La luz apagada de mil estrellas
Publicado: Mar, 09 Jun 2015 5:58
Alacena opaca, de la verdad lívida y temblorosa,
abierta, incrustada de razones que solo idean
el esguince del tiempo,
el bruñido de la memoria,
el recostar cansino de un vago,
piensas y entre brumas razonas
la alegoría de un soneto entristecido
y viudo de rimas.
Empobreciendo la asfixia de una duda
destilada en lírica supina
y abotonada a pie de un error, equivocado,
llana para ensuciar el esquilmado cerebro de un sabio
que distraído perfila la volatilidad de una lupa que solo tapa.
Sucedes en la ecuación de un instante
o el reflejo de un tórrido sueño
que de papel se escribe,
pronosticas y equilibras,
mides la verdad de una suma,
rezumas teoremas frágiles e inacabados,
te sientes camino de glorias
pero solo rezas al beso milagro,
al olor de un niño
o a la mano que sujeta tu mundo, sin amor, inacabado.
Y cuando se funden los velos y bailas,
te prometes al amor eterno.