Editorial Alaire

Los sueños despiertan
a los mundos vacíos de los amaneceres,
mientras el frío golpea sobre el torso
desnudo de mi espacio, lienzo imperfecto,
donde el tiempo y el destino dibujan a su antojo
el guión arruinado de una vida,
imprimiendo su carácter de juez
como una sentencia sobre la piel de los días.

La tristeza acumulada
en los ojos de la conmiseración,
conspira con la densidad de los recuerdos;
igual que un fuego encendido dentro de una cueva oscura,
que a su paso descubre sobre las paredes,
cada imperfección cincelada tras los años
por el peso de las lágrimas,
cada grieta inservible que la afea
y debilita los cimientos
de lo que antaño sirviera de refugio para otros.

Por todos lados surgen voces
señalando los peligros,
pero no consiguen apartarme de ellos,
porque como pecados de adolescencia
que cometes con la ingenuidad de la primitiva atracción
que se tiene sobre lo desconocido
y el ansia de seguir viviéndolo,
mis caminos eran bocados apetecibles
que endulzaba la voz de la locura.

De nada sirve la súplica de una madre
que llora igual que grita tu nombre
cada vez que ignoras sus consejos,
porque en ellos está la vida, y ella lo sabe;
pero yo no he sabido interpretarlos,
o tal vez, solo los he ignorado. Ya ves,
nunca quise aprender otro lenguaje
que el de escucharme a mí mismo.
Igual que el gran bostezo que respira
sobre los días el aire de los otros,
y cierra los ojos a sus necesidades.

Y como casi siempre, en la inercia de una curva
que se coge demasiado rápido,
y te absorbe, y te absorbe, y no puedes escaparte,
para mí ya fue tarde cuando quise reaccionar,
cuando quise huir de los brazos
retorcidos del abismo, y el hastío de los años
forzaba la respiración, que marcaba,
en todos los relojes,
el ritmo infeliz de los párpados cansados.

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:


Y como casi siempre, en la inercia de una curva
que se coge demasiado rápido,
y te absorbe, y te absorbe, y no puedes escaparte,
para mí ya fue tarde cuando quise reaccionar,
cuando quise huir de los brazos
retorcidos del abismo, y el hastío de los años
forzaba la respiración, que marcaba,
en todos los relojes,
el ritmo infeliz de los párpados cansados.

Miguel Ángel, qué triste pero qué hermoso... esta última estrofa es determinante.
Me ha gustado, como me gustan todos tus poemas.

Por favor, no te vayas!!!

Un beso enorme.

Amiga Marisa, eres muy amable conmigo. Te agradezco tu muestra de apoyo y cariño, lo necesito. Es verdad que pensé en dejarlo todo, pero no solo el foro, sino la poesía, seguir escribiendo. Es en los momentos difíciles y situaciones críticas de la vida donde uno se da cuenta de su propia fragilidad y esa desesperación te lleva a tomar decisiones que no harías en otras circunstancias. No me iré, Marisa, pero también es cierto que en estos momentos la situación personal que vivo es complicada.

Recibo tu cariño.
Un fuerte abrazo para ti.

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:
Amiga Marisa, eres muy amable conmigo. Te agradezco tu muestra de apoyo y cariño, lo necesito. Es verdad que pensé en dejarlo todo, pero no solo el foro, sino la poesía, seguir escribiendo. Es en los momentos difíciles y situaciones críticas de la vida donde uno se da cuenta de su propia fragilidad y esa desesperación te lleva a tomar decisiones que no harías en otras circunstancias. No me iré, Marisa, pero también es cierto que en estos momentos la situación personal que vivo es complicada.

Recibo tu cariño.
Un fuerte abrazo para ti.

Pues me parece un acierto, querido Miguel Ángel.
Quizá en este momento no puedas escribir como quisieras pero estoy segura, lo estoy, de que algo que se ama tanto sólo puede ser un bálsamo sanador.
Y creo que ya has visto que aquí no te faltará todo el ánimo y el cariño del mundo, en la medida que cada uno podamos dártelo.
Espero que esto sea transitorio y que estos problemas se resuelvan pronto, sobre todo los que se refieren a salud.
Un beso enorme.

Es un poema triste pero precioso, de los que llegan porque la sinceridad siempre conecta al lector.
Yo también deseo seguir gozando de tu poesía y , sobre todo, que se resuelvan tus problemas. Aquí tienes el ánimo y compañía, siempre.
Abrazo grande
Pilar

"Ya ves,
nunca quise aprender otro lenguaje
que el de escucharme a mí mismo.
Igual que el gran bostezo que respira
sobre los días el aire de los otros,
y cierra los ojos a sus necesidades.

Y como casi siempre, en la inercia de una curva
que se coge demasiado rápido,
y te absorbe, y te absorbe, y no puedes escaparte,
para mí ya fue tarde cuando quise reaccionar,
cuando quise huir de los brazos
retorcidos del abismo, y el hastío de los años
forzaba la respiración, que marcaba,
en todos los relojes,
el ritmo infeliz de los párpados cansados."

El final del poema me ha parecido hermoso, filosófico y sobrecogedor, una verdadera delicia, a pesar de todo ese trasfondo tan amargo que algo debe de tener que ver con tu situación personal. Espero que te mejores y que sigas compartiendo con nosotros tus poemas, y estoy seguro de que así será, pues la poesía no es equipaje que se abandone tan fácilmente.

Un abrazo, Miguel Ángel.

Un poema intimista y hermoso amigo Miguel Angel, es un placer, un abrazo y ánimo.

Te doy las gracias de nuevo por tus palabras de apoyo, Marisa. Es cierto lo que dices. Esta pasión que se tiene por la poesía, y creo que todos los que publicamos aqui sentimos en mayor o menor medida, no puede ser sino un aliciente, una vía de escape y un motivación que alegre nuestros días.

Un fuerte abrazo.

Muchas gracias por el calor de tus palabras, amiga Pilar.
Me alegro que te gustase el poema.
Un abrazo fuerte.

Gracias por pasar a comentar el poema, amigo Óscar. Como bien apuntas, las circunstancias han influido en la elaboración del poema, aunque no sea una historia real al cien por cien. Es curioso, este poema se fue formando a si mismo. No sé explicarlo exactamente. Por más que intentaba escribir en una dirección, al final, los versos acababan empañados por la tristeza y la fatalidad.
Un fuerte abrazo y gracias por tus palabras de apoyo.

Manuel, muchas gracias por pasar a comentar.
Un fuerte abrazo, compañero.

Interesante la lectura de esta reflexión vital. Mi felicitación y un saludo cordial.

El poema es precioso Miguel Ángel, siento que estes atravesando una situación complicada, pero me alegro de que sigas con nosotros. A veces de los momentos más difíciles surgen los poemas más hermosos, te lo digo por propia experiencia.
Un abrazo

Muchas gracias, Ramón, por tu paso, y amable comentario.
Un fuerte abrazo.

María José, te agradezco mucho el comentario y las palabras de ánimo. Es cierto lo que dices, esos momentos complicados siempre suelen ser inspiradores.
Un fuerte abrazo y me alegro que fuese de tu agrado el poema.