Editorial Alaire

Serenamente triste
despierta el corazón a sus vaivenes.
En la avenida, los árboles ciñen,
sobre mis sienes deshojadas,
la belleza dormida de la noche que aún palpita,
como perlas temblorosas,
en el frescor rociado de sus ramas.
Y el sol, remansando sus dedos de niño,
vierte su cálida virtud entre las flores
desnudas del ramaje, rebosando su verdad,
cáliz de luz, en la mirada.

De camino al trabajo,
todo discurre con el tono formal y rutinario
de los días con prisas de papel
y horas de ansiedad entre paredes
tamizadas al barniz del decoro;
la obediencia servil a quien se debe.
Pero la frivolidad de una sonrisa
no escapa de las pálidas garras con las que,
la soledad de la vida,
guarnece el rostro de tristeza.

Tal vez, en eso consistan los sueños:
palpar con los ojos vendados
las riquezas que urden su manto,
mientras acompasamos nuestros pasos
al ritmo marcial que imponen los desvelos.

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:


Tal vez, en eso consistan los sueños:
palpar con los ojos vendados
las riquezas que urden su manto,
mientras acompasamos nuestros pasos
al ritmo marcial que imponen los desvelos.

Me llevo el cero de tu poema Miguel Ángel, es precioso.
A veces la tristeza tiene la cualidad de mantenernos extrañamente serenos.
Y la última estrofa tiene magia, los sueños son sorpresas, los acariciamos sin verlos y cuando los conseguimos nos alegramos pero muchas veces no son lo que habíamos imaginado.
Gracias por compartir, amigo.
Felcidades y un abrazo.

Pero la frivolidad de una sonrisa
no escapa de las pálidas garras con las que,
la soledad de la vida,
guarnece el rostro de tristeza

q duro, que cierto, y que hermoso lo has escrito

Mil besos
Curra

La última estrofa es muy bella, ya lo creo, y todo el poema es como un remanso de paz. Ni siquiera esa tristeza que se asoma como un rayo tímido y avergonzado de su naturaleza logra empañar la quietud mirífica del paisaje.

Un abrazo, Miguel Ángel, y espero que estés mejor.

Soñar es necesario. Me gusta cómo transita tu poema entre la rutina cotidiana y el ensueño. Enhorabuena y un abrazo.

Muchas gracias por quitarle el cero, Marisa. Creo que el ser humano tiene mucha capacidad para encajar golpes y desgracias y adaptarse a ellas. Eso no quita para que esos desajustes dejen algún tipo de secuelas como puede ser la tristeza, a la que termina por aceptar como una cualidad inherente a la vida.
Me alegra mucho tu visita, Marisa. Me alegro que haya sido de tu agrado.
Un abrazo fuerte.

Es cierto, Curra. Es duro y real. Algo que se repite, por desgracia, en muchas vidas.
Un abrazo fuerte.

Me alegro que haya sido de tu agrado el poema, Óscar. Te agradezco el detalle de preocuparte por mi salud. Aunque no es algo grave, si que es muy doloroso y perturbador. Se trata de un par de uñas encarnadas que, si Dios no lo remedia, creo que no quedará más remedio que operar.
Un fuerte abrazo.

Hay mucha coherencia de tu poema con el título. No dejas que se hunda la tristeza y buscas la salida pacífica. Hermosos versos
Abrazos
Pilar

Me parece oir los pasos, monótonos, olvidados. Ese andar produce el sentimiento de alejarse al llegar. Esa sensación me transmite esa serena tristeza, se consiguen hacer los gestos, pero es como si el alma estuviera en esos sueños, los ojos del yo vendados mientras el cuerpo repite su pantomima inerte. La musicalidad y el ritmo que has conseguido me parecen de gran belleza, asi como las imágenes que despliegas. Me ha encantado sí, y mucho.
Un abrazo amigo, y como te he leído, pues eso, que te mejores

Me resulta un poema muy bello y hermoso, donde los sueños juegan a la verdad de cada amanecer. La rutina que nos alcanza cada día por el mismo camino. Un final antológico.

Un placer leerte. Va un abrazo fuerte.

José Manuel F. Febles

Miguel Ángel Martínez Góm, Poeta siempre me dejan algo tus poemas,
Me gusta leer, y tus palabras fluyen.
Me ha gustado .
Abrazo poeta.

Muchas gracias por tu amable huella, Pilar.
Un fuerte abrazo.

Te agradezco tu tiempo y el profundo y amable comentario, amigo Ventura.
Me alegro que haya sido de tu agrado el poema.
Y gracias por preocuparte. No es grave, aunque si doloroso y molesto.
Un fuerte abrazo.

Tal vez, en eso consistan los sueños:
palpar con los ojos vendados
las riquezas que urden su manto,

Coincido contigo en que los sueños nos salvan de esas grises garras con las que nos apresa a diario la rutina.

Me ha encantado leerte, Miguel Ángel.

Un abrazo.