Reversible

[Ignacio Mincholed]

...

Vengo del hombre irreversible, con todos sus pespuntes hacia dentro,
los corchetes en su lugar rematados con pulcritud todos hacia dentro.
De lavado en frío, biodegradable, de pura piel virgen, pre culturizado.
A la moda, implicado con la determinación de las causas, presurizado
para vivir hasta en la planta doscientos entre aires, moqueta y metal.

Prefiero vivir a ras de suelo. Sobre la hierba fresca, manantial, piedra
de claustros sin bóveda, desnuda como los amantes en el rojo fuego
al calor de las lunas. Mentirme con el arte que me miente, inservible
en ese mundo de alturas que ocupé con el vértigo de perder los días
a sabiendas que los días corren más rápido que los pasos acelerados
aunque te entrenes vestido ridículamente de corto, prisa adolescente,
impropia manera que no es mentira sino engaño pertinaz de soledad.
En ella me quedo a ratos, despierto para apreciarla frente a tus ojos
cuando me miras entre dos notas y creas pabellones de tiza y cristal
tan sonoros que me duele la luz y entorno los míos por verte de cera
transformándote música que gotea desde tus dedos libres, pequeños,
para amanecer hombre reversible, y el fondo es forma, y la forma tú.

...

[Josefa A. Sánchez]

Me doy prisa para llevarme el rosco de este poema tan lleno de notas luminosas. Que bueno es encontrar algo-o alguien- que te vuelva del revés. Me ha encantado.
Un abrazo.
Pepa

[Ventura Morón]

Intuyo que lo artificioso de la costumbre queda remoto en un interior que nos es oculto, quizás disfrazado, puesto que no pertenece a lo esencial, que es sentir a través de los poros, rozar lo cercano y lo etéreo, traslucirse en una mirada, que enfoca seguramente al ser amado.
Me gusto leerte Ignacio y encontrar esta preciosa metáfora del reversible.
Un abrazo

[curra anguiano]

Me ha gustado muchísimo la forma en que usas la ropa o los edificios para declamar tu amor a la vida y a la verdad, a lo auténtico ...

prisa adolescente,
impropia manera que no es mentira sino engaño pertinaz de soledad.
me ha parecido fántastico

mil besos


Curra

[Ignacio Mincholed]

Me doy prisa para llevarme el rosco de este poema tan lleno de notas luminosas. Que bueno es encontrar algo-o alguien- que te vuelva del revés. Me ha encantado.
Un abrazo.
Pepa

Gracias Josefa, reacciones, ya sabes.

Un abrazo.
Ignacio

[Pilar Morte]

Me ha gustado mucho y comparto totalmente tus versos. Un placer leerte
besos
Pilar

[Manuel Alonso]

Ignacio, es un poema hermoso, me ha gustado esa manera de tratar la soledad y esa tendencia del hombre irreversible, un placer amigo y un abrazo.

[Ignacio Mincholed]

Intuyo que lo artificioso de la costumbre queda remoto en un interior que nos es oculto, quizás disfrazado, puesto que no pertenece a lo esencial, que es sentir a través de los poros, rozar lo cercano y lo etéreo, traslucirse en una mirada, que enfoca seguramente al ser amado.
Me gusto leerte Ignacio y encontrar esta preciosa metáfora del reversible.
Un abrazo

Gracias Ventura, aprecio tu nota con los comentarios.
Cierto. Lo esencial, como dices, es lo que nos modifica.

Un abrazo.
Ignacio

[Marisa Peral]

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Vengo del hombre irreversible, con todos sus pespuntes hacia dentro,
los corchetes en su lugar rematados con pulcritud todos hacia dentro.
De lavado en frío, biodegradable, de pura piel virgen, pre culturizado.
A la moda, implicado con la determinación de las causas, presurizado
para vivir hasta en la planta doscientos entre aires, moqueta y metal.

