Editorial Alaire

si encontrara otra como tú

(no igual a ti, solo parecida)

que tuviera tu boca, digamos
que tuviera un poco tu nariz (o toda)
un poco tu mirada (o toda)
la caída de tus pestañas
tus brazos flacos, tus manos, tus dedos largos
tus piernas flacas
el ángulo en que giras la cabeza
tu olor, que tuviera tu olor
y tu piel y tu tristeza
que tuviera tus ojos empañados
tu voz ligeramente áspera
tu aire suave
que tuviera unos pocos átomos tuyos
o muchos átomos tuyos y algunos glóbulos rojos tuyos
y quizás un riñón tuyo
y medio metro de intestino delgado tuyo
que tuviera caries en el segundo premolar del maxilar superior
y cierta tendencia a deprimirse los días lluviosos

y si no la encontrara, entonces

que yo tuviera los ojos de otro
el cuerpo de otro, el alma de otro

que yo fuera ese hijo de puta en razón del cual

me acabaste mandando a la chingada

Arriba con esta nueva propuesta de Fernando.

Inesperado ese final amigo... mas, recreas el instante embelesado del suspiro, para caer violentamente contra la realidad del adiós...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy