Pastor de almas
Publicado: Mar, 05 May 2015 7:30
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Mi alma que es liviana y amanece desnuda en sus pequeñeces,
que asombrada recorre los mundos y busca lo honesto
que amamanta constante el temblor desvalido, el dolor inconcluso, el amor perdido
que con puertas grandes acoge y entre guisos escucha
y es feliz aprendiendo en las sombras, y recorriendo los miedos, y amando las vidas.
Esa que valiente, entre soledades y rezos
compone libretos alegres y perfuma los pétalos que regalan mañanas.
Esa que en el dolor resurge, descabalgando los grises y anudando entre velas los sueños
invadiendo indiscreta, el paraje del negro, para regar ternuras y crecer lo étereo
descorchando miradas, que de entre los velos afanas honores
y avalan en sentir verdadero de un sendero noble y un calor eterno.
La que suspira, y entre sus instantes descubre al caballo errado
aprendiendo los nombres de una vida, contemplando las sombras de un rocío
que un tiempo cansado y viejo dejó pasar
La que ilumina recuerdos con los rayos de la luna,
y esconde los aromas de los ojos de una noche oscura,
y pregona la alegría que dormida sobre la era, llama
y guarda el cariño y la ternura entre sus cajas, ajenos al silencio
Con la llama encendida en el alma que gemela en sueños amé
tejiendo encuentros, coleccionando besos de sabor puro
y subiendo al viento, que durmió una aurora, con un te quiero
saciando la sed de un mundo entero .
Mi alma que es liviana y amanece desnuda en sus pequeñeces,
que asombrada recorre los mundos y busca lo honesto
que amamanta constante el temblor desvalido, el dolor inconcluso, el amor perdido
que con puertas grandes acoge y entre guisos escucha
y es feliz aprendiendo en las sombras, y recorriendo los miedos, y amando las vidas.
Esa que valiente, entre soledades y rezos
compone libretos alegres y perfuma los pétalos que regalan mañanas.
Esa que en el dolor resurge, descabalgando los grises y anudando entre velas los sueños
invadiendo indiscreta, el paraje del negro, para regar ternuras y crecer lo étereo
descorchando miradas, que de entre los velos afanas honores
y avalan en sentir verdadero de un sendero noble y un calor eterno.
La que suspira, y entre sus instantes descubre al caballo errado
aprendiendo los nombres de una vida, contemplando las sombras de un rocío
que un tiempo cansado y viejo dejó pasar
La que ilumina recuerdos con los rayos de la luna,
y esconde los aromas de los ojos de una noche oscura,
y pregona la alegría que dormida sobre la era, llama
y guarda el cariño y la ternura entre sus cajas, ajenos al silencio
Con la llama encendida en el alma que gemela en sueños amé
tejiendo encuentros, coleccionando besos de sabor puro
y subiendo al viento, que durmió una aurora, con un te quiero
saciando la sed de un mundo entero .