Editorial Alaire

¿ por qué persistes, incesante espejo?
¿ Por qué duplicas, misterioso hermano,
el menor movimiento de mi mano?
¿ por qué en la sombra el súbito reflejo?
Eres el otro yo de que habla el griego
y acechas desde siempre. En la tersura
del agua incierta o del cristal que dura
me buscas y es inútil estar ciego.
El hecho de no verte de saberte
te agrega horror, cosa de magia que osas
multiplicar la cifra de las cosas
que somos y que abarcan nuestra suerte.
Cuando esté muerto, copiarás a otro
y luego a otro, a otro, a otro, a otro...

Este poema de Borges lo cuelgo, una cuestión metafísica, una búsqueda de la realidad del ser o del otro..
somos desconocidos para nosotros mismos y las cosas los seres son otras realidades.

Una muestra más de tu devoción por Borges. Se agradece que traigas aquí poemas de los mejores.

Un abrazo.