Editorial Alaire

A ti mi verde
tus ojos de luz
y esencia de maravillas
que son constancia
que con los días maduran
y se hacen fuertes
a la presencia que me compone
a tus palabras, siempre llenas.

Los valores que te han regado
y la tierra buena, que siempre has sido
las semillas que te plantaron
la honradez de tu padre
el valor, vital que brilla
el honesto sentido
y compendio de tantas cosas
el respeto
tus justicias
tus escritos
y el universo, que conquistes
volando con las palomas.

A lo sincero y lo noble
a las calzas que azules te vistieron
a todo lo que tu ser me ha hecho
aquella incubadora, que me hizo madre
a lo que lloro mi leche
a lo siempre hemos sido
al amor
a ti mi cielo
a tus caídas
a los punteros
a dolor de esas piernas
a tus muletas
a esa morfina
y a mis pecados y a tus perdones
a las mil charlas de madrugada
a las lagrimas de tus ausencias
a ti Borja
porque te quiero.

Y a mi Dios que te regalo
un enero.

Sale de la Sala de Espera.

Llega muy hondo, querida Curra; hijos, hombre y niño, el amor en celeste, en la cercanía y en el posible dolor. Recuerdo otro poema tuyo para su cumple.

Abrazo enorme y todo mi afecto.