Cuando te digo que soy yo

[Ricardo Serna G]

Cuando te digo que soy yo





Soy tu nada, hasta luego,

la culpa, la máscara y el poco tiempo.



Nunca me salvaré; soy niño que duerme,

joven que quiere, viejo sin esperanza.

Pero he sido.

He sido.



Al llegar la luz, llegaron los hilos rotos;

derroche que despierta con nombres de sombras

y una nada que me llama: nunca.

Ay, joven, casi ciego y sordo, vencido

por los torrentes de los dolores, que duerme y despierta

presintiendo el llamado que no llega.

Setenta y tantos años de miradas,

novias que no recibieron las rosas rojas

y hacen padecer su aliento en la puerta entreabierta.



Oh, otra vez, diciembre que se consume.



Hasta luego en la mano debajo de la almohada

respirando sin saber con quién estaba soñando:

en breves amores, besos en el aire, los ojos de nostalgia,

la desolación del silencio,

el brillo de la tristeza y la melancolía revolcada

en novelas de cero audiencia.

Pero lo he pagado, lo he pagado con creces.



No sé de quién es la culpa, sólo el recuerdo,

sin quererlo, de los hombros cargando los nombres

que caían al soltarse con sal, a oscuras,

en la herida que saluda.



Se abrasa el hombre cobarde

sufriendo con la boca llena de tiempo.



Cuando te digo que soy yo, es verdad que te lo digo,

porque la rabia y voz y sufrimiento se viste

con máscara de sangre viva.



Aunque esté lejos, mi soledad no sólo es mía, es nuestra,

con momentos que se apagan suavemente.

Han quedado muchas cosas en el olvido,

y más, quedarán perdidas en el tiempo

que aún no han despertado.



Vivo grito desahuciado, fantasma

injerto de mi cólera, años que amo, a pesar de todo,

y testigo del canto que anudará

el principio del vuelo implacable

que cerrará los ojos de mis palabras.

[Liz Barrio.]

Cuando te digo que soy yo





Soy tu nada, hasta luego,

la culpa, la máscara y el poco tiempo.



Nunca me salvaré; soy niño que duerme,

joven que quiere, viejo sin esperanza.

Pero he sido.

He sido.



Al llegar la luz, llegaron los hilos rotos;

derroche que despierta con nombres de sombras

y una nada que me llama: nunca.

Ay, joven, casi ciego y sordo, vencido

por los torrentes de los dolores, que duerme y despierta

presintiendo el llamado que no llega.

Setenta y tantos años de miradas,

novias que no recibieron las rosas rojas

y hacen padecer su aliento en la puerta entreabierta.



Oh, otra vez, diciembre que se consume.



Hasta luego en la mano debajo de la almohada

respirando sin saber con quién estaba soñando:

en breves amores, besos en el aire, los ojos de nostalgia,

la desolación del silencio,

el brillo de la tristeza y la melancolía revolcada

en novelas de cero audiencia.

Pero lo he pagado, lo he pagado con creces.



No sé de quién es la culpa, sólo el recuerdo,

sin quererlo, de los hombros cargando los nombres

que caían al soltarse con sal, a oscuras,

en la herida que saluda.



Se abrasa el hombre cobarde

sufriendo con la boca llena de tiempo.



Cuando te digo que soy yo, es verdad que te lo digo,

porque la rabia y voz y sufrimiento se viste

con máscara de sangre viva.



Aunque esté lejos, mi soledad no sólo es mía, es nuestra,

con momentos que se apagan suavemente.

Han quedado muchas cosas en el olvido,

y más, quedarán perdidas en el tiempo

que aún no han despertado.



Vivo grito desahuciado , fantasma

injerto de mi cólera, años que amo, a pesar de todo,

y testigo del canto que anudará

el principio del vuelo implacable

que cerrará los ojos de mis palabras.

Bello, absolutamente bello, de pies a cabeza. Es un poema para leer y releer, para recordarlo siempre.
Abrazos y un beso, admirado poeta

[Ramón Carballal]

Me alegra verte de nuevo por aquí, Ricardo. Regresas con un buen poema. Saludos cordiales.

[F. Enrique]

Sentido y profundo poema, en el que nos dejas tusa reflexiones sobre la propia vida, invitan tus versos a mirar hacia atrás, a intentar comprender lo que perseguimos, y todo tan bien escrito y tan bien expresado.

Un abrazo, Ricardo, es un placer volver a saludarte.

[Pilar Morte]

Cuánta alegría, Ricardo, he sentido al ver un poema tuyo. Tiene unos versos preciosos y es hondo. Me gustó
Besos
Pilar

[Ignacio Mincholed]

Ricardo, me alegra saber de ti y de tu poesía.

Un fuerte abrazo.
Ignacio

[Gallardo Chambonnet]

ILUSTRE POETA DON RIARDO SERNA G. CUANTO PLACER EL VOLVER A SENTIR SU DORADA PLUMA ENTRANDO LETRA POR LETRA A TRAVÉS DE MIS PUPILAS CANSADAS... AÑOS DE NO SABER DE TÍ...
GRACIAS POR ESTA EXPOSICIÓN LITERARIA...




HASTA MONTERREY, MEXICO, UN FRATERNAL ABRAZO... Gallnnet

[Rafel Calle]

Me alegro mucho de volver a verte, amigo Ricardo. Veo que estás en buena forma, como muestras en tu hermoso poema, y espero que goces de buena salud.
Abrazos.

[curra anguiano]

Es realmente hermoso, yo por tanto me alegro de conocerte

Nunca me salvaré; soy niño que duerme,

joven que quiere, viejo sin esperanza.

Pero he sido.

He sido.


Todo lo que ha sido, es... el tiempo solo lo hace mas sabio
Gracias


Curra

[Ricardo Serna G]

Liz


Gracias, querida amiga,
por tu comentario


Un beso

[Ricardo Serna G]

Me alegra verte de nuevo por aquí, Ricardo. Regresas con un buen poema. Saludos cordiales.

gracias, querido amigo

Un abrazo fuerte

[Ricardo Serna G]

Sentido y profundo poema, en el que nos dejas tusa reflexiones sobre la propia vida, invitan tus versos a mirar hacia atrás, a intentar comprender lo que perseguimos, y todo tan bien escrito y tan bien expresado.

Un abrazo, Ricardo, es un placer volver a saludarte.

Gracias, querido amigo

por tu visita y respuesta, la aprecio


un abrazo fuerte

[F. Enrique]

Quería volver, Ricardo, para mostrarte estos versos que me han embelesado, los considero magistrales dentro de un gran poema que desgarra por su sinceridad.
novias que no recibieron las rosas rojas
y hacen padecer su aliento en la puerta entreabierta.

Un abrazo.

[Manuel Alonso]

Un poema hermoso, amigo Ricardo, me ha gustado mucho, ese hombre niño, viejo, que mira hacia atrás y sucumbe ante la mirada de los versos.Un placer y un abrazo.

[Ricardo Serna G]

Cuánta alegría, Ricardo, he sentido al ver un poema tuyo. Tiene unos versos preciosos y es hondo. Me gustó
Besos
Pilar

Gracias, linda amiga

un beso fuerte