DE NADA SIRVIERON LOS AUGURIOS
Publicado: Dom, 10 May 2015 15:50
De nada sirvieron los augurios
que un viento recio pregonaba
con su furiosa cabellera de acanto
desatada entre mis labios.
La luna, huidiza y arcana,
como una viuda envejecida y triste,
mostraba su silueta de negras vestiduras
jaspeada de sombras sobre el horizonte,
mientras con su pezón desheredado y frío
amamantaba la arruga del silencio.
Ingerí su bilis y me desmenuzó la mente
dilatándose mi intelecto
hasta precipitarse desde el cielo de la boca
en una cascada mucosa
de coléricas palabras sin orden ni sentido.
Me atenazó el siseo de una serpiente
que parecía avanzar desde el fondo de algún abismo,
y a su paso, todo rastro de vida sucumbía
bajo su sinuoso movimiento;
y, abriendo su boca,
percibí el olor azufrado de su aliento
devorándome desde la distancia.
Quise huir y no pude,
porque mis pies quedaron inmóviles en la escapada.
No puedo asegurar la autenticidad de lo ocurrido.
Sólo relato los hechos como los recuerdo.
que un viento recio pregonaba
con su furiosa cabellera de acanto
desatada entre mis labios.
La luna, huidiza y arcana,
como una viuda envejecida y triste,
mostraba su silueta de negras vestiduras
jaspeada de sombras sobre el horizonte,
mientras con su pezón desheredado y frío
amamantaba la arruga del silencio.
Ingerí su bilis y me desmenuzó la mente
dilatándose mi intelecto
hasta precipitarse desde el cielo de la boca
en una cascada mucosa
de coléricas palabras sin orden ni sentido.
Me atenazó el siseo de una serpiente
que parecía avanzar desde el fondo de algún abismo,
y a su paso, todo rastro de vida sucumbía
bajo su sinuoso movimiento;
y, abriendo su boca,
percibí el olor azufrado de su aliento
devorándome desde la distancia.
Quise huir y no pude,
porque mis pies quedaron inmóviles en la escapada.
No puedo asegurar la autenticidad de lo ocurrido.
Sólo relato los hechos como los recuerdo.