Editorial Alaire

[RIGHT]Yo formé parte de aquello.
Eso nadie me lo puede arrebatar.

Karmelo C. Iribarren[/RIGHT]

Es dura la existencia sin calor. La búsqueda de que te quieran un poco. Que alguien te diga buenos días o buenas noches, aunque sea por whatsapp; que alguien te diga algo.
Cuando la ciudad te engulle como una ballena no hay remedio a la soledad y buscas lo que sea. Transitas bares indecentes, el ruido sin nostalgia del neón. Quieres escribir algo, la falda a mitad de camino entre las bragas y la memoria de tus rodillas. También pruebas todo para demostrar que tu escote duele al inyectado de las drogas posibles. Y con desaliento regresas a tu cama, al trabajo; corriges el camino de regreso y avientas que te llamas Roxana.

Al final, te escondes en un mundo ficticio para saber si alguien, por analogía, se acuerda de ti. ¿Hay alguien ahí? Aparecen las deseadas palabras: Hola. ¡Sí! Me responden. Deseada, juego. Dime espejito: ¿Soy yo la más bonita? Claro madrina, tú eres como quieras ser. Bendita tecnología que hizo de la distancia la mayor de las virtudes. Para no aburrirme. Para andar por casa. Fuiste correspondida con amor sincero.

Entonces, ¿qué me impide soñar? Él es guapo, inteligente. Río el instante mientras transitamos mundos que nunca imaginé. Sus viajes son míos. Y me voy. Se va. Cabalgo a lomos de una mentira que no deja de prolongar mi natural bautismo antagónico. Roxana. Es un bello nombre. ¿Tú cómo te llamas? Roger, me llamo Roger. Dime Roxana ¿dónde vives? No importa eso Roger. Sólo son datos. ¿Para qué apalancar la realidad? No seas como los otros. No puedo salir. Me convierto en un bit más de este megaproyecto virtual. El quería venir a conocerme para hacerme piel, la sangre primavera. Derramar el aliento. También le dije que iba. Pero yo no quiero tener carne. Sólo un dibujo en su memoria. Algún día tendré que confesarle que me llamo Leandro. Un nombre más del cancionero.

La Corporación

Este relato es una belleza; inteligente y perfectamente humano y comprensible. Los antónimos, lo vivido, la fiebre de ser y trasmutar. La ideología destronada por el pulso fácil, el bit cómplice.

Un gustazo aplaudir este trabajo, Armilo.

Salud y felicidad.

Gracias Hallie por tu comentario, generoso en demasía.
He de confesar que la idea es de Ana. Ayer charlando un rato con ella, después de lanzar su fantástico reto le decía que lo iba a tener difícil, como así ha sido.
Quería por lo menos perder dignamente y de la conversación salió esta idea sobre los antónimos. Esta metáfora entre alguien que dice llamarse hembra y es un macho.
Finalmente un divertido juego de palabras que espero haya gustado.
Ojalá este foro se anime cada vez más.
Gracias por tu trabajo en él.

Recibe un cordial saludo.

Menuda rapidez mental la tuya, Armilo. Bastaron unas pocas horas para que respondieras al reto y cumplir, al menos, una de las premisas: antónimos. Pero fallaste en una cosa, no es prosa poética, ¡Cachis!

Sin embargo es una joya de texto. Con frases para guardar como oro en paño:
Cuando la ciudad te engulle como una ballena no hay remedio a la soledad y buscas lo que sea. Transitas bares indecentes, el ruido sin nostalgia del neón. Quieres escribir algo, la falda a mitad de camino entre las bragas y la memoria de tus rodillas. También pruebas todo para demostrar que tu escote duele al inyectado de las drogas posibles. Y con desaliento regresas a tu cama, al trabajo; corriges el camino de regreso y avientas que te llamas Roxana.

Mientras leía tu cuento recordaba un amigo de whatsapp, de juegos de rol y, de bastantes confidencias. Con su risa y su saludo me hace saber que está bien, que sigue luchando y me transmite optimismo. A veces pasan meses sin una palabra y no pasa nada. No sé dónde vive (no me importan los datos), pero intuyo cómo se siente. Sabemos lo necesario el uno del otro. ¿Para qué más?
Es chico porque lo dice él y porque en alguna ocasión (hace tiempo ya) escuché su voz. Tampoco tiene importancia. Solo sé que es la amabilidad personificada y también sé de sus ganas de alegrar el día de su receptor.

