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Alejandro

Publicado: Mié, 06 May 2015 9:57
por Ventura Morón
...


Son estos los últimos rayos de mi corona.
Su extinta luz ha abandonado el hálito de mis leales astros.

Crecen mudas las telarañas en la piedra callada de mi trono,
atrapando de mi orgullo sus vencidos rastrojos, anudando los laureles
entre cuernos a mi hambre soberana, clavando su afilada urdimbre
en la tenue armadura de mi alma adelantada.

No. No está mi reino fundido en denso olvido,
no temblaron las heridas del macilento himen de mi fortaleza dorada.
Expiré la profana insolencia de sus pócimas floreciendo en mis conquistas.
Solitario quedó el Mundo, vacío el manantial de mi ferviente dominio.

Son estos los últimos rayos de mi corona.
Quizás, solo estuve. Sólo estuve.
Y de tan solo, envuelta entre guerras la hombría, dejé
mi espada implacable
bajo la almohada, nido estéril, donde la belleza
y el amor, el amor sin escudo,
venció a la muerte y la memoria.
.
.
.


Publicado: Mié, 06 May 2015 11:59
por E. R. Aristy
La corona de la vida es una metafora que nace y muere y renace en aquello que esta desnudo por naturaleza, pero envuelto en las sabanas ensangrentadas del esoterismo. E amor es el guerrero aikido,el guerrero de luchas no con la carne, si no con potestades del espiritu. Tu poema me habla de una sensibilidad triunfante. quiza a simple lectura parezca tu poema ser un poema mas al ego que nos embarga y embauca en pretenciones y en simbolos complacientes. Como un himen encierra un gozo dentro muy dentro del espirtu al reconocerse como un doctor,quiza, como un niño que encuentra en una cueva la luz de su alma. Me ha gustado mucho Ventura.
E. R. A.

Re: Alejandro

Publicado: Mié, 06 May 2015 12:18
por Begoña Egüen
Ventura Ramos López escribió:...


Son estos los últimos rayos de mi corona.
Su extinta luz ha abandonado al hálito de mis leales astros.

Crecen mudas las telarañas en la piedra callada de mi trono,
atrapando de mi orgullo sus vencidos rastrojos, anudando los laureles
entre cuernos a mi hambre soberana, clavando su afilada urdimbre
en la tenue armadura de mi alma adelantada.

No. No está mi reino fundido en denso olvido,
no temblaron las heridas del macilento himen de mi fortaleza dorada.
Expiré la profana insolencia de sus pócimas floreciendo en mis conquistas.
Quedó el Mundo solo, solo el manantial de mi ferviente dominio.

Son estos los últimos rayos de mi corona.
Quizás, solo estuve. Sólo estuve.
Y de tan solo, envuelta entre guerras la hombría, dejé
mi espada implacable
bajo la almohada, nido estéril, donde la belleza
y el amor, el amor sin escudo,
venció a la muerte y la memoria.
.
.
.

Excelente poema, estimado amigo, Ventura. Pulcro... en escritura. Mi felicitación.
Un abrazo.
BEGOÑA.

re: Alejandro

Publicado: Mié, 06 May 2015 12:20
por Pablo Ibáñez
Ventura,

me gusta mucho el poema, amigo. Me gusta ese acercamiento refinado a la historia, al rey Alejandro meditando bellamente sobre los últimos rayos de su corona.

No sé si me equivoco pero este bello verso:

Su extinta luz ha abandonado al hálito de mis leales astros.


me suena mejor así:


Su extinta luz ha abandonado el hálito de mis leales astros.
En este tramo tal vez una excesiva (a mi gusto) acumulación de solo y sólo.

Quedó el Mundo solo, solo el manantial de mi ferviente dominio.

Son estos los últimos rayos de mi corona.
Quizás, solo estuve. Sólo estuve.

Y de tan solo...

Me ha gustado mucho la metáfora almohada = nido estéril.

Un abrazo, Ventura.




Publicado: Mié, 06 May 2015 13:12
por Óscar Bartolomé Poy
Y detrás de Alejandro Magno se intuye a su inseparable Hefestión. Tintes históricos para una reflexión sobre lo inexorable del tiempo que desemboca en la inmanencia del amor.

Un abrazo, Ventura.

Re: Alejandro

Publicado: Mié, 06 May 2015 13:22
por Óscar Distéfano
Ventura Ramos López escribió:...


Son estos los últimos rayos de mi corona.
Su extinta luz ha abandonado al hálito de mis leales astros.

Crecen mudas las telarañas en la piedra callada de mi trono,
atrapando de mi orgullo sus vencidos rastrojos, anudando los laureles
entre cuernos a mi hambre soberana, clavando su afilada urdimbre
en la tenue armadura de mi alma adelantada.

No. No está mi reino fundido en denso olvido,
no temblaron las heridas del macilento himen de mi fortaleza dorada.
Expiré la profana insolencia de sus pócimas floreciendo en mis conquistas.
Quedó el Mundo solo, solo el manantial de mi ferviente dominio.

