Editorial Alaire

¿Quién invitó a la palabra,
dónde sus acertijos o el jazmín sin olor
que agita?

Primero es la piel, la imagen,
los senos que crecen.

Después la melancolia y el misterio,
el por qué navega tu sol perdido
hacia la oscura playa de un espejo.

En el bar las historias son simples,
el vals de un camarero, la virtud de la rutina
pregunta por la hora no nombrada,
el caparazón de un estudiante
lee sueños
en manteles sin luz.

Y tú que destrozas el cansancio
y me dedicas la incógnita
o la flor imberbe que huye del hemisferio
y te marca como un astro azul.

Te diré de mis incendios,
te diré de la noche
que siempre ha poseído un don.

Todo dura lo que dura el rayo de un signo,
de pronto la raíz se instala en el dulzor frío
de unos labios y apura su corazón de mariposas
engarzadas a la lluvia blanca,
al óxido de un pretérito
que no será llave de un futuro fértil,
que sólo ansia ser ausencia del hoy,
del ayer, del para siempre en ti,
en tu café despiadado.

Ramón Carballal escribió:
¿Quién invitó a la palabra,
dónde sus acertijos o el jazmín sin olor
que agita?

Primero es la piel, la imagen,
los senos que crecen.

Después la melancolia y el misterio,
el porqué navega tu sol perdido
hacia la oscura playa de un espejo.

En el bar las historias son simples,
el vals de un camarero, la virtud de la rutina
pregunta por la hora no nombrada,
el caparazón de un estudiante
lee sueños
en manteles sin luz.

Y tú que destrozas el cansancio
y me dedicas la incógnita
o la flor imberbe que huye del hemisferio
y te marca como un astro azul.

Te diré de mis incendios,
te diré de la noche
que siempre ha poseído un don.

Todo dura lo que dura el rayo de un signo,
de pronto la raíz se instala en el dulzor frío
de unos labios y apura su corazón de mariposas
engarzadas a la lluvia blanca,
al óxido de un pretérito
que no será llave de un futuro fértil,
que sólo ansia ser ausencia del hoy,
del ayer, del para siempre en ti,
en tu café despiadado.

Qué belleza en estos versos Ramón, nunca defrauda tu poesía.
Ese café despiadado del último verso es un hallazgo.
Como dice Hallie, de pie para los aplausos.
Biquiños.

Qué alegría, ya pensaba que no regresabas. Tu poesía no defrauda, tiene esas imágenes tan sugerentes y que se disfrutan. Me gustó el poema, como siempre.
besos
Pilar

...el caparazón de un estudiante
lee sueños
en los manteles sin luz...

Yo que se Ramón, qué decirte ante la belleza de esas imágenes. Cuando un poeta escribe llega a un punto de abstracción tal que, algunas veces, hasta que no relee lo escrito al dia siguiente, no sabe muy bien qué ha escrito. No quiero generalizar, pero a mi me pasa y, en ocasiones digo coño!, esto por qué lo he escrito?.
Lo que quiero decir es que al final lo que se muestra es la superficie de todas esas inmersiones, un punto en que escritor y lector convergen, pero nunca llegando a la profundidad exacta donde el escritor, en su abstracción, se adentró.
Al leerte a ti, tal vez por esas imágenes que te nombraba tan distintas, tan descabelladas a veces, me da la sensación de volarme a ese mismo punto en el que me pierdo cuando escribo, hasta que el poema acaba y me despierto.
Puede ser que esto suene estúpido, pero lo siento así, aunque, quién sabe, igual mañana lo lea y diga "esto lo he escrito yo?", jaja.
Me encanta tu forma de hacer poesía y lo que me transmite, ése es el resúmen.
Un abrazo

Marisa Peral escribió:

Ramón Carballal escribió:
¿Quién invitó a la palabra,
dónde sus acertijos o el jazmín sin olor
que agita?

Primero es la piel, la imagen,
los senos que crecen.

Después la melancolia y el misterio,
el porqué navega tu sol perdido
hacia la oscura playa de un espejo.

En el bar las historias son simples,
el vals de un camarero, la virtud de la rutina
pregunta por la hora no nombrada,
el caparazón de un estudiante
lee sueños
en manteles sin luz.

Y tú que destrozas el cansancio
y me dedicas la incógnita
o la flor imberbe que huye del hemisferio
y te marca como un astro azul.

Te diré de mis incendios,
te diré de la noche
que siempre ha poseído un don.

Todo dura lo que dura el rayo de un signo,
de pronto la raíz se instala en el dulzor frío
de unos labios y apura su corazón de mariposas
engarzadas a la lluvia blanca,
al óxido de un pretérito
que no será llave de un futuro fértil,
que sólo ansia ser ausencia del hoy,
del ayer, del para siempre en ti,
en tu café despiadado.

