Editorial Alaire

DEL OIR Y DEL ESCUCHAR

Sin duda, Alderton. Me enervan estas hordas de vulgares turistas, invadiendo nuestras calles y husmeando en nuestras vidas. Desestabilizan las buenas costumbres inglesas. ¿No crees querido?

Oh si, sin duda. Llevas razón. Tus buenas costumbres inglesas...

Claro, por supuesto. Oh, habrase visto… ¿Has oído a esos dos, Alderton?

Oh si, por supuesto, Isobel, los he oído.

Sin duda lo has oído. ¿Qué te parece el comentario?

Oh, no sabría que decirte Isobel. No lo he escuchado.

¿Cómo?. Por supuesto que lo has oído.

Sin duda querida, no estoy sordo; pero no los he escuchado.

Está bien, Alderton. Tu próxima salida será al otorrino. Mí problema de oído lo solucionó el vendito doctor Ear. Cincuenta años de experiencia en pruebas de audición lo avalan. ¿No crees querido?

Lo creo Isobel. Maldito loro deslenguado. Setenta años oyéndote, sin escucharte, avalan mi capacidad de aguante. Eso si que es un buen aval...

¿Decías, Alderton?. Te noto tenso. ¡Tú expresión se tornó grave de repente, querido!

Pensaba en alto, querida Isobel. Pinceladas de toda una vida. Sentimientos que sólo tú me inspiras y que tú, en tu infinita modestia te niegas a escuchar.

Oh tonterías. Ese delirante romanticismo tuyo, nunca deja que oigas lo que ocurre a tu alrededor. En fin, ya es la hora del té. ¿Cómo lo quieres, Alderton?

Oh, si claro, por supuesto. Sin duda no has escuchado nada. Bien caliente y con galletitas de Bath, como toda la vida, por favor querida...

Alderton, estas raro. No oyes y tu voz, que asentía alta y clara, se está tornando en un murmullo mal vocalizado. ¿No crees querido?

Sin duda, Isobel. Bien caliente y con galletitas de Bath.

le flema inglesa y la rutina de la convivencia de años
se dibujan perfectamente en un texto que se lee con agrado

bienvenido-a amigo-a

.

Un texto muy ingenioso que dice mucho más que lo que refleja una conversación cualquiera una tarde cualquiera. Muy ingeniosa forma de hilar conceptos en un diálogo, a mi entender muy dificil de hacer, sin embargo lo has conseguido con una facilidad pasmosa. La sensación de hastío, de rutina abrumadora queda patente casi desde la primera linea.

Un placer leerte Ana, bienvenida.

Sara

Querida prima, nos dejas aquí un brillante ejercicio de dialogo, con un rezumar irónico, brillante de inteligencia, pero que también nos puede llevar a una reflexión sobre la soledad y la incomunicación, muchas veces tan habitual en la costumbre que rige nuestras vidas.

Bicos

J. J. M. Ferreiro,
Este j... le da a todo, y con sus coñas todo lo hace bien. Eter.

Te quiero, porque siempre me emociono con tus versos, en especial con los que me dedicas a mí.

S.Castelar,

Estoy encantada y sobre todo agradecida de poder disfrutar de lo que tu me ofreces. Mil gracias por dedicarme un comentario tan generoso. Un abrazo.

Alonso de Molina,

Gracias, por tus palabras, y por poder disfrutar y aprender mucho de tu obra. Estoy encantada de estar con vosotros.