Editorial Alaire

Hay un cierto crepúsculo inmediato
que prorrumpe en aplausos delirantes.
Hace fuego, es un fuego que no quema,
sino embruja, evapora, desfallece,
sino que se figura
una forma de luz sofisticada.
Hace Luna, es de noche
-cielo aparte-.
Reverdece la tierra el pan secreto,
corona y cáliz de mi sangre tibia.
Hay, por cierto, un ocaso
de mil amaneceres diferentes.
¿No lo sientes vagando en torno de tus sueños?

Un gusto lerete amigo Esteban, tu poema goza de ritmo y de esa mirada romántica en la escritura que te caracteriza. Gracias por la buena lectura.

Abrazos fraternos desde Chile, Benjamín.

Hermoso versar, un gusto estar presente.

Precioso poema, querido amigo, que ha sido un placer leerte.

''Hace fuego, es un fuego que no quema,''
Esa sinalefa es una de las cuestiones de una teoría que estoy escribiendo.
Yo sostengo que no es correcto hacerla. Pero decir eso es ir en contra de muchos años, siglos, de poesía clásica.
Dentro de poco, cuando tengamos la revista Alaire en la calle, será el momento de pelearse con los grandes tacañones de la cosa poética.
Ya veremos.
En fin, te mando un fuerte abrazo.

Gracias por el comentario, colega.

Pues sí que ha llovido, ya lo creo, desde que tuve la suerte de coincidir contigo por primera vez en un foro. Luego a mí me han ido echando de todos los bares, tú ya sabes...

Sin ir más lejos, hace poco me "baneó" un tal García... jajaja. Que le aproveche. Uno se va haciendo mayor y aguanta peor según qué cosas.

Un abrazo,

Esteban

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Hola Lila, gracias por el comentario.

Es un placer para mí el tenerte en mi espacio.

Un abrazo,

Esteban

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Gracias por el comentario, Rafel, amigo.

En el verso que señalas, es cierto que hago una sinalefa un tanto forzada. No sé, no le veo mayor problema; incluso se podría admitir como licencia... La cuestión de la corrección es algo más espinosa... Hay que ver hasta qué punto la sinalefa demerita o no el verso en el contexto del poema, que no es un soneto.

Un abrazo,

Esteban

La idea me parecio genial. Aunque como que senti que se cortaban las ideas, o a lo mejor soy yo.

Precioso poema Esteban, en su totalidad, pero me ha encantado eso de que "Hace fuego", sí, y qué maravilloso es cuando sucede y hace fuego en todas las fibras y en todos los lugares, conocidos y desconocidos incluso...duele siempre el frío, pero el fuego sólo duele cuando falta.

Un abrazo

Sara

Hermosísimos versos querido amigo, con ese toque especial que te caracteriza.

Un fuerte abrazo y felices fiestas para ti y todos los tuyos.

Amigo Sergio:

Gracias por el comentario. Llevas razón en lo que dices. Este pequeño poema actuaba como nexo de unión entre otros y seguramente no me preocupé de redondearlo demasiado.

Gracias de nuevo y felices fiestas.

Un abrazo,

Esteban

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Gracias, Sara. Quedo muy honrado con tu visita y celebro que te haya gustado el poema.

¡Feliz Navidad!

Abrazos,

Esteban

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Gracias, amigo J.J., por el generoso comentario. Aprovecho para mandarte un fuerte abrazo y desearte que disfrutes de las fiestas.

¡Feliz Navidad!

Esteban

Esteban,

me encantó el arranque del poema

Hay un cierto crepúsculo inmediato
que prorrumpe en aplausos delirantes.

para un poema de ensoñación

un abrazo.........Pilar

Me encanto este poema y su fuego inerte.

Estimado Esteban, una forma bien particular de exteriorizar tus sentimientos en el poema, que por cierto, me gustó bastante.

Saludos.

Gracias, con retraso, pero de corazón, Pilar.

Un beso,

Esteban

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Amigo Cavicchia:

Gracias por el comentario y la estupenda definición que haces de mi poema.

Un abrazo,

Esteban

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Gracias, Enrico. Celebro que te haya gustado el poema.

Un abrazo,

Esteban

Una pequeña joya poética, Esteban, en la confluyen ritmo y mensaje creando un conjunto magnífico. Precioso poema del que no puedo destacar nada pues me gusta hasta el título.
Un abrazo.
Julián Borao

Esteban Granado escribió:
Hay un cierto crepúsculo inmediato
que prorrumpe en aplausos delirantes.
Hace fuego, es un fuego que no quema,
sino embruja, evapora, desfallece,
sino que se figura
una forma de luz sofisticada.
Hace Luna, es de noche
-cielo aparte-.
Reverdece la tierra el pan secreto,
corona y cáliz de mi sangre tibia.
Hay, por cierto, un ocaso
de mil amaneceres diferentes.
¿No lo sientes vagando en torno de tus sueños?

Hermoso y delicado poema de Esteban Granado.
Felicidades, compañero.