Editorial Alaire

Hay un espejo roto
en las calles dormidas,
ha caído del cielo triste.
cayó en mí y en ti,
en el asombro inmóvil
de las chimeneas,
como una bufanda enorme de rocío,
delicada, entre las manos del viento
bordadas de luz y agua,
con el enigma de los ríos
y la melancolía de una tórtola.
Se fue el cielo
con sus pétalos cristalinos,
se fue como galopando
en el vendaval sombrío
que entraba en nuestras almas,
sin retorno y sin otro más que
morir en el fuego mustio
de los trenes de la tarde.
Mis ojos dos paraguas oscuros,
más bien dos gotas negras
resbalando en los girasoles
del frío eternamente maulino
y observo claramente tu llanto,
tu desintegrada lágrima
sobre mis pestañas de hierro.

Precioso poema, lírico y muy agradable de leer. Un placer
Besos
Pilar

Imágenes y metáforas que me han sorprendido por su profundidad y belleza. U poema que me ha encantado leer.

Un abrazo, amigo.
Óscar

Magnífica propuesta, con una óptica singular
acerca del tema. Me ha encantado tu forma. Te seguiré.
Un abrazo.

Mitsy

Muy bueno amigo Antonio, me ha gustado mucho, esa avalancha de imágenes y esos versos magníficos. Un placer y un abrazo-

Bello como el diamante.
Un saludo, genio.

Pilar Morte escribió:Precioso poema, lírico y muy agradable de leer. Un placer
Besos
Pilar

Amiga Pilar muchas gracias por comentar!
Saludos!!

Me uno a todos ... es un maravilla !!!
mil besos y mil gracias

Curra

Ya sé que te lo he dicho muchas veces, pero siempre das motivos para que te lo siga diciendo, Antonio, eres muy bueno y este poema es una muestra irrefutable de ello. Los últimos versos de metáforas profundas e inquietantes son impresionantes.

Un abrazo.

Hola Antonio.

Un poema con unas hermosas imágenes, musical y lirico. Me gustó. Un abrazo.

Me ha encantado el poema. Recibe mis abrazos, Antonio.

Antonio Satír escribió:Hay un espejo roto
en las calles dormidas,
ha caído del cielo triste.
cayó en mí y en ti,
en el asombro inmóvil
de las chimeneas,
como una bufanda enorme de rocío,
delicada, entre las manos del viento
bordadas de luz y agua,
con el enigma de los ríos
y la melancolía de una tórtola.
Se fue el cielo
con sus pétalos cristalinos,
se fue como galopando
en el vendaval sombrío
que entraba en nuestras almas,
sin retorno y sin otro más que
morir en el fuego mustio
de los trenes de la tarde.
Mis ojos dos paraguas oscuros,
más bien dos gotas negras
resbalando en los girasoles
del frío eternamente maulino
y observo claramente tu llanto,
tu desintegrada lágrima
sobre mis pestañas de hierro.

Oh! Satir, que bella poesía! ERA

Preciosas y conmovedoras imágenes amigo...
Un gran gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Óscar Distéfano escribió:Imágenes y metáforas que me han sorprendido por su profundidad y belleza. U poema que me ha encantado leer.

Un abrazo, amigo.
Óscar

Gracias Óscar amigo por comentar!
Te dejo un gran abrazo.