Editorial Alaire

La Historia nos regala increibles paradojas.

A unos metros de aquí levantó su mano el César.
Atracaron barcos madereros.
Se quebró la cuádriga.

Asoma una murralla en un solar vacío
y lamenta el olvido que le obsequia
la ciudad moderna.
Esta ciudad que sella párpados y oídos.

Frente a este balcón se fraguó un asedio.
Se quemó una puerta.
Arrojó una guerra su metralla.
Y a unos pasos quizá ya arrastraría
Goya su ilustre sordera,
o gestó inolvidables sus fantasmas.

No sabían que llegaría a contemplarlos
desde mi sofá gastado tarde a tarde.

A unos metros de aquí,
mientras sorbo el café discuten
dos yonkis enloquecidos por alguna jeringuilla.

Aquí.
Calle del Coso.
Plaza de la Magdalena.

Muy bueno Elisa, uff un poco más y un poema como este se nos va a la segunda página, me gusta la comparación, aunque casi imperceptible , al final, tiene un compromiso social, dónde acaba la cultura y dónde empieza.... así es el deterioro humano en muchas ocasiones, así enocntramos historias desde nuestro balcón cada día, diferentes y que se enucentran en la misma encrucijada.

Un abrazo mañica.

Sandra Gª Garrido escribió:Muy bueno Elisa, uff un poco más y un poema como este se nos va a la segunda página, me gusta la comparación, aunque casi imperceptible , al final, tiene un compromiso social, dónde acaba la cultura y dónde empieza.... así es el deterioro humano en muchas ocasiones, así enocntramos historias desde nuestro balcón cada día, diferentes y que se enucentran en la misma encrucijada.

Un abrazo mañica.

Gracias Sandra por rescatar este poema, jaja. Ya ves que vivo rodeada de una historia exiliada, como tantos cascos históricos de las ciudades de este país. Un abrazo fuerte guapa!

Un poema que además de hermoso nos lleva por un recorrido histórico muy interesante, es cierto que muchas olvidamos la historia que rodea los lugares que transitamos a diario, de los que somos parte también en la poesía.
Un placer leerte

Sara

S.Castelar escribió:Un poema que además de hermoso nos lleva por un recorrido histórico muy interesante, es cierto que muchas olvidamos la historia que rodea los lugares que transitamos a diario, de los que somos parte también en la poesía.
Un placer leerte

Sara

Gracias Sara por detenerte en este poema y dejar tus impresiones. A veces olvidamos la historia teniéndola a tan solo unos metros de casa, o dejamos que amenacen ruina los cimientos de nuestra civilización.

Un abrazo fuerte.

Elisa Berna Martínez escribió:La Historia nos regala increibles paradojas.

A unos metros de aquí levantó su mano el César.
Atracaron barcos madereros.
Se quebró la cuádriga.

Asoma una murralla en un solar vacío
y lamenta el olvido que le obsequia
la ciudad moderna.
Esta ciudad que sella párpados y oídos.

Frente a este balcón se fraguó un asedio.
Se quemó una puerta.
Arrojó una guerra su metralla.
Y a unos pasos quizá ya arrastraría
Goya su ilustre sordera,
o gestó inolvidables sus fantasmas.

No sabían que llegaría a contemplarlos
desde mi sofá gastado tarde a tarde.

A unos metros de aquí,
mientras sorbo el café discuten
dos yonkis enloquecidos por alguna jeringuilla.

Aquí.
Calle del Coso.
Plaza de la Magdalena.

Excelentes reflexiones. Tu ojo visionero descubre todo aquello que se lleva la niebla del tiempo con los siglos, las vueltas, los segundos...inteligente y sensitivo poema.

Muchas gracias Era por detenerte y dejar tu tiempo y comentario. Encantada de contar con tu lectura. Un besico y gracias de corazón.

ME ALEGRO de ser el PRIMERO en comentar
digo el primero, porque PRIMERAS que yo hay varias

un gusto la lectura que fluye con agrado
sobre un recorrido urbano
que rezuma historia y en este caso además anédota

un abrazo

.

Elisa, me ha encantado tu visión de lo antiguo-moderno en un lugar que comparto contigo en Zaragoza.
Un abrazo
Pilar

Alonso de Molina escribió:ME ALEGRO de ser el PRIMERO en comentar
digo el primero, porque PRIMERAS que yo hay varias

un gusto la lectura que fluye con agrado
sobre un recorrido urbano
que rezuma historia y en este caso además anédota

un abrazo

.

Gracias Alonso por pasar, por ser el primerO, y por recorrer este espacio urbano conmigo.

Un saludo!

Tus versos nos llevan de la mano en un recorrido histórico. No conozco todos los sucesos que narras, pero en mi país también se han quemado puertas, llegaron conquistadores, se fraguaron guerras y también quedaron retratadas las historias. Pareciera que los balcones son similares y cuentan similares historias. Me ha encantado tu poema. Un abrazo, Horacio.

Hermoso poema, amiga Elisa.
Me ha gustado ese paseo tuyo por las piedras que hablan, las esquinas que dicen, las calles de un adiós, desde el balcón de las miradas que quieren rescatar lo mejor de las ánimas.
En fin, felicidades.
Te mando un cordial abrazo.

Elisa, en mi opinión, todo un acierto tu poema; porque eliges un tema poco usual, un tema urbano tratado con perspectiva histórica, contraponiendo grandezas y hechos con la actualidad que defines como más trivial e intrascendente, vacía de grandezas y más llena de pequeñas miserias cotidianas. El mismo hecho de significar el lugar con una concreción tan subrayada, hace destacar la intencionalidad de lo escrito. Magnífico.
Salud.

Parecidas sensaciones las he tenido en mi ciudad, creo que todas guardan sus pedazos de historia que algunas veces parecen estar vivos. Me ha encantado conocer la historia de tu ciudad a través de tu mirada. Un abrazo.

Pilar escribió:Elisa, me ha encantado tu visión de lo antiguo-moderno en un lugar que comparto contigo en Zaragoza.
Un abrazo
Pilar

Gracias Pilar, un placer contar con tu lectura, y con el guiño que ofrece tu conocimiento de los lugares de los que trata el poema. Sin duda, tú si sabes....

Un besico.