Prefiero vivir a ras de suelo. Sobre la hierba fresca, manantial, piedra
de claustros sin bóveda, desnuda como los amantes en el rojo fuego
al calor de las lunas. Mentirme con el arte que me miente, inservible
en ese mundo de alturas que ocupé con el vértigo de perder los días
a sabiendas que los días corren más rápido que los pasos acelerados
aunque te entrenes vestido ridículamente de corto, prisa adolescente,
impropia manera que no es mentira sino engaño pertinaz de soledad.
En ella me quedo a ratos, despierto para apreciarla frente a tus ojos
cuando me miras entre dos notas y creas pabellones de tiza y cristal
tan sonoros que me duele la luz y entorno los míos por verte de cera
transformándote música que gotea desde tus dedos libres, pequeños,
para amanecer hombre reversible, y el fondo es forma, y la forma tú.

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¡Qué bueno Ignacio!
Me encanta este poema que mezcla lo cotidiano con el interior del alma. Lo abres de un modo atrapante y lo cierras con espectaculares imágenes. Lo he disfrutado muchísimo.
Gracias y un abrazo.

[Ramón Carballal]

Interesante formalmente y también la propuesta personal que trasmite el poema. Muy bueno como siempre. Un abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

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Vengo del hombre irreversible, con todos sus pespuntes hacia dentro,
los corchetes en su lugar rematados con pulcritud todos hacia dentro.
De lavado en frío, biodegradable, de pura piel virgen, pre culturizado.
A la moda, implicado con la determinación de las causas, presurizado
para vivir hasta en la planta doscientos entre aires, moqueta y metal.

Prefiero vivir a ras de suelo. Sobre la hierba fresca, manantial, piedra
de claustros sin bóveda, desnuda como los amantes en el rojo fuego
al calor de las lunas. Mentirme con el arte que me miente, inservible
en ese mundo de alturas que ocupé con el vértigo de perder los días
a sabiendas que los días corren más rápido que los pasos acelerados
aunque te entrenes vestido ridículamente de corto, prisa adolescente,
impropia manera que no es mentira sino engaño pertinaz de soledad.
En ella me quedo a ratos, despierto para apreciarla frente a tus ojos
cuando me miras entre dos notas y creas pabellones de tiza y cristal
tan sonoros que me duele la luz y entorno los míos por verte de cera
transformándote música que gotea desde tus dedos libres, pequeños,
para amanecer hombre reversible, y el fondo es forma, y la forma tú.

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Hay una genialidad aquí que sobrecoge, Ignacio. Hombre-sustrato de la matrix con ejes mecánicos, hipertextual y sustituible; hombre insertado en la pura sustancia del yo creador, falible, nutriente.
Y esa soledad como derecho natural (casi extinguido) que define las últimas libertades, ha sido plasmada en tu poética con notable superioridad.

De pie para los aplausos, compañero.

Abrazo y felicitaciones.

[Óscar Distéfano]

Considero este poema un trabajo valioso, de esos que bien pueden convertirse en paradigmas. La forma es un acierto: a la exuberancia de los versos largos, le envuelve el impacto lexicológico que se desprende de tan felices combinaciones de vocablos tradicionalmente poéticos con los del habla común, y metáforas no menos sorprendentes por sus imágenes. A mí me has dejado una lección que integro a mi acervo personal. El fondo, el tema, se introduce en la complejidad del ser, para salir airoso reflexiva y poéticamente.

Un abrazo.
Óscar

[Miguel Ángel Martínez Góm]

Precioso poema, Ignacio. Tiene algo que atrapa y seduce. Me gustó mucho como expresas la profundidad de la idea de un modo sencillo y elegante.
Fuerte abrazo.

[J. Paz]

Interesante y muy hermoso este poema en forma y fondo. Un abrazo,

Judit

[María José Honguero Lucas]

[I]cuando me miras entre dos notas y creas pabellones de tiza y cristal
tan sonoros que me duele la luz[/I]

Magníficos versos y excelentes imágenes, un placer pasar.
Un abrazo