mi ilusión
Publicado: Lun, 27 Abr 2015 8:43
Mi ilusión
Ayer,deseé morir,
hoy temo que me sorprenda,
tengo tanto que decir
y que mover tanta tierra,
que necesito escribir,
por preparar la cosecha,
para que llegue hasta ti
la voz que mi pecho quiebra.
Si acaso llegase un día,
trátala de noble a noble,
pues aún sin saber tu nombre,
te dedico mi poesía.
Por ser para mí,
la fuerza.
Por ser para mí,
lo dulce.
Por ser para mí,
lo bello.
Por ser para mí,
lo noble.
Quiero dejar en tu mente,
atadas con una cuerda,
estampas de mis recuerdos,
palabras de mi conciencia,
escritas en la poesía
que me dicta la cabeza,
y que para ti, dedico,
por ser para mí, la fuerza.
Dejaré en tu corazón
encerrada en un estuche,
la joya de una mirada,
el sabor a piel salubre
que el marinero derrama,
para que todos escuchen,
estos cantos de sirena,
por ser para mí lo dulce.
De mi mente hasta tu mente,
esparciré mis recuerdos,
calor de fuego de fragua,
pasadizos de mineros,
arreos de la labranza
que en tu persona pretendo,
inyectar desde mi mente,
por ser para mí lo bello.
Y en balancines de plata,
con dirección en un sobre,
te mandaré verdes hierbas,
recogidas en los montes,
y del corazón sencillo,
que ni conoce tu nombre,
todo lo bello y lo bueno,
por ser como tú, lo noble.
Ayer,deseé morir,
hoy temo que me sorprenda,
tengo tanto que decir
y que mover tanta tierra,
que necesito escribir,
por preparar la cosecha,
para que llegue hasta ti
la voz que mi pecho quiebra.
Si acaso llegase un día,
trátala de noble a noble,
pues aún sin saber tu nombre,
te dedico mi poesía.
Por ser para mí,
la fuerza.
Por ser para mí,
lo dulce.
Por ser para mí,
lo bello.
Por ser para mí,
lo noble.
Quiero dejar en tu mente,
atadas con una cuerda,
estampas de mis recuerdos,
palabras de mi conciencia,
escritas en la poesía
que me dicta la cabeza,
y que para ti, dedico,
por ser para mí, la fuerza.
Dejaré en tu corazón
encerrada en un estuche,
la joya de una mirada,
el sabor a piel salubre
que el marinero derrama,
para que todos escuchen,
estos cantos de sirena,
por ser para mí lo dulce.
De mi mente hasta tu mente,
esparciré mis recuerdos,
calor de fuego de fragua,
pasadizos de mineros,
arreos de la labranza
que en tu persona pretendo,
inyectar desde mi mente,
por ser para mí lo bello.
Y en balancines de plata,
con dirección en un sobre,
te mandaré verdes hierbas,
recogidas en los montes,
y del corazón sencillo,
que ni conoce tu nombre,
todo lo bello y lo bueno,
por ser como tú, lo noble.