Editorial Alaire

Nocturno

Creo sentir, en estas horas,
la más escasa multitud del hombre.

Al crepúsculo empiezan a llorar las rosas
como si en el barranco mismo de la muerte se cayeran
con el aroma de la tierra
recién mojada, y la alarma del grillo
ante la tensa y helada tiranía en los rincones.

Vuela la sirena de una ambulancia.
En el cuarto de arriba suenan la guitarra y la voz
eterna de Jim Morrison, y de nuevo la luna
y sus paños en mi ventana. De nuevo la añoranza.

Lentamente el ahogo emerge del navío naufragado
y se eleva hacia el cielo pardo y taciturno,
y en el jardín se apagan todas las antorchas,
y el tembloroso aroma de las azucenas se refugia
en el rincón más libre de corriente de aire del garaje.
Este año el invierno muerde.

Como el amor de Cristo coronado,
como un parque de juegos infantiles,
como los manantiales rapsodas de las cordilleras,
como el mutismo misterioso del deseo
que oscurece la noche
y apaga los espejos quemantes...

tus pechos --hermosas palomas--, duermen
sobre el follaje de mis ruinosas amapolas;
y ningún alambre en el cielo, ningún cable en mi panorama.
Todo cuanto está vivo es una lámpara sin protección.

Tu rostro ajado llega y me muestra la pátina perdida de la sala,
se despeña con sus lejanas risas habituales,
y deja su ventana bien abierta
donde un doliente adiós observa desde allá.

Hubo un setiembre eterno nuestro
en una habitación de resplandores,
sublime como el ateísmo que desea
echarse de rodillas. Ni tú ni yo lo recordamos ya.

Se alargan los árboles de la noche, y huyen sus aves
de mi boca. En el silencioso río de la calle
va muriendo el silbido solitario de un hombre en paz,
y mi alma embotellada
flota hacia el mar del gran descanso.

Me apresuro, Öscar, a brindar mi más efusiva felicitación por este soberbio poema que araña la fibra sensible del lector más imperturbable.
Todo un lujo de lectura.

Un abrazo.

Tu rostro ajado llega y me muestra la pátina perdida de la sala,
se despeña con sus lejanas risas habituales,
y deja su ventana bien abierta
donde un doliente adiós observa desde allá.

Como de fuerte siento yo esa multitud del hombre, y como espesa mi sentir, cuanto agrede y cuanto entorpece !!!
El poema es simplemente una obra de arte, que seguro se queda en mi embotellado, para jamas decirte adiós.

Mil besos y mil gracias

Curra

Amigo Óscar este Nocturno cala hasta los huesos, amigo, sublime como el ateísmo que aludes. Es un placer leer estos versos que compartes, amigo, recibe un fuerte abrazo.

Óscar tu poema estremece, ¡ Y además nombras a Morrison! qué más se puede pedir.

Un placer pasar por tus versos, compañero.

Un abrazo.

Magnífico nocturno, Oscar, todo él destila poesía en versos preciosos. Me gustó mucho
besos
Pilar

Nocturno que se tiñe de reflexiones profundas, algunas llegan adentro y enamoran con un sentir exquisito, un deseo que no muere, otras pasan por la calle donde puede cruzar el amor o enquistarse el olvido, otras hablan de la música que se recuerda siempre y que nos puede llegar del piso de arriba. Has escrito un gran poema, Óscar, ya lo creo.

Un abrazo.

Vicente Fernández-Cortés escribió:Me apresuro, Öscar, a brindar mi más efusiva felicitación por este soberbio poema que araña la fibra sensible del lector más imperturbable.
Todo un lujo de lectura.

Un abrazo.

Gracias, mi estimado poeta. Tus palabras me estimulan. Recibir la visita de un poeta de tu categoría es un enorme honor, un suceso para festejar; más aún, cuando apruebas este trabajo.

Un abrazo grande.
Óscar

Un nocturno iluminado por tu poesía y por la imperecedera llama de Jim Morrison.

Un abrazo, amigo Oscar.

Magníficos versos, Óscar. Se siente cada verso en lo más profundo.

Enhorabuena
Un beso grande
Ana

Amigo poeta, un placer disfrutar de sus versos
en este gran aporte que nos comparte.

Le dejo mis saludos cordiales.

El enlace de youtube me parece genial.

curra anguiano escribió:Tu rostro ajado llega y me muestra la pátina perdida de la sala,
se despeña con sus lejanas risas habituales,
y deja su ventana bien abierta
donde un doliente adiós observa desde allá.

Como de fuerte siento yo esa multitud del hombre, y como espesa mi sentir, cuanto agrede y cuanto entorpece !!!
El poema es simplemente una obra de arte, que seguro se queda en mi embotellado, para jamas decirte adiós.

Mil besos y mil gracias

Curra

Muchas gracias, Curra, por la forma en que has reflexionado sobre este poema. Quizás sea exagerado el concepto, pero no me importa. Soñaré que así es. Es lo que buscamos sin descanso: crear una obra de arte.

Un abarzo fuerte.
Óscar

Belleza en estado puro.

Un beso enorme, Óscar
Ana

Un poema muy bello, con el sentimiento fluyendo por sus letras y Morrison de fondo indicándonos el camino. Un gran abrazo poeta.