Editorial Alaire

La sombra me persigue
desnuda, sin palabras
semejante a los miedos
los rostros... la nostalgia.
Un ángel que ha caído
herido y sin espada
adherido a la tierra
semejante a la escarcha
envuelve en su figura
la tierra desolada.
A veces me pregunto
si estoy encadenado
a los viejos deseos
que nunca he renunciado
al gesto irreprochable
de sueños exiliados
a la muda palabra
al fonema extraviado.
La sombra es un fantasma
de aquello que no hicimos
un árbol sin raíces
una vid sin racimos.
El rostro indigente
que no reconocimos
nos llega de las sombras
impasible, dormido
reposando en la tierra
rehén de nuestro olvido.

http://blogs.clarin.com/garabateando

Precioso poema, querido amigo Horacio.
Vas ajustando tu poesía, en esta ocasión con heptasílabos rimados en los versos pares, nos dejas un hermoso trabajo.
Felicidades.
Te mandoi un fuerte abrazo.

Ufff.... reconozco la dificultad de un poema así, ajustado a la técnica... yo me veo incapaz de ello, es más, ni lo intento para no desmoralizarme, jejeje. Y no solo es un buen trabajo poético sino que lo que en él cuentas es de una gran belleza poética. Mi enhorabuena y mi admiración estimado Horacio.
J. manuel

Hay siempre sombras desleídas que nos persiguen. Todo lo no dicho, lo no hecho también tiene un peso enorme que aveces cuesta tanto de cargar. Precioso poema Eduardo. Un beso.

Me ha gustado mucho. Aplausos.

Blanca

Eduardo Díaz escribió:La sombra me persigue
desnuda, sin palabras
semejante a los miedos
los rostros... la nostalgia.
(...)
El rostro indigente
que no reconocimos
nos llega de las sombras
impasible, dormido
reposando en la tierra
rehén de nuestro olvido.

Precioso poema
un placer leerle

Rafel Calle escribió:Precioso poema, querido amigo Horacio.
Vas ajustando tu poesía, en esta ocasión con heptasílabos rimados en los versos pares, nos dejas un hermoso trabajo.
Felicidades.
Te mandoi un fuerte abrazo.

Gracias Rafael por tus palabras. Estamos ajustando, experimentando y sobre todo aprendiendo. Gracias por tus comentarios, ayudan y mucho. Un abrazo, Eduardo.

José Manuel Sáinz escribió:Ufff.... reconozco la dificultad de un poema así, ajustado a la técnica... yo me veo incapaz de ello, es más, ni lo intento para no desmoralizarme, jejeje. Y no solo es un buen trabajo poético sino que lo que en él cuentas es de una gran belleza poética. Mi enhorabuena y mi admiración estimado Horacio.
J. manuel

Querido amigo, siempre es una alegría saber de tus comentarios. Es recíproca la admiración. Un abrazo, Eduardo.

Alejandra Goerne escribió:Hay siempre sombras desleídas que nos persiguen. Todo lo no dicho, lo no hecho también tiene un peso enorme que aveces cuesta tanto de cargar. Precioso poema Eduardo. Un beso.

Querida Ale, haces un análisis acertado de estos versos. Me alegra que estés aquí entre estos versos. Un abrazo. Eduardo.

Blanca Sandino escribió:Me ha gustado mucho. Aplausos.

Blanca

Eduardo Díaz escribió:La sombra me persigue
desnuda, sin palabras
semejante a los miedos
los rostros... la nostalgia.
(...)
El rostro indigente
que no reconocimos
nos llega de las sombras
impasible, dormido
reposando en la tierra
rehén de nuestro olvido.

Gracias, por tus palabras y el aplauso. Un abrazo

La sombra es nuestro yo en blanco y negro Eduardo. Por eso nos persigue y permanece irrenunciablemente asida a nuestros pies. Es nuestra huella en negativo, nuestra alma negra, nuestro perfil desmedido. Se alía con la luz para burlarse de nosotros. Y aunque la quieras convencer de lo contrario, ni siquiera tu heptasílabo poético hará de tí un ser sin sombra. El día que no la veas tras de ti, párate y pregunta. Seguro que un osario horizontal niebla tus ojos.

Poema con ritmo y con cadencia.

Un saludo.

Santiago Redondo Vega.

Majo escribió:Precioso poema
un placer leerle

Gracias Majio por tu comentario. Un abrazo

Eduardo Díaz,

Fantástico trabajo, querido amigo
ritmo, rima y tema
maravilloso

te felicito

Un abrazo fuerte

Santiago Redondo Vega escribió:La sombra es nuestro yo en blanco y negro Eduardo. Por eso nos persigue y permanece irrenunciablemente asida a nuestros pies. Es nuestra huella en negativo, nuestra alma negra, nuestro perfil desmedido. Se alía con la luz para burlarse de nosotros. Y aunque la quieras convencer de lo contrario, ni siquiera tu heptasílabo poético hará de tí un ser sin sombra. El día que no la veas tras de ti, párate y pregunta. Seguro que un osario horizontal niebla tus ojos.

Poema con ritmo y con cadencia.

Un saludo.

Santiago Redondo Vega.

Gracias Santiago por tus palabras. Tanto que decir de nuestra sombra, cobra vida en los versos y nos acompaña. Un abrazo y gracias por tu comentario.

Un hermoso poema el que disfruto en esta mañana Eduardo

Saludos