Editorial Alaire

Un libro sin leer es un silencio condenado a vivir.
Es una soledad en compañía
sobre el hueco sin luz de algún estante.
Montones de palabras ignoradas muriéndose
de frío y de desidia.
Un rotundo fracaso de amarillentas hojas
para quien tuvo el triunfo de parirlo.

Eso es un libro sin unas manos que lo abran,
sin unos ojos que lo beban,
sin una mente que lo goce.
Eso es. Aunque sea tuyo.
Aunque lo hayan forjado tus neuronas
en fecundos instantes de lucidez retórica.

Es por eso, que ayer,
en una residencia de mayores,
delante de su humilde biblioteca,
al ver en las rodillas de un anciano
abierto un ejemplar de mi autoría,
y hallar en su semblante
esa expresión feliz que da el disfrute
de aquello que nos gusta y nos atrapa,
sentí temblar el ego complacido.

Entonces confirmé, constaté, supe,
que la venta de un libro, de cien, de mil,
no cuenta
si viven relegados al olvido
en una estantería como un adorno más,
decorativo, inútil.

Lo que presta valor a lo que escribes,
satisface el espíritu,
y compensa tu tiempo y tu trabajo,
es ver que alguien te lee.
Aunque sea un anciano de sonrisa caduca
y pulso vacilante.

Por eso,
le acabo de obsequiar mi último libro.



Mario

Siempre es gratificante que lo que escribes tenga empatía en otra persona. Hermosos versos lo atestiguan. Un gusto seguir tu palabra
Besos
Pilar

Un poema sabio, Mario.

Pues sí, los libros están como muertos cuando duermen en las estanterías.

Y reviven cuando son leídos. Pasa lo mismo con las personas. La extrema soledad deja a una persona como muerta. Los encuentros significativos la reviven y así sabe que existe...

Me ha gustado mucho tu reflexión.

Un beso grande
Ana

Aplausos mil poeta. Por el mensaje y la intención, tan sana como tu espíritu. Te felicito desde el alma.

Mitsy

Hermoso poema Mario, quien pone su lámpara debajo de la cama? Dice la sabiduría bíblica, pon tu lámpara en el lugar mas alto del lugar para que así alumbre todo el cuarto. Me gusta mucho también el comentario que te hace Ana. Realmente captas ese momento único en que el escritor observa a alguien fuera de el mismo leer su creación. Un gran placer leerte. ERA

Inmenso tu poema , tu libro y esa descripción, casi mística del la escritura

Mil besos y mil
gracias

Curra

Me ha gustado mucho, Mario. Un lector, uno sólo de ellos, ya devuelve la alegría de los creadores.

Abrazos y felicidad, amigo. Celebro muchísimo tu vuelta.

Precioso, este homenaje al temblor, querido amigo, al temblor de la sensibilidad en otros ojos. Es ahí donde todo empieza a tener sentido, la conversión de tu yo más intimo en espejo, el reencuentro de dos luces que siempre fueron una. Porque tal vez la Poesía es eso, una luz que espera tras las ventanas de cualquier sensibilidad. Un fuerte abrazo, Mario. Me ha encantado.

Hola Pilar.

No siempre los poemas nacen de hechos puntuales, ya sabes que los que escribimos tenemos mucha imaginación, pero en este caso lo que cuento en el poema es totalmente real, tan sólo tuve que plasmarlo en versos.

Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.

Mario.

Se puede decir de muchas maneras, pero no tan claro y limpio. Comparto tus opiniones, Mario, y te felicito por esta vuelta a la rueda de los foros después del trabajo largo y meditado de tu futuro nuevo libro. Un abrazo.
Salud.

Profunda y reveladora reflexión amigo...
Hermosos versos...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Mario,

me ha gustado mucho la historia que conlleva una brillante reflexión sobre el destino de los libros, los que se han leído y los que no.
Me gusta este nuevo estilo tuyo, natural y sincero.

Un abrazo.

Mario Martínez escribió:Mario

Aunque aun no está en un estaante, tu poema con placer he leidoy me ha gustado, poeta

Un fuerte abrazo, Mario

Gonzalo.

Qué bien lo has dicho. Un libro sin lectores que lo disfruten y se emocionen, de poco vale. Muy bueno el poema. Un abrazo.

Mario, ni una palabra demás en lo que dice tu poema.
Lo que vale para un libro, vale para un poema. El poeta no debe pensar
cuando escribe en el lector,puesto que la poesía va de adentro hacia el idioma
y ahí es donde luego puede ser amamantado de forma igual o parecida.

Buen regalo para tu lector y para mí.