Editorial Alaire

LA CASA EN VENTA


Una casa sin voces, sin muebles y sin niños,
es un titán de vidrio y de cemento
muriendo de abandono.

Como el que ya no cuenta,
como el que ya no importa,
así una casa siente, sufre, nos echa en cara
la desidia.

Yo conozco una casa en venta.
Una casa sin voces, sin muebles y sin niños.

En la habitación grande
se amaron, no hace mucho,
un padre y una madre; en la pequeña
crecieron juntos dos hermanos,
en la del fondo murió el abuelo
al poco de morir la abuela; y en la cocina
bendijo Dios la mesa
y el pan de cada día.

Las décadas transcurren,
los barrios se renuevan.
Las casas se hacen grandes
y viejas con el tiempo.
Los padres van muriendo,
los hijos se emancipan…
De lo vivido, poco a poco,
se reniega.

SE VENDE
SE ALQUILA.

Y en el portal, un día,
se cuelgan los carteles de la oferta.


--oOo--

Uff, cuánta verdad y qué sabiduría la tuya, por transmitir ese 'dolor emocionado' que se nos hace carne de leerlo. Un gran acierto. Te felicito.

Un abrazo. Mitsy-

Un recorrido perfecto y hermosísimo. Me gustó mucho
Besos
Pilar

Un poema precioso, y que llega al corazón. Testigo de la intimidad, lugar donde todo ocurre, el hogar, la casa, una prolongación en la tierra del sentimiento de estar juntos, de ser "algo" que se vive en grupo, sea como sea ese grupo. Da pena ver ese abandono, mil historias vienen, incluso aquellas que sólo se imaginan. Como siempre, desde el tema hasta el lenguaje, el ritmo, todo está servido para el disfrute. Me ha encantado amigo.
Fuerte abrazo

José Manuel, a esta manera tan limpia y sensible de ver las cosas deberemos llamarlo ley de vida en este siglo.
Del pasado y del futuro ya hablaremos...

un abrazo

jose manuel saiz escribió:LA CASA EN VENTA


Una casa sin voces, sin muebles y sin niños,
es un titán de vidrio y hormigón
que muere de abandono.

Como el que ya no cuenta,
como el que ya no importa,
así una casa siente, sufre, nos echa en cara
su tristeza.

Yo conozco una casa en venta.
Una casa sin voces, sin muebles y sin niños.
En la habitación grande se amaron, no hace mucho,
un padre y una madre, en la pequeña
crecieron juntos dos hermanos, en la del fondo
murió el abuelo al poco de morir la abuela, y en la cocina
bendijo Dios la mesa
y el pan de cada día.

Las décadas transcurren, los barrios se renuevan.
Las casas se hacen viejas o grandes con el tiempo.
Los hijos se desligan, los nietos se emancipan.
Se mueren o se mudan los padres y vecinos.
De lo vivido poco a poco
se reniega.

SE VENDE
SE ALQUILA.

Y en el portal un día, el frío
anuncio de la oferta.


--oOo--

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"Se vende, Se alquila",,, y otra vida empezará de nuevo en el interior de las paredes que otros amaron, siempre la botella medio llena, José Manuel, porque de lo que otros impregnaron las estancias, los nuevos las beberán.

Abrazos desde la no nostalgia.

Hermoso y emotivo poema de José Manuel.