Editorial Alaire

No sabes lo bien que me ha ido
fui al crematorio
me regodeé en la ceniza de los que ya fueron
y vi un sinfín de ángeles sin alas
pequeños de estatura
como la sonrisa de un niño recién despertado.
La muerte se refugia en su cueva
donde no cabe sino la muerte
y esa es la verdadera soledad.
Vi un sinfín de ángeles sin alas
en su ataúd de cinc.
Todos nuestros olvidos tienen apellido de caracol
y se deslizan lentamente
por un árbol sordo.
Vi un sinfín de ángeles sin alas
pálidos y tiernos
llevando la insignia del cloroformo
y un dólar de olvido tapando los labios.
Los labios de los ángeles son la primera marca de la ceniza.

Dicen que los ángeles también pueden ser incinerados, excepto sus alas.

Puf, marcus me arrastras, tengo un sentimiento tan parecido


y se deslizan lentamente
por un árbol sordo.
Vi un sin fin de ángeles sin alas
pálidos y tiernos

Supongo amigo, que habrá que partir aunque duela


Mil besos


Curra

Todos nuestros olvidos tienen apellido de caracol
y se deslizan lentamente
por un árbol sordo.

Llega el poema, las alas como bien dices no se pueden incinerar. La libertad no muere. Supongo...

No fue en un cementerio pero hace poco vi la estatua del ángel cáido en Madrid. Tu poema me la ha recordado, aunque eso si, allí estaba de cuerpo entero, incluidas las alas. Excelente y original como siempre. Un abrazo.

Todos nuestros olvidos tienen apellido de caracol
y se deslizan lentamente
por un árbol sordo.

Magnífico poema, amigo Marius. El último verso me parece genial, siempre hay algo imborrable en aquello que soñamos.
Un abrazo fuerte.

Tantos escombros piratas del fuego y esa voz que levanta el fin mismo para sublevarse. Las alas a salvo o a merced de su dolida libertad. Impresionante, querido Marius.

Abrazo enorme y felicidad.

Curra, muchas gracias por leer. Mi abrazo.

Juan, gracias por rescatar este poema. Me alegro que te ha gustado. Un abrazo.

Miguel, gracias, amigo, por leer y dejar huella. Mi abrazo sincero.

Hallie, gracias por hacer sentida tu presencia, querida amiga. Mis abrazos sinceros. Feliz domingo a todos.

Ramón, se me había pasado tu comentario. Gracias por la generosidad. El ángel, la cuestión de la divinidad, supongo que será una obsesión eterna de la humanidad y vaya que me ha tocado en los últimos poemas, y todas las vueltas que le he dado no han hecho sino agrandar mi duda. Recibe mis abrazos sinceros, estimado amigo. Feliz domingo.

Marius Gabureanu escribió: La muerte se refugia en su cueva
donde no cabe sino la muerte
y esa es la verdadera soledad.
.

Excelente poema amigo. Decía Emil Cioran:

"Vaya 20 minutos a un cementerio y verá que sus preocupaciones no desaparecen, desde luego, pero casi son superadas... Es mucho mejor que ir a un médico. Un paseo por el cementerio es una lección de sabiduría casi automática"

Tú a través de tus versos nos has dado ese paseo y me quedo con el cierre:
"Dicen que los ángeles también pueden ser incinerados, excepto sus alas"

Todo puede morir excepto nuestra capacidad de volar. La literatura no deja de ser un par de alas que nos elevan sobre la miseria.

Un cordial saludo.

Un poema dicente y hermoso, cálido, a pesar del tema, porque es sentido. Me gustó
Besos
Pilar

Muy bello poema de Marius.

No sabes lo bien que me ha ido
fui al crematorio
me regodeé en la ceniza de los que ya fueron
y vi un sinfín de ángeles sin alas
pequeños de estatura
como la sonrisa de un niño recién despertado.
La muerte se refugia en su cueva
donde no cabe sino la muerte
y esa es la verdadera soledad.
Vi un sinfín de ángeles sin alas
en su ataúd de cinc.
Todos nuestros olvidos tienen apellido de caracol
y se deslizan lentamente
por un árbol sordo.
Vi un sinfín de ángeles sin alas
pálidos y tiernos
llevando la insignia del cloroformo
y un dólar de olvido tapando los labios.
Los labios de los ángeles son la primera marca de la ceniza.

Dicen que los ángeles también pueden ser incinerados, excepto sus alas.[/quote]


Cuanto simbolismo encuentro Marius, entre las cenizas! Me ha conmovido esa visita y fusión. ERA