Antes y después del amor.
Publicado: Lun, 30 Mar 2015 19:42
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Primero,
después de venir al mundo,
nos sacan de paseo, nos llevan sigilosos,
como orgullosos, abrigados,
tapándonos la boca, o desabrochados,
se paran en la calle, en el parque,
no se por qué, nos ponen al sol, a la sombra,
según,
sobre
todo,
nos cambian, si hace falta,
nos hacen carantoñas, nos miran de frente,
nos sacan parecidos, que ni parecidos,
siempre lo mismo,
sonreímos a cambio,
a rostros diferentes,
ó de pronto lloramos, sin ningún motivo,
sin saber por qué,
y no estamos dormidos,
como ocurre a menudo,
en silla de ruedas.
Después,
antes de dejar este mundo,
otra vez,
nos sacan de paseo, nos sacan con desdén,
nos llevan obligados, abrigados,
ó desabrochados, nos llevan otras manos,
nos llevan por llevarnos,
seguro que por algo, ya se lo imaginan,
hacen muecas
a nuestras espaldas,
lo intuimos,
nos responden con monosílabos,
nos toman a broma o algo parecido,
no es para menos,
nos paran,
nos ponen al sol, a la sombra,
o frente a escaparates,
según,
sobre
todo,
por razones varias,
a saber por qué,
no lo entiendo, es una lástima,
no nos cambian,
aunque se quedan con ganas,
no ponemos caras,
habituados,
no lloramos casi, acaso alguna lágrima,
de frío o de recuerdos,
que de repente nos vienen
a la cabeza…,
eso si la tenemos,
y no estamos dormidos,
como ocurre a menudo,
en silla de ruedas.
Primero,
después de venir al mundo,
nos sacan de paseo, nos llevan sigilosos,
como orgullosos, abrigados,
tapándonos la boca, o desabrochados,
se paran en la calle, en el parque,
no se por qué, nos ponen al sol, a la sombra,
según,
sobre
todo,
nos cambian, si hace falta,
nos hacen carantoñas, nos miran de frente,
nos sacan parecidos, que ni parecidos,
siempre lo mismo,
sonreímos a cambio,
a rostros diferentes,
ó de pronto lloramos, sin ningún motivo,
sin saber por qué,
y no estamos dormidos,
como ocurre a menudo,
en silla de ruedas.
Después,
antes de dejar este mundo,
otra vez,
nos sacan de paseo, nos sacan con desdén,
nos llevan obligados, abrigados,
ó desabrochados, nos llevan otras manos,
nos llevan por llevarnos,
seguro que por algo, ya se lo imaginan,
hacen muecas
a nuestras espaldas,
lo intuimos,
nos responden con monosílabos,
nos toman a broma o algo parecido,
no es para menos,
nos paran,
nos ponen al sol, a la sombra,
o frente a escaparates,
según,
sobre
todo,
por razones varias,
a saber por qué,
no lo entiendo, es una lástima,
no nos cambian,
aunque se quedan con ganas,
no ponemos caras,
habituados,
no lloramos casi, acaso alguna lágrima,
de frío o de recuerdos,
que de repente nos vienen
a la cabeza…,
eso si la tenemos,
y no estamos dormidos,
como ocurre a menudo,
en silla de ruedas.