EL pulso de mi sangre
Publicado: Mié, 29 Jul 2015 23:07
El pulso de mi sangre
El pulso de mi sangre, de matices en la crisálida herida,
Ahuyentan el frígido mar… esa distancia.
Los rostros se juntan en el poema del pan ardiente.
El pulso de mi sangre, cristaliza el mundo todo,
frutos de mares en la distancia elegida por el olvido.
Rezo, cada día, por la vida, el amor, la pasión,
enmudece el grillo con las noches titilantes…
Ruge el tigre con sus garras asesinas
y el arpa de Israfel suena muda en la distancia.
¡ Oh, grito del mundo en mis manos poetas!
¡ dame la rama pérfida de amanecer!
¿ Cuando vigilaré el poniente tras las ramas y los pájaros?
El pulso de mi sangre vierte poemas y panes..
ríos en las manos de una madre y su hijo.
Suspiros gimen en el mundo de las sangrientas heridas del fuego.
Agonizo en cada noche donde el sueño vierte soledades…
Estoy solo en medio de esta ciudad y sus maldiciones.
¡Oh.. donde están los dioses que me han abandonado en Oz!
Juega el viento en mi ventana, cruzan los mares y su soles.
Vuelan en mis heridas esas sangres… esas calaveras del adiós.
Te dejo, te dejo el reflejo de un Aranjuez palpitante.
Mañana estas heridas sin dolor cicatrizarán.. tigre en el poniente.
¡Adiós… hasta que el barco marinero se muera en la oscuridad.!
El pulso de mi sangre, de matices en la crisálida herida,
Ahuyentan el frígido mar… esa distancia.
Los rostros se juntan en el poema del pan ardiente.
El pulso de mi sangre, cristaliza el mundo todo,
frutos de mares en la distancia elegida por el olvido.
Rezo, cada día, por la vida, el amor, la pasión,
enmudece el grillo con las noches titilantes…
Ruge el tigre con sus garras asesinas
y el arpa de Israfel suena muda en la distancia.
¡ Oh, grito del mundo en mis manos poetas!
¡ dame la rama pérfida de amanecer!
¿ Cuando vigilaré el poniente tras las ramas y los pájaros?
El pulso de mi sangre vierte poemas y panes..
ríos en las manos de una madre y su hijo.
Suspiros gimen en el mundo de las sangrientas heridas del fuego.
Agonizo en cada noche donde el sueño vierte soledades…
Estoy solo en medio de esta ciudad y sus maldiciones.
¡Oh.. donde están los dioses que me han abandonado en Oz!
Juega el viento en mi ventana, cruzan los mares y su soles.
Vuelan en mis heridas esas sangres… esas calaveras del adiós.
Te dejo, te dejo el reflejo de un Aranjuez palpitante.
Mañana estas heridas sin dolor cicatrizarán.. tigre en el poniente.
¡Adiós… hasta que el barco marinero se muera en la oscuridad.!