Editorial Alaire

Un recuerdo, sustrato expreso de la magia
que leve desgasta ese trozo de la vida que intenta renacer,
mil cuerpos que callados en el teorema de los egoísmos deambulan
y palomas que a dios se agradecen, porque benditas y generosas aman
acomodando los verdes en la cuna de la felicidad.

Una voz que el alma abraza,
una esquina, un suspiro, los viejos rincones vacíos,
la majestad de un beso que eterno difumina y no olvida
la alícuota pasión que en la sonrisas se acaba,
y ese fondo que crece escondiendo el miedo de sus ansias,
y el rodar del negro que solo se trenza con el misterio,
y que no llora, ya no llora
pero observa y busca añorando ese segundo
que congelado en la esencia, grita, rompe, escribe y llama.

Solo existe, porque solo ama, y solo es bello
y paralizado, invernando apunta a su místico cielo
para recrear un rezo, una pregunta,
ese relámpago de vida que en un banco se afirma
y en el calor del sueño o de un deseo que representa la flor eterna,
la pureza o el valor de la verdad que solo fluye
que solo es el origen y el fin de la esperanza.

Eso que nunca se dice y que tampoco se calla
el poema impreso,
los trozos de episodios ávidos de sí mismos,
las escamas de la esencia
o ese tú que sin nombre es
y en sí mismo adereza el yo con la inspiración
para dejar constancia
y ser indiscreto, simplemente amor,
único y verdadero amor.

Sale de la Sala de Espera.

Curra:

Magnífico poema de sentimientos, belleza y ensueños.

Expresas el mundo interior con gran fuerza, pasión...y al mismo tiempo sutileza.

Un placer pasar por tu palabra.

Felicitaciones
Besos
Ana

Una cascada de versos con mucho sentimiento, con mucha pasión. Me ha gustado pasar por tu ventana.

Un abrazo grande, amiga.
Óscar

Un suspiro profundo y sensible vibra en la intensidad de tus versos querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy