inacabadamente acabado
Publicado: Lun, 31 Ago 2015 5:35
Inacabadamente acabado
gira el mundo con su cáscara sobre una ruleta rusa.
El disparo latente
es su última meta.
Antes,
te arrastrará dubitativo e inconsistente
Vibrándote,
con cada manecilla del reloj atrasado de porqués
En espera.
Mantenerse en lo atávico no es tarea menor.
Se me suicidan los dioses
en el cónclave de las manos que arañan
las piedras
buscando una chispa de actualidad
y calor.
Todo parece tan lejano, serpentea
lo derruido.
Y la línea recta zigzaguea
Con el andar ebrio de cada gota de rocío
Bajo un sol
de imago
Donde soñar
es escupirle angustias a la Luna
en su cara regordeta.
Cada vez, más desnutrida.
Si ya no se puede dormir
porque el hambre de tambores sureños
Mesiánicos,
se anticipa a la Muerte
del futuro
y nos deja como sombras chinescas
danzándole a la incógnita
tal un rito parido desde otra historia.
Qué es lo que hacemos acá:
Pregunto...
Mas no es fácil
aferrarse al olvido desahuciado
Cuando todo adentro se rebela
Y te dice que no es cierto
Lo que afirma el mito.
Entonces sabes que estás.
Aquí, hoy, sin más.
Que se te escurre la vida como nube
aterrizada
en lluvia de acero
Y te urge amar... tiernamente.
Creo que es por eso que giramos
alocadamente,
en la calesa de los caballitos azules
y blancos.
Su andar cíclico,
brioso, erguido, nos remite a otras guerras.
Otros mundos.
Como la ilusión
que contornea las laderas de la dama nocturna.
Eternamente perdida.
Y el beso:
último eslabón en la cadena
del dolor,
rezume continencia cómplice
asociándose al perdón.
A ver Mitsy,
¿En qué parte de la pendiente del globo te ubicas tú?
Yo estoy aquí, sumida en estos versos
tratando de ganarle a la idea
un poema
que surja favorito.
No como sesión de psicoanálisis
atado a una contingencia
y su resolución.
Sino que mane
absuelto
de culpa y cargo
para ser reabsorbido por los deseos
inconscientes del lector.
Un ente universal.
Sin dueño.
La poesía es por tanto
No catarsis...
Sí, liberación.
Aunque el Mundo siga girando loco
Y nosotros, sus Quasimodos ocultos
en su campanario,
esperando que llegue nuestra hora:
Giremos con él.
Mitsy Grey
Derechos reservados
Agosto de 2015
gira el mundo con su cáscara sobre una ruleta rusa.
El disparo latente
es su última meta.
Antes,
te arrastrará dubitativo e inconsistente
Vibrándote,
con cada manecilla del reloj atrasado de porqués
En espera.
Mantenerse en lo atávico no es tarea menor.
Se me suicidan los dioses
en el cónclave de las manos que arañan
las piedras
buscando una chispa de actualidad
y calor.
Todo parece tan lejano, serpentea
lo derruido.
Y la línea recta zigzaguea
Con el andar ebrio de cada gota de rocío
Bajo un sol
de imago
Donde soñar
es escupirle angustias a la Luna
en su cara regordeta.
Cada vez, más desnutrida.
Si ya no se puede dormir
porque el hambre de tambores sureños
Mesiánicos,
se anticipa a la Muerte
del futuro
y nos deja como sombras chinescas
danzándole a la incógnita
tal un rito parido desde otra historia.
Qué es lo que hacemos acá:
Pregunto...
Mas no es fácil
aferrarse al olvido desahuciado
Cuando todo adentro se rebela
Y te dice que no es cierto
Lo que afirma el mito.
Entonces sabes que estás.
Aquí, hoy, sin más.
Que se te escurre la vida como nube
aterrizada
en lluvia de acero
Y te urge amar... tiernamente.
Creo que es por eso que giramos
alocadamente,
en la calesa de los caballitos azules
y blancos.
Su andar cíclico,
brioso, erguido, nos remite a otras guerras.
Otros mundos.
Como la ilusión
que contornea las laderas de la dama nocturna.
Eternamente perdida.
Y el beso:
último eslabón en la cadena
del dolor,
rezume continencia cómplice
asociándose al perdón.
A ver Mitsy,
¿En qué parte de la pendiente del globo te ubicas tú?
Yo estoy aquí, sumida en estos versos
tratando de ganarle a la idea
un poema
que surja favorito.
No como sesión de psicoanálisis
atado a una contingencia
y su resolución.
Sino que mane
absuelto
de culpa y cargo
para ser reabsorbido por los deseos
inconscientes del lector.
Un ente universal.
Sin dueño.
La poesía es por tanto
No catarsis...
Sí, liberación.
Aunque el Mundo siga girando loco
Y nosotros, sus Quasimodos ocultos
en su campanario,
esperando que llegue nuestra hora:
Giremos con él.
Mitsy Grey
Derechos reservados
Agosto de 2015