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Abrazando un roble

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 1:09
por Marius Gabureanu
Algún día desapareceré, os prometo.

Tendré mil bisontes y un río helado para reírme de la muerte.
Una piedra de mechero sobre la mesa nombrará mi impotencia.
Una planta crecida en el medio de la habitación
bautizará el descuido que le he tenido a la normalidad.
Algún día desapareceré, con la foto de mi hija abrazando un roble
y la memoria llena de bellotas,
con la orquídea de los jabalíes en el pecho.
Algún día, amor, buscarás en el móvil
la seña del ángel que quiso salvarme.
Y no la encontrarás.
Hay silencios que han aprendido de memoria el credo de tus piernas.
Es lo que llevaré conmigo.
¿Qué fiordo ha elegido a este vacío de abrazos para reencarnarse?
Algún día desapareceré, seré un sinónimo del silencio
que no apunta a ningún diccionario, ni siquiera al de las hojas.

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 2:38
por Mitsy Grey
Marius, fuertes letras. Si bien parecen de desahogo, calan fuerte el sentimiento, pues creo, que todos los que estamos acá, nos identificamos con el corazón del poeta. Gran obra.

Un fuerte abrazo. Mitsy

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 3:34
por Daniela Guzmán
Potente y certero. ¡Felicitaciones!

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 4:22
por curra anguiano
Es inmenso Marius cono tejes una filosofía de vida en torno a tus objetos cotidianos

Resalto la hermosura del descuido de la normalidad, y del sinónimo del silencio

mil besos y gracias siempre


Curra

re: Abrazando un roble

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 5:25
por Raul Muñoz
Magnífico, Marius, todas las imágenes que despliegas, unificadas en un mismo corpus. Es un poema que llega para quedarse, con versos que son un poema en sí mismos ( la memoria llena de bellotas, entre otros ).

Me ha gustado mucho. Mi enhorabuena por este gran poema.

Un abrazo.

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 10:13
por Óscar Bartolomé Poy
Tienes la virtud de encontrar el verso adecuado, fetén, para introducirnos en el poema. En este caso, es como la carta de un suicida, un suicida que busca hacerse silencio en la inmanencia de la carne. Me gusta cómo repites el leitmotiv ("algún día desapareceré") y, por supuesto, las metáforas.

Ha sido un placer de lectura. Un abrazo, Marius.

re: Abrazando un roble

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 16:25
por Pilar Morte
Nos introduces con fuerza en el poema y éste no pierde un verso de inquietud. Precioso.
Me gustó leerte
besos
Pilar

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 18:18
por Miguel Ángel Martínez Góm

Algún día desapareceré, seré un sinónimo del silencio
que no apunta a ningún diccionario, ni siquiera al de las hojas.


Coincido con los compañeros en que también me pareció un poema potente en las imágenes, en el contenido, donde los versos transmiten la honda reflexión de un profundo sentir.
Un fuerte abrazo y enhorabuena, Marius.

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 20:26
por Manuel Alonso
Hermoso, si señor, siempre dejas letras bellas, amigo, aunque desaparezcas, como los demás, un abrazo Marius.

Publicado: Mar, 07 Abr 2015 15:53
por Francisco Cienfuegos Gil
Me encanta, sobre todo:
"¿Qué fiordo ha elegido a este vacío de abrazos para reencarnarse?
Algún día desapareceré, seré un sinónimo del silencio
que no apunta a ningún diccionario, ni siquiera al de las hojas."

Sublime, amigo poeta.

Un abrazo

Francisco

Publicado: Mié, 08 Abr 2015 10:03
por J. Paz
Fuerza rabiosa y bellísima abrazan estos versos y dibujan hermosas y originales imágenes. Interesante poema. Un abrazo,

Judit

re: Abrazando un roble

Publicado: Mar, 14 Abr 2015 1:58
por Óscar Distéfano
Un gran poema confesional de poderosa carga humana. Una visión ciertamente ineludible, pero tú lo has convertido en una despedida, en un canto triste, en una especie de epitafio. Salgo de tus letras poéticamente satisfecho.

Un abrazo.
Óscar

Re: Abrazando un roble

Publicado: Jue, 05 Nov 2015 20:09
por Rafel Calle
Hermoso e interesante trabajo de Marius.

Re: Abrazando un roble

Publicado: Sab, 07 Nov 2015 17:18
por Carmen López
Marius Gabureanu escribió:Algún día desapareceré, os prometo.

Tendré mil bisontes y un río helado para reírme de la muerte.
Una piedra de mechero sobre la mesa nombrará mi impotencia.
Una planta crecida en el medio de la habitación
bautizará el descuido que le he tenido a la normalidad.
Algún día desapareceré, con la foto de mi hija abrazando un roble
y la memoria llena de bellotas,
con la orquídea de los jabalíes en el pecho.
Algún día, amor, buscarás en el móvil
la seña del ángel que quiso salvarme.
Y no la encontrarás.
Hay silencios que han aprendido de memoria el credo de tus piernas.
Es lo que llevaré conmigo.
¿Qué fiordo ha elegido a este vacío de abrazos para reencarnarse?
Algún día desapareceré, seré un sinónimo del silencio
que no apunta a ningún diccionario, ni siquiera al de las hojas.
Bueno, Marius, sabes que no se por qué tu poesía siempre me atrapa, abre un lugar que no existía antes de leerte, un sitio como un refugio, por más triste que sea el poema...y luego está el diapasón, que se me queda dentro y no puedo explicar....retumbando como un temblor, y eso es porque yo sé que es verdadera...Pero, no sé si te comenté alguna vez, siempre que leo un poema tuyo, me pasa una cosa, en general en todos los poemas, hay un verso, que destaca, parece salirse del poema y empezar uno propio...es una sensación que se repite cuando te leo...el de hoy, es excepcional, se abre como un mundo...

Hay silencios que han aprendido de memoria el credo de tus piernas.

Un abrazo grande, grande y buen fin de semana.

Carmen

Re: Abrazando un roble

Publicado: Sab, 07 Nov 2015 18:31
por Armilo Brotón
Marius Gabureanu escribió:Algún día desapareceré, os prometo.

Tendré mil bisontes y un río helado para reírme de la muerte.
Una piedra de mechero sobre la mesa nombrará mi impotencia.
Una planta crecida en el medio de la habitación
bautizará el descuido que le he tenido a la normalidad.
Algún día desapareceré, con la foto de mi hija abrazando un roble
y la memoria llena de bellotas,
con la orquídea de los jabalíes en el pecho.
Algún día, amor, buscarás en el móvil
la seña del ángel que quiso salvarme.
Y no la encontrarás.
Hay silencios que han aprendido de memoria el credo de tus piernas.
Es lo que llevaré conmigo.
¿Qué fiordo ha elegido a este vacío de abrazos para reencarnarse?
Algún día desapareceré, seré un sinónimo del silencio
que no apunta a ningún diccionario, ni siquiera al de las hojas.
Fantástico poema.
Siempre un placer leerte amigo.

Un abrazo.