En estos años
Publicado: Jue, 04 Jun 2015 19:19
En estos años
En estos años no me abandona la cuerda del cuello.
Tengo una mano muy larga que detiene la violencia
y el pensamiento en el vacío, derriba los esqueletos
del aire con la voz que es siempre muerte,
y respira el viejo personaje que huye de los títeres
cansados de la miseria de virtudes.
En estos años se habla con el bastón desesperado,
con la pobre gente desnuda y en charcos de sangre,
presos de las últimas vidrieras del tiempo,
y en su trono el chillar de los perros
y ladrones con la llave a salvo.
En estos años los hospitales libran sus batallas,
cantan el rumor de las sábanas suicidas
y de la espada que gime de sus raíces,
la piel de conciencia adormecida
y de oscura palabra con sus visiones.
Y la memoria, en llanto, como en un principio,
borracha de ausencia de vestido,
buscando los signos huérfanos y excomulgados,
juntando el sol de fondo y alas
sin inicio ni fin, con arbustos de silencio
y volando como fuego, en la línea del verso,
hacia el alimento que peligra en su destino.
Correr como la piedra en el agua
con ceniza y polvo en sus entrañas melancólicas,
la siembra trasparente de su poesía
y alumbrar místicas flores de su orilla.
En estos años mi tristeza madura
con la ternura compartida del hueco sueño,
con la carne que sepulta el alma,
la paz de fantasmas viejos volando a solas,
las bocas sin su vino y respirando
las llamas que me enamoran.
En estos años, esta verdad me devora.
En estos años no me abandona la cuerda del cuello.
Tengo una mano muy larga que detiene la violencia
y el pensamiento en el vacío, derriba los esqueletos
del aire con la voz que es siempre muerte,
y respira el viejo personaje que huye de los títeres
cansados de la miseria de virtudes.
En estos años se habla con el bastón desesperado,
con la pobre gente desnuda y en charcos de sangre,
presos de las últimas vidrieras del tiempo,
y en su trono el chillar de los perros
y ladrones con la llave a salvo.
En estos años los hospitales libran sus batallas,
cantan el rumor de las sábanas suicidas
y de la espada que gime de sus raíces,
la piel de conciencia adormecida
y de oscura palabra con sus visiones.
Y la memoria, en llanto, como en un principio,
borracha de ausencia de vestido,
buscando los signos huérfanos y excomulgados,
juntando el sol de fondo y alas
sin inicio ni fin, con arbustos de silencio
y volando como fuego, en la línea del verso,
hacia el alimento que peligra en su destino.
Correr como la piedra en el agua
con ceniza y polvo en sus entrañas melancólicas,
la siembra trasparente de su poesía
y alumbrar místicas flores de su orilla.
En estos años mi tristeza madura
con la ternura compartida del hueco sueño,
con la carne que sepulta el alma,
la paz de fantasmas viejos volando a solas,
las bocas sin su vino y respirando
las llamas que me enamoran.
En estos años, esta verdad me devora.