Editorial Alaire

El poema no doblega sus alas ni un segundo. Los doce meses germinan y hacen granate el sentimiento inmortal. Amar, amar así, con las faltantes en raíces desagraviadas y hondas es un resultado inmenso; lo ha colmado todo, querida Liz. El final es tan fino, tan bien tallado en consistencia y lealtad...

Aplausos y gracias miles por compartir.

Beso grande.

Hallie Hernández Alfaro escribió:El poema no doblega sus alas ni un segundo. Los doce meses germinan y hacen granate el sentimiento inmortal. Amar, amar así, con las faltantes en raíces desagraviadas y hondas es un resultado inmenso; lo ha colmado todo, querida Liz. El final es tan fino, tan bien tallado en consistencia y lealtad...

Aplausos y gracias miles por compartir.

Beso grande.

Mi querida Hallie, tu comentario es precioso, me siento muy agradecida de verdad. Gracias también por no haberme olvidado en este foro al que tanto bien le debo, el trabajo no me ha permitido estar aquí como solía hacerlo. Gracias a ti siempre, por acudir y leerme. Te envío un beso y todo mi cariño

Emociona esta verdad del poema que puede ser la verdad de cualquiera de nosotros querida Liz, me ha gustado mucho, ya desde el título que captó mi atención. Un beso.

Un poema precioso, amiga Liz, con una determinación artística que arrastra al lector como si fuera atado a una cuerda. Quizá el poema, de los que te he leído, donde el ritmo está más conseguido.

Bicos.

Querida liz, estoy de acuerdo con el maestro, consigues apretarnos a tu poema y nos atrapas hacia el.

Genial
Mil besos y mil gracias

Curra

Un poema profundo y existencial. Me alegra leerte de nuevo por aquí. Besos.

Respirar distintas y distantes tesituras es el sentir de cada día.
Llegué a tus versos y me imbuí de imagenes precisas y un vocabulario
denso de metáfora y poesía.

un abrazo

Liz Barrio. escribió:He amado la caricia suave en el color del tiempo
la fiesta de innumerables recuerdos, la edad sonora.
Abrí la plegaria, sentí el luto, inmóvil un milagro sonó falaz y afligido
cuando alrededor de la tristeza acechaba la alegría.

Suave, enamorada, dulcísima
una brizna de muerte me hizo guiños,
me llamó angustia, me colgó del cuello intrascendencias,
pero he amado desprendida y anegada
porque las horas de aquella cama han partido.

Quizás respiré mis lágrimas bajo la noche
comencé a amordazar uno a uno los suspiros
y dispuse el corazón a parir ríos con aguas despaciosas,
linfa que canta
que danza
alma de nadie con la inocencia brillante en los ojos.

Cuando dejé de existir la eternidad fracasó conmigo
cuando no me percibieron, degollé soledad y esperanza
y alumbré con piedras candentes flores transfiguradas.
Ya medí largamente la sangre en veneno con hilos de arena
con pétalos apretados en doce meses paridos.

He amado y amar he querido,
ya no hay miedos vacíos, no hay conciertos prohibidos,
llamo y me reconozco, evoco
comprendo
sueño, acaricio (lo de-más, es lo de menos),
¿por qué?...
“Y yo qué sé”, he respondido.

Decir: "He amado y amar he querido", es haber vivido, Liz. Maravilloso poema,un privilegio vovler a leerte, poeta. ERA

Muy bello poema de Liz.

Me gustan tus poemas amiga, un beso.

Un íntimo recorrido que desahoga el caudal sensible de tus silencios amiga... gracias por compartir...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy