Rafael

[Ignacio Mincholed]

En cursiva, versos glosados del poema
"Muerto de amor", de Rafael de León

...

Mantenía la voz en la borrachera
inalterable,
siempre el mismo trueno de roble.
Viejo, me decía.

Un sándwich y dos raciones de coñac.
Acariciaba la copa llorando sus senos,
mientras callaba su añoranza discreto.
Son así, me decía.

Nunca llegaba tarde
porque nadie le esperaba,
si acaso él me aguardaba.
Vamos, me decía.

Le gustaban las chicas del cuatro rosas,
las confundía pero no se daban cuenta.
Dos raciones de coñac y cacahuetes.
Esa me mira, y sonreía.

Viejo, me decía:
No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura…
Y alguna lágrima llegaba hasta la punta de algún seno.

Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura…
Y le besaban, y sonreía, y yo aprendía, y me miraba
muriendo poco a poco.

Crujió la noche el tronco seco y todavía lo espera mi memoria.

...

[Óscar Distéfano]

[RIGHT]En cursiva, versos glosados del poema
"Muerto de amor", de Rafael de León[/RIGHT]
...

Mantenía la voz en la borrachera
inalterable,
siempre el mismo trueno de roble.
Viejo, me decía.

Un sándwich y dos raciones de coñac.
Acariciaba la copa llorando sus senos,
mientras callaba su añoranza discreto.
Son así, me decía.

Nunca llegaba tarde
porque nadie le esperaba,
si acaso él me aguardaba.
Vamos, me decía.

Le gustaban las chicas del cuatro rosas,
las confundía pero no se daban cuenta.
Dos raciones de coñac y cacahuetes.
Esa me mira, y sonreía.

Viejo, me decía:
No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura…
Y alguna lágrima llegaba hasta la punta de algún seno.

Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura…
Y le besaban, y sonreía, y yo aprendía, y me miraba
muriendo poco a poco.

Crujió la noche el tronco seco y todavía lo espera mi memoria.

...

Este poema-homenaje es una enormidad de talento derramado sobre los versos. Me has sorprendido, amigo, no porque ignorase tu talento, sino por el registro, por la intertextualidad ejemplar y empática, por la lírica de alto vuelo, por la trasmisión de un sentimiento humano, muy humano, que contagia; me has sorprendido por el ritmo, por esa enérgica marcación de los acentos, que invita a una entonación con copas de vino en alto. Esta vez, que se escuchen mis aplausos. La luz de tu poema me ha sacado de una oscura indolencia. Gracias.

Un abrazo grande de admiración.
Óscar

[M. Sánchez]

Muy buen poema, Ignacio. Mi felicitación y mi aplauso.

Un fuerte abrazo.

[Pablo Ibáñez]

Ignacio,

me ha gustado mucho el poema, amigo.

Me gusta el tono natural que has sabido darle, me gusta el formato en verso corto, creo que se ajusta muy bien a esa descripción nostálgica que tan bien has sabido conseguir. Me gustan los recuerdos emocionados de amigos, me gustan las citas textuales de versos.

Un abrazo.

[Luis M]

Viejo, me decía:
No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura…
Y alguna lágrima llegaba hasta la punta de algún seno.

Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura…
Y le besaban, y sonreía, y yo aprendía, y me miraba
muriendo poco a poco.


...

El poema entero es precioso y estas estrofas que destaco me parecieron realmente fantásticas.
Todo un placer de lectura, Ignacio. Mi sincera felicitación y abrazo, amigo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Extraordinario, Ignacio. Imprimes belleza, emoción y amor a borbotones.

De pie para la ovación sostenida.

Abrazo y felicidad.

[Manuel Alonso]

Ignacio, precioso poema, homenaje a Rafael, citando algunos versos suyos. Un placer, amigo y un abrazo.

[E. R. Aristy]

[RIGHT]En cursiva, versos glosados del poema
"Muerto de amor", de Rafael de León[/RIGHT]

...

Mantenía la voz en la borrachera
inalterable,
siempre el mismo trueno de roble.
Viejo, me decía.

Un sándwich y dos raciones de coñac.
Acariciaba la copa llorando sus senos,
mientras callaba su añoranza discreto.
Son así, me decía.

Nunca llegaba tarde
porque nadie le esperaba,
si acaso él me aguardaba.
Vamos, me decía.

Le gustaban las chicas del cuatro rosas,
las confundía pero no se daban cuenta.
Dos raciones de coñac y cacahuetes.
Esa me mira, y sonreía.

Viejo, me decía:
No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura…
Y alguna lágrima llegaba hasta la punta de algún seno.

Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura…
Y le besaban, y sonreía, y yo aprendía, y me miraba
muriendo poco a poco.

Crujió la noche el tronco seco y todavía lo espera mi memoria.

...

Maravilloso poema al amor inmarcesible. Te felicito Ignacio. ERA

[Ignacio Mincholed]

[RIGHT]En cursiva, versos glosados del poema
"Muerto de amor", de Rafael de León[/RIGHT]
...

Mantenía la voz en la borrachera
inalterable,
siempre el mismo trueno de roble.
Viejo, me decía.

Un sándwich y dos raciones de coñac.
Acariciaba la copa llorando sus senos,
mientras callaba su añoranza discreto.
Son así, me decía.

Nunca llegaba tarde
porque nadie le esperaba,
si acaso él me aguardaba.
Vamos, me decía.

Le gustaban las chicas del cuatro rosas,
las confundía pero no se daban cuenta.
Dos raciones de coñac y cacahuetes.
Esa me mira, y sonreía.

Viejo, me decía:
No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura…
Y alguna lágrima llegaba hasta la punta de algún seno.

Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura…
Y le besaban, y sonreía, y yo aprendía, y me miraba
muriendo poco a poco.

Crujió la noche el tronco seco y todavía lo espera mi memoria.

...

Este poema-homenaje es una enormidad de talento derramado sobre los versos. Me has sorprendido, amigo, no porque ignorase tu talento, sino por el registro, por la intertextualidad ejemplar y empática, por la lírica de alto vuelo, por la trasmisión de un sentimiento humano, muy humano, que contagia; me has sorprendido por el ritmo, por esa enérgica marcación de los acentos, que invita a una entonación con copas de vino en alto. Esta vez, que se escuchen mis aplausos. La luz de tu poema me ha sacado de una oscura indolencia. Gracias.

Un abrazo grande de admiración.
Óscar

Óscar, aprecio mucho este comentario tuyo. Gracias. Al margen de tus generosas palabras, me alegra la lectura precisa que has hecho de mi sentir. Es curioso como el tiempo decanta las emociones sin fecha. Este es un recuerdo emocionado a mi amigo Rafael Arcos, actor y poeta, a quién escucharle recitar a Rafael de León suponía algo próximo a temblar, y más sabiendo de él.

Gracias, Óscar, un fuerte abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Muy buen poema, Ignacio. Mi felicitación y mi aplauso.

Un fuerte abrazo.

Gracias Manuel. Aprecio tu nota.

Un abrazo.
Ignacio

[Lunamar Solano]

Desbordado de sensibilidad y emoción tus versos amigo...
Conmueve profundamente... un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Josefa A. Sánchez]

"...una saliva áspera,
fiera, me apretujaba
la tímida garganta..."

Despedida (Rafael de León)

Pues eso. Que felicidades.
Un abrazo.
Pepa

[Rafel Calle]

Muy bello trabajo de Ignacio.

[Ignacio Mincholed]

Ignacio,

me ha gustado mucho el poema, amigo.

Me gusta el tono natural que has sabido darle, me gusta el formato en verso corto, creo que se ajusta muy bien a esa descripción nostálgica que tan bien has sabido conseguir. Me gustan los recuerdos emocionados de amigos, me gustan las citas textuales de versos.

Un abrazo.

Pablo, gracias por la nota. Me alegra que te haya encajado.

Un abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Viejo, me decía:
No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura…
Y alguna lágrima llegaba hasta la punta de algún seno.

Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura…
Y le besaban, y sonreía, y yo aprendía, y me miraba
muriendo poco a poco.


...

El poema entero es precioso y estas estrofas que destaco me parecieron realmente fantásticas.
Todo un placer de lectura, Ignacio. Mi sincera felicitación y abrazo, amigo.

Gracias, Luis, aprecio y agradezco tu nota.

Un abrazo.
Ignacio