Editorial Alaire

Aquel día, sin hablaros,
os cruzasteis la mirada.
Dulcemente, en el silencio,
vuestras almas se besaban.

Mirad el mar y su cielo,
únicos y diferentes.
¿No parecen uno solo
donde el horizonte duerme?

Así sois uno, los dos.
Hace calor y el mar sube,
-cielo-
para llevarte consigo
cuando descarguen tus nubes.

Y en las noches plateadas
por el brillo de la luna,
con vuestro amor derramado
las estrellas se perfuman.

Es tiempo de recoger
todo aquello que sembrasteis;
hijos, nietos…hermosuras;
desde el día que os mirasteis.

Es hora de recoger... y dicho así, con tanta ternura, la cosecha se adivina generosa y feliz.
Salud.

Y es que una mirada puede encerrar en sí misma todo un universo de emociones y sellar el futuro con un parpadeo. Nos regalas aquí un nuevo capítulo de tu alquitarado romanticismo.

Un abrazo, Miguel Ángel.

Un árbol genealógico pleno de ternura. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Cuando el instante puede ser eterno. Me gustó leerte.
Un abrazo.
Pepa

Y en las noches plateadas
por el brillo de la luna,
con vuestro amor derramado
las estrellas se perfuman.

Estoy con Josefa !!!
Gracias

Y en las noches plateadas
por el brillo de la luna,
con vuestro amor derramado
las estrellas se perfuman.

Estoy con Josefa !!!
Gracias

Hay en el poema luz, Miguel Ángel, hay ternura y un sabor a amor sencillo y bueno.

Un abrazo.

Julio, gracias por la amable visita y comentario.
Un abrazo fuerte.

Muchas gracias por la visita y amable comentario, Óscar.
Un fuerte abrazo.

Pilar, agradezco tu paso y amable huella en este rinconcito.
Un abrazo fuerte.

Es cierto, Josefa, hay instantes que nos orientan en una dirección para el resto de nuestra vida.
Gracias por la amable visita y comentario.
Un abrazo fuerte.

Muchas gracias, Curra, por la amable visita y comentario.
Un fuerte abrazo para ti.

Enrique, en lo que apuntas sobre que hay ternura y un amor sencillo y bueno, debo decir que el poema surgió por un encargo de una amiga. Me lo pidió para regalárselo a una pareja que iban a celebrar sus bodas de plata, o de oro, ya no recuerdo, y entre todos los datos que me dejó mi amiga, ella siempre enfatizaba en el hecho de que se amaban mucho. En eso traté de inspirarme.
Muchas gracias por la lectura y comentario, Enrique.
Un fuerte abrazo.

Miguel Ángel Martínez Góm, Brillante escrito, me gusta como escribes.
Abrazo Poeta.