Editorial Alaire

(para Ana, una pasión sin miedo ni domingo)

dibújame  muerto UNA Y OTRA VEZ
incorporado a la materia TU fervor
                      tres pies más allá
comiéndome LA mañana
déjame muerto y dibujado

con ese saborcillo
que no tiene  prejuicio ni miedo
que NO destripa la lógica que nos espanta
el canibalismo
razón inversa de una vida sin futuro
	   poder ser deglutido MI PASIÓN
como de Nos	    hacemos los hijos 
sangre de nuestra sangre
cuerpo sin cuerpo
en la mayor OBSCENIDAD  concebida

aunque no estemos de acuerdo 
es  gastronómicamente aceptable 
la gran calidad venatoria	 
del AMANTE que no tiene medida

Pero Siempre queda DIOS
	    un experto culinario
que no asume
Entre las varias formas disponibles
la Sintáctica del miedo	  y nos come
        Porque de sus cosas cotidianas
a las que ama

		nunca  inquiere
pero tú
dibújame muerto

Armilo Brotón

curra anguiano escribió:Entre las varias formas disponibles
Sintáctica del miedo y nos come
Porque de sus cosas cotidianas
a las que ama

nunca inquiere
pero tú
dibújame muerto


yo si me dejas amigo, te dibujare escribiendo, ya que que me gusta como lo haces


Gracias


Curra

LUIS MARIÑO escribió:Un poema atractivo (ya desde el mismo título) y a la vez complejo por los diferentes elementos que desnudan e interrelacionan tus versos (pasión, amor, Dios, miedo, humanidad y hasta gastronomía...). En cualquier caso deja un regusto realmente agradable y a excelente poesía. Me gustó de verdad...
Mis felicitaciones, amigo. Un fuerte abrazo.

Ramón Carballal escribió:Ha sido interesante leer tu poema tan original en fondo como en forma. Mi felicitación y un saludo cordial.

Pilar Morte escribió:Un poema muy original. Ha sido un placer seguir tus versos
Abrazos
Pilar

Armilo Bretón escribió:.

aunque no estemos de acuerdo
es gastronómicamente aceptable
incluso
considerado un error
la escasa calidad venatoria dicen
del AMANTE que no tiene medida

Pero Siempre queda DIOS
un experto culinario
que no asume
Entre las varias formas disponibles
la Sintáctica del miedo y nos come
Porque de sus cosas cotidianas
a las que ama

nunca inquiere
pero tú
dibújame muerto

Armilo Brotón