EL MUNDO SE ILUMINA
Publicado: Vie, 23 May 2008 17:17
"Por ese resplandor
una ternura flota disponible”
Jorge Guillén.
***
Estás,
en un mar de suavidades,
esparciendo a la aurora tu armonía;
la brisa te seduce
y ondea mansamente tus trigales;
y vas volviendo a tí del largo viaje
que te mantuvo ausente con la noche.
Y yo, adicto de tí,
hipotecado,
te busco, imantado, entre la bruma
al primer rayo de luz
de tu dulzura.
Estás
diligente a mi llamada;
abres la puerta oculta del recato
y me llevas contigo a tu clausura;
un volcán serpentea en tus onduras
buscando en tu cima chimenea,
y un seismo estremece tus pilares
y todo tu ser se tambalea;
se abren hondas grietas en tus montes
por donde escapa incontenible
el cálido vapor de tus entrañas.
Y yo, vela inflamada
en tus suspiros,
transporto por tus mares mis tesoros,
ansioso por llegar
a tus orillas
Estás:
- No puedo más - y te desgajas
como cerezo que no soporta por más tiempo
el peso rojidulce de sus frutos;
y una catarata de rocío
se derrumba por tu frente iluminada,
como fruto maduro desprendido
del árbol fecundo de tu cuerpo.
Y yo, volcán tenaz,
de muerte herido,
recibo el golpe seco de tu ahinco
y rindo mi tesón
entre delirios,
recogiendo con fervor entre los surcos
las cerezas de tu cálida abundancia.
Amanece
blandamente en nuestra vida,
y la luz nos inunda con sus olas,
y recibo
deslumbrado entre tus bosques
el primer rayo de sol
de tu mirada.
- Gracias -
Y el mundo se ilumina.
* * *
una ternura flota disponible”
Jorge Guillén.
***
Estás,
en un mar de suavidades,
esparciendo a la aurora tu armonía;
la brisa te seduce
y ondea mansamente tus trigales;
y vas volviendo a tí del largo viaje
que te mantuvo ausente con la noche.
Y yo, adicto de tí,
hipotecado,
te busco, imantado, entre la bruma
al primer rayo de luz
de tu dulzura.
Estás
diligente a mi llamada;
abres la puerta oculta del recato
y me llevas contigo a tu clausura;
un volcán serpentea en tus onduras
buscando en tu cima chimenea,
y un seismo estremece tus pilares
y todo tu ser se tambalea;
se abren hondas grietas en tus montes
por donde escapa incontenible
el cálido vapor de tus entrañas.
Y yo, vela inflamada
en tus suspiros,
transporto por tus mares mis tesoros,
ansioso por llegar
a tus orillas
Estás:
- No puedo más - y te desgajas
como cerezo que no soporta por más tiempo
el peso rojidulce de sus frutos;
y una catarata de rocío
se derrumba por tu frente iluminada,
como fruto maduro desprendido
del árbol fecundo de tu cuerpo.
Y yo, volcán tenaz,
de muerte herido,
recibo el golpe seco de tu ahinco
y rindo mi tesón
entre delirios,
recogiendo con fervor entre los surcos
las cerezas de tu cálida abundancia.
Amanece
blandamente en nuestra vida,
y la luz nos inunda con sus olas,
y recibo
deslumbrado entre tus bosques
el primer rayo de sol
de tu mirada.
- Gracias -
Y el mundo se ilumina.
* * *