Son estos los últimos rayos de mi corona.
Quizás, solo estuve. Sólo estuve.
Y de tan solo, envuelta entre guerras la hombría, dejé
mi espada implacable
bajo la almohada, nido estéril, donde la belleza
y el amor, el amor sin escudo,
venció a la muerte y la memoria.
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Un poema muy logrado, estimado, trabajado con maestría. Un poema que es un placer leerlo y escudriñarlo. Siempre es atractivo para cualquier lector los temas épicos, si de ellos se desprenden conocimiento y poesía. Escrito en primera persona (el monólogo hace resaltar con mayor fuerza el sentimiento), resulta más intemporal, más eterna la imagen de ese gran guerrero. Además, de la forma en que has planteado el discurso, se entreven verdades universales mimetizadas detrás del discurso principal. En este punto, me parece significativo el tratamiento que haces del poder (o de la decadencia del poder).
En cuanto a la forma, definitivamente no existe huella del verso medido; ni siquiera podría verlo como un poema multimétrico; más bien, lo veo como un versículo, muy cercano a la prosa, por la profusión de artículos y preposiciones, y por la disposición regular de las cláusulas (libre de sintaxis irregulares, que se cree tienen un efecto más poético en un texto). Pero, así mismo, esta regularidad sintáctica le otorga al poema ese aire de seriedad morfológica, y, por ende, trasmite la ilusión de un soliloquio auténtico, como si de las palabras del mismo rey se trataran. Ahora bien, dentro de esa forma existe un ritmo subyacente que se apoya en repeticiones léxicas, sintácticas y semánticas, muy bien distribuidas, que convierten al texto en un admirable corpus armónico.

Un abrazo grande, amigo.
Óscar

Publicado: Mié, 06 May 2015 17:36
por Manuel Alonso
Me ha gustado mucho el poema Ventura, has resaltado con mucha belleza las reflexiones del emperador antes de su muerte, y el final es magnífico. Un placer amigo y un abrazo.

Publicado: Mié, 06 May 2015 18:31
por Ventura Morón
E. R. Aristy escribió:La corona de la vida es una metafora que nace y muere y renace en aquello que esta desnudo por naturaleza, pero envuelto en las sabanas ensangrentadas del esoterismo. E amor es el guerrero aikido,el guerrero de luchas no con la carne, si no con potestades del espiritu. Tu poema me habla de una sensibilidad triunfante. quiza a simple lectura parezca tu poema ser un poema mas al ego que nos embarga y embauca en pretenciones y en simbolos complacientes. Como un himen encierra un gozo dentro muy dentro del espirtu al reconocerse como un doctor,quiza, como un niño que encuentra en una cueva la luz de su alma. Me ha gustado mucho Ventura.
E. R. A.
Querida Era, tu lectura es un privilegio enorme. Decidí dejar sólo el nombre, sin adjetivos, porque quería ir rebuscando desde el principio al hombre, detrás de todo lo que significaba. Por la misma causa, decidí no hacer referencias históricas directas, ni utilizar nombres. Y de esa forma acercarme a la dualidad de este increíble personaje, en el sentido de llegar a vislumbrar que el ego termina por desaparecer y queda su humanidad que traspasa, tanto o más, que su papel de conquistador. Tus bellísimas palabras son un honor para estas letras.
Besos y muchas gracias por regalarme tu tiempo y tu profundo comentario

Publicado: Mié, 06 May 2015 19:11
por Israel Liñán
Me ha gustado mucho el poema, Ventura, el Emperador ante sus últimos destellos, las dudas de quien suponemos la imagen de la grandeza. Un placer de lectura.

Saludos.

Publicado: Mié, 06 May 2015 20:06
por Rosa Marzal
Me gusta mucho el poema, su desarrollo y planteamiento.
Alejandro, ya despojado de su grandeza y en la soledad de sus últimos días, nos lleva a una profunda reflexión.
Un poema muy bello, amigo. Te felicito.

Un abrazo.

re: Alejandro

Publicado: Mié, 06 May 2015 23:45
por Pilar Morte
Me gustó el poema, Ventura, todo un recuerdo brillante. Un placer.
Besos
Pilar

Publicado: Jue, 07 May 2015 2:41
por Josefa A. Sánchez
Inevitable plantearse, al final de la vida, cuanto somos de humanos y que hemos logrado en la vida que realmente valga algo. Me ha gustad la reflexión y la forma de contarla.
Un abrazo.
Pepa

Re: Alejandro

Publicado: Jue, 07 May 2015 14:49
por Ventura Morón
Begoña Egüen escribió: Excelente poema, estimado amigo, Ventura. Pulcro... en escritura. Mi felicitación.
Un abrazo.
BEGOÑA.
Muchas gracias Begoña por estar presente en mis cosas y traerme siempre tu apoyo, que valoro muchísimo.
Un beso compañera

Publicado: Jue, 07 May 2015 15:00
por curra anguiano
Crecen mudas las telarañas en la piedra callada de mi trono,
atrapando de mi orgullo sus vencidos rastrojos, anudando los laureles
entre cuernos a mi hambre soberana, clavando su afilada urdimbre
en la tenue armadura de mi alma adelantada.

Las coronas, jamas abandonan a las almas adelantadas y menos aun su sin puras

mil besos y mil gracias

Curra

Publicado: Jue, 07 May 2015 16:28
por J. Paz
Precioso este registro, Ventura. Una voz totalmente creíble con una puesta en escena impecable. Me ha encantado el poema de principio a fin.

Feliz día y un abrazo,

Judit