Editorial Alaire

Sensibles y bañados de nostalgia tus versos querido amigo...
Muy grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Hay una fuerza inusitada en el caliz del poema. Se va rasgando el sitial de la historia. Hombre dios, hombre hombre, mito imbricado en las reseñas del colectivo adánico. Magdalena (con o sin pecados) emergente dulce de la memoria poética. Y sí, dulce y lavada de errores y pocas virtudes, representa el ideal a pesar amado.
Es un trabajo muy completo, muy fino en sus acepciones.

Felicitaciones y un abrazo grande, Óscar.

Excepcional mirada nostálgica a un amor prohibido, soñado, denostado, pero también ensoñado, Óscar.

Bellísimo en su tristeza.

Enhorabuena
Un beso
Ana

Que tendrán las brujas y los duendes que nos cautivan.

Absolutamente genial

Mil besos y mil gracias

Curra

Lo prohibido ejerce su fuerza de atracción porque la tentación suscita que el sentimiento de culpa se apague
luego de caer y decaer.
Esa sensibilidad humana que va buscando el recorrido más provocador y placentero bulle
entre la imagen y la idea para terminar con buen ritmo y prevalencia al consuelo sucinto
de lo subrepticio.

un abrazo

Óscar, una acertada fotografía de la idiosincrasia masculina, frente a la siempre subyugante y femenina posición de la nostalgia. Como siempre en tu apretado análisis del juego amoroso, una visión tierna y protectora asoma por cada poro del verso del poeta. Valioso trabajo e n tu estilo propio. Felicidades. Amigo mío.

Un gran abrazo. Mitsy

Óscar

Me encantó tu poema

calidad y tema


te felicito


Un abrazo fuerte, querido amigo

Lunamar Solano escribió:Sensibles y bañados de nostalgia tus versos querido amigo...
Muy grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Celebro que el poema te haya gustado, y me gusta la mirada que tienes sobre el mismo.

Un abrazo grande, amiga.
Óscar

Regresa la nostalgia a tus versos para conformar un hermoso poema que trae verdad. Me gustó leerte
Besos
Pilar

[quote="Óscar Distéfano"]Magdalena

quote]


Vaya poema amoroso y hermoso, con unos recuerdos que perduran.
Si llegase leerte ella, seguro que ungiría tus pies y tus manos y....
También ella recordará aquel genial poeta que aun la recuerda.

Mis aplusos, Oscar

Gonzalo

Óscar Distéfano escribió:Magdalena

Llegaste hasta mi vida, casualmente, con el humo de tu boca,
con una gran sonrisa en tus alas vacías
y muchas ganas de firmar algún pacto secreto.
Sé que arribaste de las calles con ventanas de espesos cortinados,
donde te llovían manzanas del árbol del amor eterno.
Sé que dejaste en un tendal de anónimos teléfonos tu número,
que hoy insisten en besarte y manosearte.
Sé que eres testigo de delitos inconfesables.

Siempre estuve intranquilo por los perros que te han mordido
y porque nunca quise imaginarte entre gritos ordinarios,
pero no pude tampoco dejar de mirar tus contornos
cuando caminabas a mi lado con tu vasto futuro.
No pude dejar de soñar que cambiarías de vida
cuando te observaba alejarte en tu apretado bluyín.

A pesar de que hoy quisiera verte lejos como a una estrella,
saberte muerta en algún tugurio de drogas,
en mi memoria, a cada tanto, fluye el color blanco intenso
de tu piel enteramente sin ropas, en tu mano un vodka,
en tu emoción toda la historia de las sábanas arrugadas;
y, entonces, a cada tanto,
cuando me encuentro muy solo dentro de mi soledad,
mi único deseo es volver a estar furtivamente contigo.

Nadie quiere a la puta, su cuerpo es objeto del deseo, su alma la salva solo Jesucristo. Al menos eso me sugiere el nombre bíblico de Magdalena. Bello e intensamente triste poema, Oscar. ERA

Hallie Hernández Alfaro escribió:Hay una fuerza inusitada en el caliz del poema. Se va rasgando el sitial de la historia. Hombre dios, hombre hombre, mito imbricado en las reseñas del colectivo adánico. Magdalena (con o sin pecados) emergente dulce de la memoria poética. Y sí, dulce y lavada de errores y pocas virtudes, representa el ideal a pesar amado.
Es un trabajo muy completo, muy fino en sus acepciones.

Felicitaciones y un abrazo grande, Óscar.

Gracias, Hallie, por tu visita. Sabes que es un honor para mí. Tu comentario es un lujo, una luz para el poema. Es cierto que, detrás de esos sentimientos contradictorios, existe un clamor existencial. ¿Qué pesa más en cuanto a los principios morales: la soledad o los prejuicios sociales? Como ser humano, hombre de carne y hueso, esclavo del instinto, creo fervientemente en la libertad existencial, siempre y cuando no dañe la vida de las personas a las que amamos.

Un abrazo también para vos.
Óscar

Hermoso trabajo de Óscar.

Ana Muela Sopeña escribió:Excepcional mirada nostálgica a un amor prohibido, soñado, denostado, pero también ensoñado, Óscar.

Bellísimo en su tristeza.

Enhorabuena
Un beso
Ana

Como siempre, tus comentarios son muy elocuentes. Me gusta lo que dices, me estimulan. Gracias de corazón.

Un abrazo.
Óscar