Editorial Alaire

Dicen que soy autista,
que vivo encerrado en un huevo, aislado de los demás.
Lo dicen quienes hablan, creyendo poseer palabras
cuando más bien son esclavos del lenguaje que utilizan.
La gran mayoría viven entre clasificaciones y etiquetas,
aislados los unos de los otros.

Dicen que soy autista, quienes no saben
que las manos son incrédulas y no tienen vocabulario,
que simplemente aman lo que tocan, como los labios
que renuncian a las palabras por un beso.
Quienes dicen que no hablo, hablan demasiado;
corriendo el riesgo de acabar buscando pretextos
para justificar su propio miedo a amar sin prejuicios.

Dicen que soy autista. Y sólo aspiro a ser integro.
Sintiendo tus brazos que son mis brazos,
tu boca enredándose a mi boca confusa,
tus labios pintando mis labios ausentes.

Si dices que soy autista, te diré que es cierto
que no hablo como tú hablas,
pero también es cierto que te quiero.

Hermoso, muy hermoso, Raúl.

A veces necesitamos volver al silencio, a los silencios. En ellos habitan el sentimiento y la emoción, algo que no debemos perder bajo ningún concepto...

Un fuerte abrazo
Enhorabuena
Ana

Raúl, un final sorpresivo, para quien viviendo de la palabra, yace como mudo, encerrado en sí mismo,
sin embargo, algo traía bajo la manga el poeta y lo venció
el sentimiento.
Gran poema, maestro. Toda revelación y desafío.
Mi sincera enhorabuena.

Mitsy

Si cada cual se mira así mismo no osará criticar a nadie, Así que tú tranquilo con la inspiración propia y propicia muy bien adecuada.
El lenguaje lírico y sincero del poema te libera del autismo, amigo.

Un abrazo

A veces, un gesto vale más que mil palabras. Me gustó pasar por tus versos
Abrazos
Pilar

Hermoso e interesante trabajo de Raul.

Desde el silencio se oye mejor y se perciben mejor los propios sentimientos y pensamientos. Hermoso el poema.
Un abrazo.
Pepa