La comunicación tiene tantas formas que es bueno aprovechar todas. Este es uno de nuestros temas preferidos, ¿verdad, Armilo?

¡Qué buenos son estos retos nuestros!
Beso

Vuelvo a tu cuento, Armilo, para poner una nota de humor que se me quedó en el tintero. Si lo que importa es la pasión, que más da que se llame Leandro o Roxana; Victor o Victoria. Parece que con tu relato nos vienes a decir que uno/una puede enamorarse en la distancia sin tocar piel y que lo que apasiona es la mente.



Ahí dejo eso.

Ana, ya he dicho que gran parte de las ideas que impregnan mis obras tienen origen en el apasionante debate que mantenemos constantemente sobre la literatura y la vida, lo cual nos lleva frecuentemente a hacernos la cena cada uno por separado.
Creo que surgen reflexiones interesantes que tú eres capaz de sacar, en el límite de mis palabras, generando lineas de pensamiento nuevas.

Aquí intento reflejar el límite de la comunicación, la ausencia de verdad, de cara, de palabra matizada por la voz. La mentira como fondo totalmente justificable por cierto.

Se ha sustituido la tertulia por el wap. Tú eres una gran defensora de las nuevas tecnologías y yo las apoyo.

Estoy a favor de los canales que unen pero como te he dicho, sustituir la tapa y el vino, la visión directa de los gestos, el labio, los ojos por el teclado creo empobrecer al contexto y perdernos una cantidad enorme de información.

Para sentir optimismo, sólo hay que leer los poemas de mi hermano Fernando de Alta y Vergacruz. No creo que tenga que mandarte un mensaje por msn nadie, de mes en mes, para decirte lo maravilloso que es el mundo.

Abierto el debate queda.

Un beso.

Armilo Bretón escribió:Ana, ya he dicho que gran parte de las ideas que impregnan mis obras tienen origen en el apasionante debate que mantenemos constantemente sobre la literatura y la vida, lo cual nos lleva frecuentemente a hacernos la cena cada uno por separado.
Creo que surgen reflexiones interesantes que tú eres capaz de sacar, en el límite de mis palabras, generando lineas de pensamiento nuevas.

Aquí intento reflejar el límite de la comunicación, la ausencia de verdad, de cara, de palabra matizada por la voz. La mentira como fondo totalmente justificable por cierto.

Se ha sustituido la tertulia por el wap. Tú eres una gran defensora de las nuevas tecnologías y yo las apoyo.

Estoy a favor de los canales que unen pero como te he dicho, sustituir la tapa y el vino, la visión directa de los gestos, el labio, los ojos por el teclado creo empobrecer al contexto y perdernos una cantidad enorme de información.

Para sentir optimismo, sólo hay que leer los poemas de mi hermano Fernando de Alta y Vergacruz. No creo que tenga que mandarte un mensaje por msn nadie, de mes en mes, para decirte lo maravilloso que es el mundo.

Abierto el debate queda.

Un beso.

Es que no hay que sustituir nada, todo es aprovechable: Whatsapp, tapeo, cenas por separado...
Lo importante es comunicar sea el medio que sea y, a su vez, dejar espacio para los silencios que tienen su dosis de interés.
Es un debate interesante Armilo.
Beso.

Tigana Nelson escribió:Vuelvo a tu cuento, Armilo, para poner una nota de humor que se me quedó en el tintero. Si lo que importa es la pasión, que más da que se llame Leandro o Roxana; Victor o Victoria. Parece que con tu relato nos vienes a decir que uno/una puede enamorarse en la distancia sin tocar piel y que lo que apasiona es la mente.

Ahí dejo eso.

Mi estimada y admirada Ana, si no te conociera entraría al trapo de tu lengua. Eres especialista en cambiar el rumbo de la historia y troncharte de risa pero tu churri ya tiene algunos kilómetros recorridos.
Eso de la mente y esas cosas está muy bien para Platón y algunos poetas del periodo dieciochesco que se la cogían con papel de fumar pero no para la Corpo que quiere piel y pelo. Ni Victor ni Victoria. El relato aboga por una relación en la que la verdad sea el fundamento. A partir de ahí llega la exploración de todo lo demás.

Ahí dejo eso con un beso

Tigana Nelson escribió: Es que no hay que sustituir nada, todo es aprovechable: Whatsapp, tapeo, cenas por separado...
Lo importante es comunicar sea el medio que sea y, a su vez, dejar espacio para los silencios que tienen su dosis de interés.
Es un debate interesante Armilo.
Beso.

