Editorial Alaire

Voy a salir afuera antes que anochezca
voy aprovechar lo que resta del día
voy contar cada una de las hojas de este árbol
y les pondré un nombre a cada una,
y pienso recordarlas a todas por separado,
y les escribiré canciones a sus frutos que no existen
y una biblia de lugares abiertos para el viento,
y tocaré la raíz de sus primeras iniciales
hasta guardar el asombro y luego me bañaré
en su blanco néctar de albos templos de libertad
y seré uno más en un imperio de raíces hermanadas
y luego, querré buscarte a ti, amada subterránea,
querré hacerlo arrastrándolo todo
hasta quedarme exhausto frente a tu ventana
y verás un árbol cansado y tal vez solo
con un montón de hojas gritándole a tu puerta.

Es bello el poema, y bello el impulso, el estado que tan bien manifiestas y tan difícil es de trasladar al lenguaje. Es una señal del vértigo de la pureza que se siente en ese estado el que hayas usado una semántica elemental, natural, medular: árbol, hojas, raíz, y para mí la palabra exhausto, que es el lugar donde los símbolos se hacen elásticos, donde nos predisponemos a una comprensión esencial. Un placer, Ricardo. Abrazos.

Estimado Ricardo me gustó esa transformación del yo poético en árbol, para quedarse arraigado a la espera de la mujer subterránea, bella imagen.
Muy visual tu poema. La ventana, el árbol y alguien que se asoma. Lo de más queda a la imaginación.

Un gusto saludarte.

La Corporación

hasta quedarme exhausto frente a tu ventana
y verás un árbol cansado y tal vez solo
con un montón de hojas gritándole a tu puerta.

Precioso, muchas gracias
Un árbol como hilo conductor y esencia del amor y la vida

Curra

Siempre es interesante acercarse a tu verso, Ricardo, disfrutar de un recorrido que acaba en una inspirada declaración de amor.

Un abrazo.

El cierre es fundamental para la comprensión del poema, el árbol solo con un montón de hojas gritándole a su puerta, ese momento extremadamente doloroso cuando cualquier cosa nos trae a la memoria al ser amado, ese reloj del arrepentimiento que pueda levantar un alma caída. Felicitaciones y abrazos sinceros, querido Ricardo.

Una maravilla de poema que he disfrutado mucho.

Me resulta deliciosamente triste.

Abrazos.

Hermoso poema de Ricardo.

Esa imagen de hombre-árbol enraizado en su espera es muy sugerente. Un placer leerte.
Un abrazo.
Pepa