Editorial Alaire

Corría Primavera por el jardín
de los cerezos.

Sabía ser un instante
tras el latido último de lluvia,
que era un golpe puro, como la luz, apenas
vislumbrada en la pálida textura
de las rojas cerezas.
Me invadió cuando en mí ya estaba, era,
rompiendo anocheceres en silencio,
resplandor en el río hacia la muerte.
Es que quería ser, a contra agua,
ímpetu trepador por lo imposible
hasta la oscura fronda de la ausencia,
llenarlo todo. Entraba.
Le daba miedo estar, ser tras la lluvia,
vivir el sueño de sus ojos húmedos.
Se abrazaba, invasora, a mí. Era
las tibias manos de la luz en celo.

…Aún llovía. El agua, el río hacia la muerte,
sus ojos húmedos,
el jardín en llamas.

Un poema lleno de sugerencias que enarbola una incitación seductora e íntima para desvivir e ir contracorriente. ¿Pero esto es posible? Al menos da para estrofas bellísimas, como ésta final, aunque todo el poema lo es. Un abrazo, Paco, que me siento muy cerca de estos versos.

sugerente de principio a fin, destaco estos versos:

Era
las tibias manos de la luz en celo

un abrazo

.

Un poema como este no puede quedar en el olvido, comparto la opinión que los compañeros te dejan sobre el poema.

Un abrazo

JC

Poema de urgencias es, era.
luz, trás la lluvia urgida.

Precioso poema de búsquedas, de temores y humedades. Me gustó mucho. Saludos poeta.

Francisco Lobo,

Sabía ser más que un instante
todo unA eterna belleza, maestro

inspiración y magia en las manos de la luz...

Un abrazo fuerte

Ser y estar, esos verbos transitivos que nos llenan los ojos de poemas. Como esa primavera corriendo -apenas- por tu jardín de cerezos.

Descripción de la primavera -ella- y de sus invasiones -tú-; y ambos sentís juntos los miedos.

Francisco, el juego verbal, el ir y venir entre ella y tú, y vuestras metáforas, hace de este pronunciamiento de aromas a lluvia y a melancolía un poema exquisito por el ritmo y el discurrir inhabitual de los espacios que fluye. Reales, mentales, físicos, idealizados... Pero es en el trasiego de la voz, en el entrar y salir desde la primavera hacia el autor, donde se llega a escuchar brotar la lluvia, personificada, casi física, casi humana.

Cuando se escribe así todo es belleza.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega

Es que quería ser, a contra agua,
ímpetu trepador por lo imposible
hasta la oscura fronda de la ausencia,
llenarlo todo.

Impecable poema, Paco, que nos deja deseando la pura incosciencia, la fusión con esa vida aparentemente inmovil.

El tono es perfecto, las pausas inciden en el pensamiento y se engarzan con esta preciosa muestra de tu talento poético.

Ser para dejar de ser y de este modo seguir siendo.

Un trabalenguas que creo que se ajusta a la profundidad de tus versos, amigo.

Ha sido un placer esta lectura.

Un fuerte abrazo.

Luis Oroz.

Amigo Francisco, no es sólo un poema lo que nos presentas sino un compendio de poesía bien elaborada, sentida e imaginada conjugando la primavera fructuosa con el ser, el amor y la vida misma.
Ni que decir tiene que me encantó el ritmo que le das a tu canto.

Sube para la medianoche poética de Alaire.

Excelente poema lleno de lirismo sobre una primavera protagonista en la tinta del autor.

Javier

¡Qué gran poema, Paco! Me hace recordar otros tiempos en los que tu poesía estaba más cerca de mí. Aquellos tiempos en los que nos oíamos y nos admirábamos y, después, sólo después, nos tomábamos unas cervezas. Poesía y amistad. Poesía que tú llevas dentro y amistad que, aun en la (relativa) distancia, permanecerá irrompible.
Anda. Date una vuelta por aquí, que quiero verte.

Un abrazo.

Jerónimo

[quote="Francisco Lobo"]

Es un poema impresionante, bello en su totalidad. Una de esas muchas joyas que este foro guarda en sus mil recovecos.
Saludos.