Editorial Alaire

- I -

Ahí van,
tristes manadas de pingüinos aburridos,
tristes alas maniatadas a la espalda,
tristes ojos sin palabras que desmarquen el contexto.

¡ Buenos días....
... buenos días...
.... buenos días...!

ahí están.

Muertos
---------------------------------------------------------------------------------

- II -

Ahí están,
nadie vibra en el espectro.

Todos yermos,
de uniforme alma y cuerpo
arriba...
... abajo...
.... arriba...
... abajo

bailan sus cortos cuellos el monótono silencio.

Todos mudos,
todos sordos,
todos ciegos.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- III -

Ahí siguen...
primera fila de la fiel infantería
marcan paso arracimados hombro a hombro,
balbucean una jerga monótona de letanías,
páramos de eterno invierno,
glaciar de almas con cuellos de pajaritas.

Hijos de la Esperanza.





((Es lo que me produce muchas veces la uniformidad de las gentes, la uniformidad en las ideas, en las expresiones ¿dónde el grito que descomponga la fila? Lo espero, En Alicante es tres de Julio de 2015)

Amiga mía, con tanto calor cualquier esfuerzo agota demasiado. Aunque tu denuncia es virtual
ha ido sacando fotos de muchas situaciones y en este magistral espectro las condensa y tensa.

Te he pillado a cero, así que mi interpretación es personal e intrasferible con las manos por delante
y el calor por todos los rincones.

un abrazo mediterraneo

Pingüinos, perros ,copiotas, gentes falta de espíritu .... Borregos, da igual como los llames, son una inmensa y desafortunada población.


Genial !!!
Mil besos y mil gracias

Curra

Hermoso poema de Concha.

Concha Vidal escribió: - I -

Ahí van,
tristes manadas de pingüinos aburridos,
tristes alas maniatadas a la espalda,
tristes ojos sin palabras que desmarquen el contexto.

¡ Buenos días....
... buenos días...
.... buenos días...!

ahí están.

Muertos
---------------------------------------------------------------------------------

- II -

Ahí están,
nadie vibra en el espectro.

Todos yermos,
de uniforme alma y cuerpo
arriba...
... abajo...
.... arriba...
... abajo

bailan sus cortos cuellos el monótono silencio.

Todos mudos,
todos sordos,
todos ciegos.

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- III -

Ahí siguen...
primera fila de la fiel infantería
marcan paso arracimados hombro a hombro,
balbucean una jerga monótona de letanías,
páramos de eterno invierno,
glaciar de almas con cuellos de pajaritas.

Hijos de la Esperanza.





((Es lo que me produce muchas veces la uniformidad de las gentes, la uniformidad en las ideas, en las expresiones ¿dónde el grito que descomponga la fila? Lo espero, En Alicante es tres de Julio de 2015)

Un poema inteligente, Concha, significativo. Lo has desarrollado e ilustrado muy bien. El tema nos asusta de vez en cuando vemos todas estas formulas y modelos sociales...pero es imposible que creamos una cultura uniforme, a cada rato se descompone la fila, y que bueno por eso! ERA

Ciertamente, la uniformidad provoca la sensación de lo banal, de lo instrascendente. Me ha gustado mucho este poema porque, con fina ironía, nos pones en evidencia a los cómodos seres humanos.

Un abrazo grande.
Óscar

Un poema que llega directo a la emoción. Provoca sorpresa, expectación, risa, tristeza y ternura, y además reflexión. Cuando se alcanza esto en un poema, toca aplaudir.

Mi enhorabuena, Concha.

Abrazo la frescura mediterránea de tu poesía.

Guillermo Cuesta escribió:Amiga mía, con tanto calor cualquier esfuerzo agota demasiado. Aunque tu denuncia es virtual
ha ido sacando fotos de muchas situaciones y en este magistral espectro las condensa y tensa.

Te he pillado a cero, así que mi interpretación es personal e intrasferible con las manos por delante
y el calor por todos los rincones.

un abrazo mediterraneo

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¿Estás en el Mediterráneo????

No lo creo, pero espero respuesta. Abrazos marinos desde cero.

Es que recuerdo tus saludos mediterraneos y tus despedidas marinadas. Por ahí anduve natatoriamente hablando en muchas ocasiones.
Julio y Agosto están prohibidos para mi voluntariamente, pues me gusta nadar en paz y me angustian los calores Aunque en Madrid
de eso estamos sobrados a la fuerza.

Otro abrazo, ahora madrileño.

Realmente se siente ese contoneo del pingüino en el ritmo que imprimes, el verso corto, las repeticiones, los guiños.
Además, en ese caminar uniforme, va impreso de manera excelente la imagen de homogeneidad establecida.
Y me digo yo, tú, tan de mediterráneo, y estos pingüinos tan fríos... nada, nada, que ya se ve que en esa fila no hay sitio para esas alas de gaviota (¡y menos mal!)
Besotes grandes, me encantó, como siempre, es un gustazo cada vez que publicas Concha, yo lo disfruto al máximo

Muy bonito el poema, Concha.

Hay gente que prefiere el anonimato en la monotonía, en ser pino en un pinar y no un abeto… y tu que lo cuentas tan bien y, encima le pones buen ritmo… miel sobre hojuelas.

Un abrazo,


Víctor