Editorial Alaire

Esa ranura que filtra la levedad de la esencia, cuando paso la tormenta,
y el alma deambula, aun temblando, en círculos con céntricos,
buscándose e inquiriendo a todo lo aprendido, un palpito de lo volumétrico,
esos esquemas que aún sabiendo que no existen, queremos hacer vestimenta.

Ese amor que escrito en un papel permanece y abraza a un madre y a unas gracias,
la paz que adorna la sensación de la cosecha madura, del sol en la cara,
la necesidad de una una duda, que renueve el aire y el miedo que enmascara,
y esa constancia de lo justo, que embadurna la esencia y sus albricias.

Los racimos de lo que escondido tras el velo de un latido, mantiene la vida,
el via crucis de un ciego, que en el mar adentro es revolcado por la corriente,
tormentos de pasiones que concatenan, cascadas y escriben adverbialmente
y los candados de los que jamas aprendimos la cerradura, y llaman fe ardida.

Y ese por fin silencioso
y la verdad que se esta escribiendo
y el camino
ese rezo que languidece
y una sombra marchita

Querida amiga, le saco el horrible cero, para que lo disfruten todos.
Besos poeta.

Sugerentes ese poema que nos dejas Curra. Me gustó

saludos

rafael

Me parece un poema experimental de muy buen nivel, un placer pasar por tu obra.
javier

Me parece un poema experimental de muy buen nivel, un placer pasar por tu obra.
javier

muchas gracias Rafael
Mil besos


Curra

Muchas gracias javier
Mil besos


Curra

Un gran poema Curra, me ha entusiasmado, y el final es precioso, un beso, amiga.

Muchas gracias Manuel
Mil besos


Curra

Precioso CURRA como todo lo que tu escribes