Editorial Alaire

El murmullo de la noche
que lenta se despide
la luz que amanece
coronada de día
los sueños que en el cielo
difuminan las nubes
y el recuerdo
el olor
o el color que dibuja
la esperanza
cansada
en el asfalto se ancla.

los anodinos días
las luces que abruptas
acolaran la calma
el encendido paso de
esencias
la magia que carece de jaulas
el destino que no enseña a mis semanas
y la carencia que arremete
mis rutas
que en el glaciar sin brazos
se templan
y la párvula levedad de una caricia
y el proyecto
que con los Dioses especula.

Solo los pájaros hablan
el calor se agolpa
la vigilia que sudando
no descansa
tenaz, pintada de ilusión
mi alma se proyecta
y el nácar liquido recorre
el pañuelo y los verdes
y aun deliro
para segur creyendo
rezare los blancos
los ríos de diamante
gimiendo suspiros
escuchare tu nombre
para que tu efigie
taladre mis espejos.

Sale de la Sala de Espera.

Versos hermosos para un despertar. Un placer leerte
Besos
Pilar

Gracias Pilar, el placer es mío

Mil besos

Curra

Muy bellos versos, llenos de hermosas y delicadas imágenes. Me ha gustado mucho.

Abrazos.

Muy bellos y dicentes estos versos. Un placer leerte.
Un abrazo.
Pepa

Sensible y emocionante el clamor de tus versos querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Llegan con cierto aire de melancolía estos bellos versos que nos dejas Curra. Me gustaron y disfruté leyendo
saludos

rafael

Muy buen poema, Curra:

Con un final espectacular.

Felicitaciones
Un beso grande
Ana

Qué bien interpretaste los sonidos de la oscuridad nocturno y la resurrección de cada día.

un abrazo