Editorial Alaire

Con esta esta nueva entrega, amigo Ferreiro, nos permites seguir los pasos de Corbain, para disfrutar de sus aventuras, hermosas e interesantes introspecciones en el alma de los humanos vulgaris.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, compañero.
Abrazos.

¡Adelante con la serie de Corbain, amigo Ferreiro! Repasa y corrige ese "desplomándose". Siempre en la vena de tus notables aciertos, así nos llegan estos versos tan tuyos. Con un abrazo.
Salud.

Este Corbain tiene una vida profunda y en este poema nos mece en su noche de sombras. Tiene unos versos hermosos con las imágenes tan logradas a las que nos tienes acostumbrados. Me gustó.
Besos
Pilar

"Era el tiempo de las promesas, de la esperanza como una hierba limpia
perpetuamente silenciosa"

Cómo me han gustado estos versos. Tuviste una genial idea al crear ese heterónimo o alter ego (por cierto, ¿algo que ver con Kurt Cobain?). Te permite hablar de ti cuando hablas de él, y de ese modo el discurrir filosófico se hace más denso y potente.

Una observación, si me permites. En este verso, y cito: "Eran el tiempo de las cruces inmaculadas levantando sus brazos cristalinos", el primer verbo debería ir en singular: "era", pues se refiere al tiempo.

Un abrazo, Ferreiro.

Me gusta mucho esta serie fantástica, que explora un mundo imaginario, en el que el viaje propiamente dicho implica otro interior, profundo y emocionante. El discurrir de los versos, no podía ser de otra manera, tiene un ritmo y una estructura de gran belleza.
Un abrazo amigo, un gusto leerte

J J M


Maravilloso poema...la luz de la poesía
entra despacio y acaricia el alma


Te felicito


Un abrazo fuerte, maestro

No me había dado cuenta de la importancia de Corbain hasta constatar que es el protagonista de varios poemas tuyos, Ferreiro, ya me voy situando en el personaje, abre nuevos caminos, creas una textura especial que acerca la poesía al cómic, así se desarrolan las secuencias como separadas por viñetas, así despierta en el lector una línea clara para contar imágenes profundas. Enhorabuena, Ferreiro, por haber encontrado una idea tan afortunada.

Un abrazo.

Una propuesta impecable.
Generoso como Anfitrión en proyección imaginativa y deslizamiento poético.

Un abrazo.
Ignacio

Formidable, amigo. Corbain abriéndose las entrañas para dejar fluir sus ríos interiores; cada una de sus entregas está llena de magia.
Mis aplausos, Ferreiro.

Un abrazo.

Corbain sentía la magnitud del azul bajo el resuello
de la claridad evanescente.
Era el tiempo de las promesas, de la esperanza como una hierba limpia
perpetuamente silenciosa,
Era el tiempo de las cruces inmaculadas levantando sus brazos cristalinos.

Brindemos con y por Corbain, para que continúe sus andares por nuestras vidas

Mil besos y mil gracias

Curra

Maravilla poética, querido compañero. Para el intenso disfrute de todos los amantes de la Poesía.

Abrazo y felicidad.

Rafel Calle escribió:Con esta esta nueva entrega, amigo Ferreiro, nos permites seguir los pasos de Corbain, para disfrutar de sus aventuras, hermosas e interesantes introspecciones en el alma de los humanos vulgaris.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, compañero.
Abrazos.

Gracias Cheif, por abrir este tema de tan generosas maneras.


Un abrazo.

J. J. M. Ferreiro escribió:Corbain miraba aquellas nubes que parecían la pintura para algún monumento,
tan bruñidas, tan rojas,
desplomándose como cachalotes en los abismos celestes.

Río abajo, la montaña desierta, la tierra consagrada a sus huéspedes,
a los fuegos de sus bolsas de sol, de su oro y de sus corolas amarillas.

Corbain sentía la magnitud del azul bajo el resuello
de la claridad evanescente.
Era el tiempo de las promesas, de la esperanza como una hierba limpia
perpetuamente silenciosa,
Era el tiempo de las cruces inmaculadas levantando sus brazos cristalinos.

Como respuesta a la sucesión de la conquista solar
Corbain abrió la mente, las entrañas
donde crecían las imaginarios signos de un poema críptico y cerrado.
Allí iba soñando los ríos calientes, los fuegos secos, las espumas antiguas,
soñaba el tiempo agonizando su ira desinflada,
más cruel aun que la enérgica sangre de los gritos.

Una rictus más del rostro que, poco a poco, vamos descubriendo. Corbain el soñador, el observador de la realidad sublime, el poeta extático que indaga, que espera, que sueña; el poeta que sufre, que conoce los dolores del alumbramiento poético auténtico. Corbain el depredador de su fértil imaginación, de su copiosa fantasía.

El ritmo es refinado.
Como consecuencia de la longitud extremada de la mayoría de los versos (hecho que lo vuelve amétrico), el formato sería más bien el del versículo antes que el del multimétrico. Pero este aspecto versicular del poema contiene el fuelle imparisílabo que, al descubrirlo, se consigue una entonación muy agradable.

Valioso, original aporte para nuestro querido foro.

Un abrazo fuerte, amigo.
Óscar

No descubro nada nuevo cuando te digo que el poema es magnífico. Eres grande, Ferreiriño y es una suerte pode leerte.
Un abrazo.
Pepa