Editorial Alaire

Alberto Madariaga recita un poema de Francisco Enrique León.





Quizás nunca supiste si lloraste mi amor,
si el alba de dolor en sombras derramada
engullía la noche de los embarcaderos,
perseguía al héroe o aclamaba al monstruo.

Pero déjame pensar en ti como no eras
para que pueda amarte en este desvarío,
y sentir esta herida que recorre tu pecho
¡Qué primavera cruel para mis labios!
¡Qué amargo sentimiento
de palabra acosada
ahora que te veo y ya no puedo hablarte,
ahora que no te tengo en mis brazos de dudas
y la muerte acaricia mi silencio de espera
por no haber despertado del último suspiro!

Llorabas por aquel que vivía con mi ropa,
que bajaba a la playa desde otro horizonte
y no encontraba el mar azul para mecerte.

El amor y el silencio eran la misma rima,
sombras de corazón en tu almohada
donde yace la niña sin recuerdo que fuiste.

Mis felicitaciones, Enrique, por este magnifico poema, tan bien acompañado y recitado.

Un abrazo, amigo.

No he podido presentar el poema como quería, desconozco las razones pero, después de haberlo hecho alguna vez, no puedo presentar el vídeo directamente, lo he intentado varias veces y al final he tenido que conformarme con poner el enlace. Me alegro mucho, Raúl, de que te haya gustado el poema, para mí fue un acierto la elección que hizo mi amigo Alberto. Es una sorpresa muy agradable que hayas aparecido por esta sección y que hayas dejado testimonio de tu paso.

Un abrazo.

Un rapsoda extraordinario, Raúl. Eso es Alberto.