Qué belleza en estos versos Ramón, nunca defrauda tu poesía.
Ese café despiadado del último verso es un hallazgo.
Como dice Hallie, de pie para los aplausos.
Biquiños.

Muchas gracias, Marisa, eres muy amable. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Qué alegría, ya pensaba que no regresabas. Tu poesía no defrauda, tiene esas imágenes tan sugerentes y que se disfrutan. Me gustó el poema, como siempre.
besos
Pilar

Hola, Pilar. Siempre es grato saber que al menos una persona del foro te echa de menos. La verdad es que no me he ido, lo único que ocurre es que he decidido espaciar más mis publicaciones, ya que tengo la sensación de que mi humilde poesía ya está muy vista y lo poco que haya podido aportar, si es que algo ha sido, ya está hecho. Un beso grande, amiga.

Después la melancolia y el misterio,
el porqué navega tu sol perdido
hacia la oscura playa de un espejo.

Una verdadera maravilla, el oxido del pretérito y el café despiadado, no se puede mejora habalr de una despedida

Mil gracias y mil besos

Curra

María José Honguero Lucas escribió:...el caparazón de un estudiante
lee sueños
en los manteles sin luz...

Yo que se Ramón, qué decirte ante la belleza de esas imágenes. Cuando un poeta escribe llega a un punto de abstracción tal que, algunas veces, hasta que no relee lo escrito al dia siguiente, no sabe muy bien qué ha escrito. No quiero generalizar, pero a mi me pasa y, en ocasiones digo coño!, esto por qué lo he escrito?.
Lo que quiero decir es que al final lo que se muestra es la superficie de todas esas inmersiones, un punto en que escritor y lector convergen, pero nunca llegando a la profundidad exacta donde el escritor, en su abstracción, se adentró.
Al leerte a ti, tal vez por esas imágenes que te nombraba tan distintas, tan descabelladas a veces, me da la sensación de volarme a ese mismo punto en el que me pierdo cuando escribo, hasta que el poema acaba y me despierto.
Puede ser que esto suene estúpido, pero lo siento así, aunque, quién sabe, igual mañana lo lea y diga "esto lo he escrito yo?", jaja.
Me encanta tu forma de hacer poesía y lo que me transmite, ése es el resúmen.
Un abrazo

Te agradezco mucho esas palabras, Maria José. La mayor parte de los comentarios que se reciben suelen ser sobre lo que piensa el lector y no sobre lo que siente. Siempre he tenido muy claro que la poesía debe transmitir y a ser posible emocionar, yo casi nunca lo he conseguido y esa, supongo, es una de mis metas pendientes. Un abrazo grande.

Fantástico poema Ramón. La necesidad de la palabra como esencia del ser humano, que es la comunicación en todas sus formas. Desde la más humilde hasta la más sublime entre las que se encuentra la poesía.
Frente a cierta banalidad, necesaria, de charlas circunstanciales siento en tus versos la agonía de la expresión más allá, traspasar ese muro en que a veces nos convertimos los seres humanos frente al otro.
Bellas imágenes jalonan tus palabras y dan el contrapunto exacto al concepto para trasmitir emoción.
No todo está dicho compañero, no todo está dicho.

Recibe un cordial saludo.

Ramón

El sol navega, querido maestro
hacia tus maravillosos versos


Te felicito


Un abrazo fuerte

curra anguiano escribió:Después la melancolia y el misterio,
el porqué navega tu sol perdido
hacia la oscura playa de un espejo.

Una verdadera maravilla, el oxido del pretérito y el café despiadado, no se puede mejora habalr de una despedida

Mil gracias y mil besos

Curra

Gracias, Curra, por tus generosas e inmerecidas palabras. Un abrazo.

Armilo Bretón escribió:Fantástico poema Ramón. La necesidad de la palabra como esencia del ser humano, que es la comunicación en todas sus formas. Desde la más humilde hasta la más sublime entre las que se encuentra la poesía.
Frente a cierta banalidad, necesaria, de charlas circunstanciales siento en tus versos la agonía de la expresión más allá, traspasar ese muro en que a veces nos convertimos los seres humanos frente al otro.
Bellas imágenes jalonan tus palabras y dan el contrapunto exacto al concepto para trasmitir emoción.
No todo está dicho compañero, no todo está dicho.

Recibe un cordial saludo.

Gracias, Armilo, por leerme y por las amables palabras que me dejas. Un abrazo.

Hubiera destacado algún verso, pero el poema en sí es un despliegue de belleza que emerge de una raíces profundas, por ello cala hasta el alma y emociona.


Mi sincera felicitación, Ramón.

Un fuerte abrazo.

Ricardo Serna G escribió:Ramón

El sol navega, querido maestro
hacia tus maravillosos versos


Te felicito


Un abrazo fuerte

Gracias, Ricardo, por tu amabilidad. Un abrazo.

Ramón, te echaba de menos, me ha gustado mucho el poema, un abrazo, amigo.