un buen final para un poeta de mierda
Publicado: Dom, 30 Ago 2015 18:25
por el asesinato de doris, una de las chicas
que atendía las mesas en el bar "la reja",
a la que llevé a mi casa la madrugada de aquel
último sábado de mayo, y allí drogué
y violé a lo largo de una semana, después de lo cual
decidí rebanarle el cuello y deshacerme del cadáver
cortándolo en cientos de trocitos ninguno más grande
que un cubito de hielo, y los cuales,
a lo largo de los días subsecuentes al asesinato,
uno a uno fui dejando en distintas partes de la ciudad
-envueltos siempre en varios pliegues de película
de polietileno transparente y colocados dentro de cajas
forradas con papel para envolver regalos- aprovechando
mis usuales paseos temprano en la mañana
en busca de inspiración para escribir poesía;
por el asesinato de doris, pues
fui condecorado con la medalla al mérito artístico
que el municipio otorga cada año a todo aquel habitante de la ciudad
"que por su contribución al engrandecimiento y exaltación
de los nobles valores que impulsan el desarrollo de las artes
sea motivo de orgullo para la comunidad"
uno de los varios factores determinantes
que influyeron en el veredicto final del jurado,
fue sin duda el buen trato dispensado
a los restos desmembrados de la pobre chica,
puesto de manifiesto en la cuidadosa manipulación de los mismos
durante el proceso de envolverlos y empaquetarlos para
su posterior sembrado aleatorio por los diferentes barrios
de la ciudad durante mis largos paseos
en esos fríos y desapacibles amaneceres lluviosos;
influyó de manera igualmente positiva
en el ánimo de los distinguidos y honorables miembros del jurado
el detalle de buen gusto implícito en forrar
las cajas donde puse los trocitos de aquella rabiosa fornicadora
(¿qué me hubiera costado arrojar simplemente
aquellos insignificantes paquetitos enfundados en polietileno
dentro de cualquier contenedor de basura donde seguramente
habrían pasado inadvertidos en su recorrido a través de cada etapa
de la recogida de basura en la ciudad hasta su destino final
en la oscura y anónima planta de triturado y reciclado de
escoria y desperdicio en las afueras?)
en forrar las cajas, digo
con aquellas hermosas hojas de papel para envolver regalos
que adquirí de las mejores marcas y acabados
y eligiendo cada vez los colores y diseños más atractivos
tomando en cuenta que por mis poemas
nunca recibí en vida siquiera una patada en el culo,
el hecho de que dicho galardón me sea entregado
de manera póstuma en el curso de una sencilla y discreta ceremonia
que se efectuará el próximo domingo a mediodía
en el patio de la penitenciaría estatal un día después
de haber sido conducido y hecho gasear
en la cámara de gas que alberga la prisión
... es un asunto sin la menor importancia
que atendía las mesas en el bar "la reja",
a la que llevé a mi casa la madrugada de aquel
último sábado de mayo, y allí drogué
y violé a lo largo de una semana, después de lo cual
decidí rebanarle el cuello y deshacerme del cadáver
cortándolo en cientos de trocitos ninguno más grande
que un cubito de hielo, y los cuales,
a lo largo de los días subsecuentes al asesinato,
uno a uno fui dejando en distintas partes de la ciudad
-envueltos siempre en varios pliegues de película
de polietileno transparente y colocados dentro de cajas
forradas con papel para envolver regalos- aprovechando
mis usuales paseos temprano en la mañana
en busca de inspiración para escribir poesía;
por el asesinato de doris, pues
fui condecorado con la medalla al mérito artístico
que el municipio otorga cada año a todo aquel habitante de la ciudad
"que por su contribución al engrandecimiento y exaltación
de los nobles valores que impulsan el desarrollo de las artes
sea motivo de orgullo para la comunidad"
uno de los varios factores determinantes
que influyeron en el veredicto final del jurado,
fue sin duda el buen trato dispensado
a los restos desmembrados de la pobre chica,
puesto de manifiesto en la cuidadosa manipulación de los mismos
durante el proceso de envolverlos y empaquetarlos para
su posterior sembrado aleatorio por los diferentes barrios
de la ciudad durante mis largos paseos
en esos fríos y desapacibles amaneceres lluviosos;
influyó de manera igualmente positiva
en el ánimo de los distinguidos y honorables miembros del jurado
el detalle de buen gusto implícito en forrar
las cajas donde puse los trocitos de aquella rabiosa fornicadora
(¿qué me hubiera costado arrojar simplemente
aquellos insignificantes paquetitos enfundados en polietileno
dentro de cualquier contenedor de basura donde seguramente
habrían pasado inadvertidos en su recorrido a través de cada etapa
de la recogida de basura en la ciudad hasta su destino final
en la oscura y anónima planta de triturado y reciclado de
escoria y desperdicio en las afueras?)
en forrar las cajas, digo
con aquellas hermosas hojas de papel para envolver regalos
que adquirí de las mejores marcas y acabados
y eligiendo cada vez los colores y diseños más atractivos
tomando en cuenta que por mis poemas
nunca recibí en vida siquiera una patada en el culo,
el hecho de que dicho galardón me sea entregado
de manera póstuma en el curso de una sencilla y discreta ceremonia
que se efectuará el próximo domingo a mediodía
en el patio de la penitenciaría estatal un día después
de haber sido conducido y hecho gasear
en la cámara de gas que alberga la prisión
... es un asunto sin la menor importancia