Lo importante es no confundir el tocino con la velocidad. Tienes toda la razón en que hay que aprovechar todos los medios disponibles para estar con las personas, para compartir con ellas pero lo que en el cuento se pone en evidencia es que hay determinados canales que se convierten en obsesión y parapeto de mentira.
Cuando se trasciende un determinado nivel consecuencia lógica es la sinceridad y poner piel a la palabra.
Reflejo un mundo que hoy se está convirtiendo en habitual y que no es el más adecuado a las necesidades de las personas. Pueden paliar un instante pero no una vida.

Un beso.

elPerro

Armilo Bretón escribió:

Tigana Nelson escribió:Vuelvo a tu cuento, Armilo, para poner una nota de humor que se me quedó en el tintero. Si lo que importa es la pasión, que más da que se llame Leandro o Roxana; Victor o Victoria. Parece que con tu relato nos vienes a decir que uno/una puede enamorarse en la distancia sin tocar piel y que lo que apasiona es la mente.

Ahí dejo eso.

Mi estimada y admirada Ana, si no te conociera entraría al trapo de tu lengua. Eres especialista en cambiar el rumbo de la historia y troncharte de risa pero tu churri ya tiene algunos kilómetros recorridos.
Eso de la mente y esas cosas está muy bien para Platón y algunos poetas del periodo dieciochesco que se la cogían con papel de fumar pero no para la Corpo que quiere piel y pelo. Ni Victor ni Victoria. El relato aboga por una relación en la que la verdad sea el fundamento. A partir de ahí llega la exploración de todo lo demás.

Ahí dejo eso con un beso

Algunos poetas iban "fumaos", sí, y con la nariz a tope. ¡Cómo disfrutaban los joios!
A estas alturas deberías saber que la historia tiene su reverso. Depende de quien la cuente. Si es lo que yo te digo: la verdad está sobrevalorada.
Parece que desconoces al pleno de la Corpo: busca pasión. Una vez contada la verdad o los datos, no dejas resquicio para volar.
Esto es como el juego de la insinuación, que vas descubriendo piel poco a poco. ¿Y si exploras primero y preguntas después? Algo así hacia la policia, ¿no?
¡Ah, por cierto! Tú ves un trapo rojo y te lanzas al cuello, jajaj
Beso.

Armilo Bretón escribió:

Tigana Nelson escribió: Es que no hay que sustituir nada, todo es aprovechable: Whatsapp, tapeo, cenas por separado...
Lo importante es comunicar sea el medio que sea y, a su vez, dejar espacio para los silencios que tienen su dosis de interés.
Es un debate interesante Armilo.
Beso.

Lo importante es no confundir el tocino con la velocidad. Tienes toda la razón en que hay que aprovechar todos los medios disponibles para estar con las personas, para compartir con ellas pero lo que en el cuento se pone en evidencia es que hay determinados canales que se convierten en obsesión y parapeto de mentira.
Cuando se trasciende un determinado nivel consecuencia lógica es la sinceridad y poner piel a la palabra.
Reflejo un mundo que hoy se está convirtiendo en habitual y que no es el más adecuado a las necesidades de las personas. Pueden paliar un instante pero no una vida.

Un beso.

elPerro

Pero vamos a ver (el perro es cabezota), en el cuento expones dos vidas solitarias de difícil encuentro, que sueñan con piel. Vale, hasta ahí llego.
Cuando yo leo un libro no me importa si la historia es real o fingida. Importa que me lleve de la mano, que no cierre el libro antes de tiempo (sobre todo por aburrimiento), que me haga vibrar, soñar con otros mundos. Por supuesto que también vivo la realidad con los pies en la tierra.
¿Por qué no se puede tener todo? La verdad tiene un montón de matices y tu prota tan solo un defectillo: que es varón. Por un quítame allá esas pajas... por un detallito nimio...
Sigo pensando que en tu relato demuestras que el amor va más allá de la piel. He dicho.
Beso.

Bueno, Armilo, al fin la soledad. Buscamos recompensas y reconocimiento, pero estamos solos. Por eso el lenguaje no funciona y Samuel Beckett fue uno de los magos de la incomunicación. Cuando creemos que el otro nos escucha y reconoce, resulta que está pretendiendo lo mismo que nosotros. Solamente el psicólogo (y vaya usted a saber hasta dónde -soy psicólogo sin ejercer-) se pone en disposición de escuchar, pero cobrando. ¿Será la prostitución una salida?
Salud.