decorando el éxtasis, con caricias
Publicado: Vie, 22 May 2015 16:49
Suspendida en el deseo que malicioso me empuja,
araña insensato la palidez de mi boca amordazada a los gritos
que en temblor ajeno
decorando el éxtasis, con caricias
jadea, para abrazar tan solo a la lujuria
que embiste mi cordura y desgrana el rosario de orgasmos,
mordida tan solo por el viento de las ganas.
Espiritualizando el cosmos o sepultando ingenios
para fusionar los desamparos que se desbordan conmovidos
en una atmósfera de olor a solo el efluvio leve del cuerpo
que colérico y embravecido dibuja esencias
y penetra la inmensidad intima del túnel que busca y persigue
ardor sintetizado y brillante,
mistral veneno que las formas semejadas
de lo torrentes contenidos que eclosionan al ser
para seducir al fin caprichos violentos.
Deleites sincronizados que unísonos desproporcionan la medida de su sensualidad
para desnudar cada ápice del misterio y enredar cada milímetro,
fracciona la belleza de seno descontrolando al mismo sentir
sin limite, ni finalidad, ni imposición
en la estrecha luz, que tan solo en el placer ensancha.
araña insensato la palidez de mi boca amordazada a los gritos
que en temblor ajeno
decorando el éxtasis, con caricias
jadea, para abrazar tan solo a la lujuria
que embiste mi cordura y desgrana el rosario de orgasmos,
mordida tan solo por el viento de las ganas.
Espiritualizando el cosmos o sepultando ingenios
para fusionar los desamparos que se desbordan conmovidos
en una atmósfera de olor a solo el efluvio leve del cuerpo
que colérico y embravecido dibuja esencias
y penetra la inmensidad intima del túnel que busca y persigue
ardor sintetizado y brillante,
mistral veneno que las formas semejadas
de lo torrentes contenidos que eclosionan al ser
para seducir al fin caprichos violentos.
Deleites sincronizados que unísonos desproporcionan la medida de su sensualidad
para desnudar cada ápice del misterio y enredar cada milímetro,
fracciona la belleza de seno descontrolando al mismo sentir
sin limite, ni finalidad, ni imposición
en la estrecha luz, que tan solo en el placer ensancha.