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Cine de verano
Publicado: Lun, 15 Jun 2015 14:02
por Eduardo Gregori
Una destartalada geografía
de bloques de hormigón
y balcones exiguos con geranios
y aquella ropa tendida al orear
de la tarde;
banderas del extrarradio en la Valencia
de los años 80.
Una desharrapada geografía
de parques escuálidos con sus mierdas
de perro,
sus yonkis,
sus jeringuillas enterradas en la arena,
sus abuelos al sol,
sus bancos con grafittis.
Una desbaratada geografía
de muros con carteles del Gran Circo
Americano, medio borrados por
la solana de aquellas largas tardes
de poniente.
Inapelablemente agonizantes,
como solo las tardes de poniente
pueden serlo.
Quien lo probó, lo sabe.
Recuerdo tambien el cine de verano.
Había un cine al aire libre en el barrio,
un cine de verano.
Era todo como muy de posguerra,
gente con grandes botellas de gaseosa,
barras de pan, bocadillos de jamón,
tortilla de patatas,
mientras Bud Spencer y Terence Hill
repartían
lo que se viene llamando
unas hostias como panes y todos
reíamos y éramos felices.
Entre la mugre y la cutrez de todo,
bajo la luna y las estrellas de las
noches de verano en
aquella descamisada geografia
éramos, quién lo diría, felices
como piedras en el fondo del río,
lavadas y pulidas por la corriente
que las lleva y las mece,
acunándolas como niños de teta
desde siempre y para siempre.
Beatíficas en su humana condición
de piedra,
de canto rodado,
de rotunda materia.
Re: Cine de verano
Publicado: Lun, 15 Jun 2015 14:32
por E. R. Aristy
Eduardo Gregori escribió:Una destartalada geografía
de bloques de hormigón
y balcones exiguos con geranios
y aquella ropa tendida al orear
de la tarde;
banderas del extrarradio en la Valencia
de los años 80.
Una desharrapada geografía
de parques escuálidos con sus mierdas
de perro,
sus yonkis,
sus jeringuillas enterradas en la arena,
sus abuelos al sol,
sus bancos con grafittis.
Una desbaratada geografía
de muros con carteles del Gran Circo
Americano, medio borrados por
la solana de aquellas largas tardes
de poniente.
Inapelablemente agonizantes,
como solo las tardes de poniente
pueden serlo.
Quien lo probó, lo sabe.
Recuerdo tambien el cine de verano.
Había un cine al aire libre en el barrio,
un cine de verano.
Era todo como muy de posguerra,
gente con grandes botellas de gaseosa,
barras de pan, bocadillos de jamón,
tortilla de patatas,
mientras Bud Spencer y Terence Hill
repartían
lo que se viene llamando
unas hostias como panes y todos
reíamos y éramos felices.
Entre la mugre y la cutrez de todo,
bajo la luna y las estrellas de las
noches de verano en
aquella descamisada geografia
éramos, quién lo diría, felices
como piedras en el fondo del río,
lavadas y pulidas por la corriente
que las lleva y las mece,
acunándolas como niños de teta
desde siempre y para siempre.
Beatíficas en su humana condición
de piedra,
de canto rodado,
de rotunda materia.
Me gusta la voz que añora sus ayeres, el contraste del limpio recorrido, el comentario social, la felicidad inocente rodeada del desorden y el sucio de la calle. Eduardo, sigue, sigue remontando al tiempo y salvando las vallas. Un placer encontrarte en medio de la conmoción del mundo. ERA
Publicado: Lun, 15 Jun 2015 16:48
por Lunamar Solano
Una nostalgia vibrante que dibuja los colores de la emoción atesorada...
Un gusto leerte amigo...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy
re: Cine de verano
Publicado: Lun, 15 Jun 2015 21:34
por Eduardo Gregori
Muchas gracias!
re: Cine de verano
Publicado: Mar, 16 Jun 2015 6:35
por Alejandro Soler
Eduardo, me ha gustado mucho el poema y me he sentido identificado por la época en la que yo era niño, las circunstancias que me rodeaban (muy reconocibles algunos detalles) y, a pesar de todo, la experiencia de la felicidad infantil. Gracias por compartir.
Un saludo
re: Cine de verano
Publicado: Mar, 16 Jun 2015 14:26
por Macedonio Tracel
disfruté con el sol y el alboroto. me parece muy lindo poema
re: Cine de verano
Publicado: Mar, 16 Jun 2015 16:40
por Eduardo Gregori
Mil gracias, Alejandro. Imagino que si, debe ser una memoria compartida por todos los niños de barrios obreros en los 80. Despues de tantos años y tanta distancia lo recuerdo todo asi: desharrapado pero muy feliz. Debia ser la infancia.
Publicado: Mar, 16 Jun 2015 16:42
por Eduardo Gregori
Muchas gracias, Macedonio. Lo del sol hace referencia a las interminables y sofocantes tardes de poniente (cuando sopla el viento del oeste) en la costa mediterranea. La temperatura puede sobrepasar ampliamente los 40 y hay como un miedo colectivo, como un espiritu de refugio de bombardeo. Lo recuerdo asi.
Publicado: Mié, 17 Jun 2015 2:30
por Josefa A. Sánchez
El olor de bocadillos y el ruido de pipas en el cine, me llega nítido desde el fondo denso del poema. Creo que es lo primero que te leo, pero no será lo último (espero). Bienvenido y que te sea grata la estancia.
Un abrazo.
Pepa
re: Cine de verano
Publicado: Mié, 17 Jun 2015 10:44
por Pablo Ibáñez
Eduardo,
me ha gustado este recuerdo nostálgico de los cines de verano, amigo.
Creo que has sabido reflejar muy bien el ambiente de aquellos años.
Un abrazo.
Publicado: Mié, 17 Jun 2015 12:57
por José Manuel Vargas Breval
Siempre me gustaron los poemas que evocan la nostalgia con tanta dulzura y musicalidad. Un aplacer leer este poema, Eduardo. Un saludo !
Publicado: Mié, 17 Jun 2015 15:02
por Israel Liñán
Tu poema es una ventana temporal que se abre un poquito con cada verso.
Me gusta mucho la forma de plantear el poema, el lenguaje que utilizas, cotidiano, directo.
Y como no las leches a mano abierta de Bud Spencer... ¡qué grande!.
Un abrazo compañero.
re: Cine de verano
Publicado: Mié, 17 Jun 2015 15:04
por Xequinfumfa
Muchas gracias a todos. Un placer.
Publicado: Mié, 17 Jun 2015 15:40
por Eduardo Gregori
Gracias.
Oye, me he hecho un lio con los nicks y he entrado antes como "Xequinfumfa", ruego a la moderacion que borre mis comentarios con ese nick. No intento tener mas votos con eso. Lo mio no es la tecnologia, definitivamente.
Publicado: Mié, 17 Jun 2015 17:38
por Ventura Morón
Eduardo, me llegan tantas imágenes al recorrer tus versos. El mío era el "Cine Avenida", vacío interior de una manzana en la que los patios de vecinos se agolpaban como trincheras abiertas, a la luz mágica y el sonido, al corazón que insuflaba en la retaguardia oculta de los edificios, un tiempo que duraba siglos, congelado, en el espectaculo urbano de una vida que se articulaba en ese fondo de ropa tendida, de bombonas de butano, de ilusionismo en la transformación de un espacio baldío.
Gracias por esta mirada romántica y realista, a unos momentos que se vivían en esos 80, y que me has hecho revivir, con tus sentidos versos.
Un abrazo, me alegro que estés por aquí, te doy la bienvenida, y espero seguir leyéndote