Editorial Alaire

Sensible, mimosa,
precisa y tierna,
leve como la mañana
que busca el consuelo de sus promesas,
y frágil,
solo pequeña
convicta de miedo
al oscuro pábulo
de la noche,
ávida de una caricia.

En el refugio opaco
de la mirada
de un beso eterno,
del consuelo
de las palabras dulces,
de sospechas infundadas
como infundados venenos,
existiendo entre la nada
y las promesas de nada,
en la cumbre de las esencias
donde el trovador canta
y hay banderas en las estrellas
y la paz recita
y la montaña es solo una piedra
y se amedranta.

En los brazos de la luna,
el cosmos del pensamiento
junto a tu espada,
respirando tu brisa
extraña y sumisa,
sin ansia,
renovando la fuerza,
suspirando tu cuerpo,
lidiando las trampas,
recorriendo el meteoro
que enseña a la dama
el amor
que sin recelo duerme
y amanece
y es el sol
y pasea
y siente
y es silencio quien ama.

Sale de la Sala de Espera.

Que ritmo tan copulativo de medida y amor en este fragor de tan animoso de inspirados versos.

un abrazo

Profundas y sensibles las pulsaciones de tus versos querida amiga...
Un gusto leerte cada vez...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy