Editorial Alaire

Me empeñé en algo
de sórdida naturaleza.
En el brillo
de los combates alados
moraba Lucifer riéndose de mí.

Amé del ajedrez
el juego de la dama
en su ilusión
tan cándida y tan pérfida
a la vez.

El alfil de rey
fue mi aliado
en la utopía de los pájaros nocturnos.

Supe de la estrategia militar
y sin embargo
opté por la pasión
arraigada en el tiempo de los astros,
para dar nacimiento
a un mundo de luz en el abismo.

Permanecí extasiada
con las palabras híbridas de sueño.

En el crisol del alquimista
amé sin cercenarme.

Me olvidé de los límites
del hombre de los hielos.
Lo elevé a un monolito
de proporciones gigantescas.

Al final me atacó
como si fuera oscura y predadora.

Escapé de la quema
con la incisión precisa,
como si nunca hubiera sido una mujer volcánica.

Me adueñé de un destino indescifrable,
pero el azar de pronto
se reveló en su esencia más bestial
y tuve que esconderme en un refugio.


Ana Muela Sopeña

Ana Muela Sopeña escribió:Me empeñé en algo
de sórdida naturaleza.
En el brillo
de los combates alados
moraba Lucifer riéndose de mí.

Amé del ajedrez
el juego de la dama
en su ilusión
tan cándida y tan pérfida
a la vez.

El alfil de rey
fue mi aliado
en la utopía de los pájaros nocturnos.

Supe de la estrategia militar
y sin embargo
opté por la pasión
arraigada en el tiempo de los astros,
para dar nacimiento
a un mundo de luz en el abismo.

Permanecí extasiada
con las palabras híbridas de sueño.

En el crisol del alquimista
amé sin cercenarme.

Me olvidé de los límites
del hombre de los hielos.
Lo elevé a un monolito
de proporciones gigantescas.

Al final me atacó
como si fuera oscura y predadora.

Escapé de la quema
con la incisión precisa,
como si nunca hubiera sido una mujer volcánica.

Me adueñé de un destino indescifrable,
pero el azar de pronto
se reveló en su esencia más bestial
y tuve que esconderme en un refugio.


Ana Muela Sopeña

Podríamos decir que se trata de un autorretrato poético, alegórico y metafórico. Hay una descripción rotunda del antagonismo humano "ángel-demonio", y la lucha terrible que se desata (o se ha desatado desde los umbrales del tiempo homínido) en el individuo humano. Quizás la poesía sea el mejor de los refugios posibles. El ritmo es de mi mayor gusto: polimétrico imparisílabo.

Un abrazo grande, Ana.
Óscar

Supe de la estrategia militar
y sin embargo
opté por la pasión
arraigada en el tiempo de los astros,
para dar nacimiento
a un mundo de luz en el abismo.

No desdigo a Oscar, pero a mi me da la sensación de ser el relato casi histórico de una lucha vital, valiente y sensata.
Me ha gustado mucho amiga

Mil besos y mil gracias

Curra

Querido Óscar:

He querido plasmar en estos versos dos niveles de lectura.

Colectivo
y
personal.

No sé si lo he conseguido. Espero que sí.

Gracias por tu hermoso comentario.

Un beso
Ana

Ana

La vida es esa lucha interminable
de dar, ceder
y partir
y recibir


Bellos versos, compañera


Un beso

Muy bella esta entrega Ana, un poema introspectivo que va extrayendo de sus símbolos, los matices que se multiplican en relación con la mirada, la pasión que galopa aunque llegue a una pared tan alta, como para rebuscar un perqueño resquicio en sus cimientos, en espera de una cuerda o un terremoto, que situé la mirada en la cumbre.
Un beso Ana, me encantó leerte

Permanecí extasiada
con las palabras híbridas de sueño.

Dos versos que dicen mucho y bien de tu poesía, compañera.

Me ha encantado este poema. Dichoso de entrar y saludarte. Espero que todo te vaya bien, en todos los sentidos. Un fuerte abrazo.

Mario.

Preciosa la transparencia que despliega cada una de tus imágenes amiga...
Gracias por compartir...ha sido bello leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...

Con la constancia de haber pasado por tu poema, y mi placer por su lectura, te dejo un fuerte abrazo.

Me han gustado tus hermosos versos cargados de sinceridad y belleza. Un placer
Besos
Pilar

Gracias, Curra, por venir...

Un beso muy grande
Ana

Ricardo, agradezco mucho tu comentario.

Un beso enorme
Ana

Ventura:

Me agradan mucho tus palabras. Gracias.

Besos
Ana

Gracias, Mario, por enredarte entre mis versos.

Un beso enorme
Ana

Lunamar, gracias enormes por tus palabras.

Un beso
Ana