeta valiente, eso tan raro, porque nadie se pasa del poema malo pero ganador al poema bueno pero perdedor (esto igual no se entiende, pero yo sí me entiendo).

"Un ser excepcional al que le gusta la Fanta de Naranja". Qué bueno.

(El poema, con todo, creo que necesita un afeitado gramatical. Y he tenido dificultades para distinguir la parte conversacional directa)