Editorial Alaire

Para mi coco panameño, Oscar Diestefano, que cada vez que habla enseña.


Llueve,
y el viento envuelve,
arrastra,
se lleva.
Y solo llueve.

Llora mi alma
todas las almas,
huele a fuego,
a miedo,
a noche amarga.

Tronca las plantas
y llueve,
burbuja el suelo,
y no amanece.
Discute el ansia,
y llora, y solo,
y mira
entre los sueños,
muere
pero aún llueve.
Y escupe relámpagos
y luces
y ganas.
Llueve
y llora,
la noche se enciende
y mira olimpos
y grita truenos,
pero llueve
y en la distancia sola
siguen relámpagos.

Molinos y causas
se entregan,
se vencen,
se agotan,
se duermen
y solo cambian
para ser limpios,
puros
y nuevos.
Alma sin trampas.

Sale de la Sala de Espera.

Hermosa y muy sensible mirada siempre mi querida amiga...bella dedicatoria...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

curra anguiano escribió:Para mi coco panameño, Oscar Diestefano, que cada vez que habla enseña.


Llueve,
y el viento envuelve,
arrastra,
se lleva.
Y solo llueve.

Llora mi alma
todas las almas,
huele a fuego,
a miedo,
a noche amarga.

Tronca las plantas
y llueve,
burbuja el suelo,
y no amanece.
Discute el ansia,
y llora, y solo,
y mira
entre los sueños,
muere
pero aún llueve.
Y escupe relámpagos
y luces
y ganas.
Llueve
y llora,
la noche se enciende
y mira olimpos
y grita truenos,
pero llueve
y en la distancia sola
siguen relámpagos.

Molinos y causas
se entregan,
se vencen,
se agotan,
se duermen
y solo cambian
para ser limpios,
puros
y nuevos.
Alma sin trampas.

Sensorial y hermoso poema. Enhorabuena.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Un poema muy bello que apela a los sentidos para transmitir sus sensaciones. Un gusto pasar por tus letras, poeta. Un gran abrazo.

Un bello poema, que vuelvo a leer y disfruto con la misma satisfacción que la primera vez. Una tormenta de sensaciones que alcanzan al lector, eso es poesía. Un gran abrazo poeta.

curra anguiano escribió:Para mi coco panameño, Oscar Diestefano, que cada vez que habla enseña.


Llueve,
y el viento envuelve,
arrastra,
se lleva.
Y solo llueve.

Llora mi alma
todas las almas,
huele a fuego,
a miedo,
a noche amarga.

Tronca las plantas
y llueve,
burbuja el suelo,
y no amanece.
Discute el ansia,
y llora, y solo,
y mira
entre los sueños,
muere
pero aún llueve.
Y escupe relámpagos
y luces
y ganas.
Llueve
y llora,
la noche se enciende
y mira olimpos
y grita truenos,
pero llueve
y en la distancia sola
siguen relámpagos.

Molinos y causas
se entregan,
se vencen,
se agotan,
se duermen
y solo cambian
para ser limpios,
puros
y nuevos.
Alma sin trampas.

Un bello poema a la energia del agua, al tronar de cosas buenas,Curra. que belladedicatoriaa nuestro colega Oscar. Un abrazo, ERA

Hermosa dedicatoria de Curra a Óscar.